A‘udu
Billâhi Min As-Saitâni Rayîm
Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm
Consulta
el Corán cuando:
Estés
triste:
“Y
dales la buena noticia
[Busrâ]
a
los creyentes y a los que obran rectamente, de que tendrán Jardines
por cuyos bajos fluyen los ríos. Cada vez que se les provea con
frutos de esos Jardines para que se alimenten, dirán: Esto es lo
mismo que antes se nos daba. Sin embargo, lo que se les dé, sólo
será parecido. Y para ellos habrá allí esposas puras y estarán
eternamente”.
(La
Vaca 2: 25)
Has
cometido un pecado:
“Di:
¡Siervos míos que os habéis excedido en contra de vosotros mismos,
no desesperéis de la misericordia de Allah,
es verdad que Allah
perdona todas las faltas, pues Él
es el Perdonador,
el Compasivo!”.
(Los
Grupos 39: 53)
Estés
buscando la paz:
“Con
el cual Allah
guía a quienes buscan Su
complacencia hacia los caminos de la salvación
[As-Salâm],
y los saca de las tinieblas a la luz con Su
permiso y los guía por el camino recto”.
(La
Mesa Servida 5: 16)
Estés
buscando un amigo:
“Allah
es Amigo
[Walî]
de
los que creen: los saca de la oscuridad a la luz. Pero los incrédulos
tienen como amigos a los Tâgût que los sacan de la luz a la
oscuridad. Esos son los compañeros del Fuego, donde estarán
eternamente”.
(La
Vaca 2: 257)
Eres
victima de discriminación sexual:
“Es
verdad que a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a
las creyentes, a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a
las veraces, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a
las humildes, a los que dan con sinceridad y a las que dan con
sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan
sus partes íntimas y a las que las guardan y a los que recuerdan
mucho a Allah
y a las que recuerdan; Allah
les ha preparado un perdón y una enorme recompensa”.
(Los
Coligados 33: 35)
Eres
victima de discriminación racial:
“¡Hombres!
Os hemos creado a partir de un varón y una hembra, y os hemos hecho
pueblos y tribus diferentes para que os conozcáis unos a otros. Y en
verdad que, el más noble de vosotros ante Allah
es el que más Le
teme. Allah
es Conocedor
y está perfectamente informado”.
(Los
Aposentos Privados 49: 13)
Estés
buscando amor y tranquilidad:
“Y
parte de Sus
signos es que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que
encontrarais sosiego en ellas y puso entre vosotros amor y
misericordia; realmente en eso hay signos para gente que reflexiona”.
(Los
Romanos 30: 21)
Estés
deprimido/a:
“Aquellos
que creen y cuyos corazones encuentran sosiego en el recuerdo de
Allah.
¿Acaso no es por el recuerdo de Allah
cómo se tranquilizan los corazones?”.
(El
Trueno 13: 28)
Desees
tener un amigo cercano a ti:
“Hemos
creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más
cerca de él que su propia vena yugular”.
(Qâf
50: 16)
No
te sientas amado/a:
“Esto
es una recompensa que os corresponde a vosotros, pues vuestro
esfuerzo ha sido agradecido”.
(El
Hombre 76: 22)
Tienes
la impresión de ser un perdedor/a:
“¡Hijos
míos! Ir e indagar acerca de Yûsuf y su hermano; y no desesperéis
de la misericordia de Allah:
pues, sólo desespera de la misericordia de Allah
la gente infiel”.
(Yûsuf
12: 87)
No
te sientes privilegiado/a:
“Y
os ha dado de todo lo que Le
habéis pedido. Si tratáis de contar las gracias de Allah,
no podréis enumerarlas. Ciertamente, el hombre es injusto e
ingrato”.
(Ibrâhîm
14: 34)
No
quieres hacer frente a las dificultades:
“Pues,
ciertamente que con la dificultad viene la facilidad”.
(La
Abertura 94: 5)
Cuando
los ignorantes se dirijan a ti:
“Los
siervos del Misericordioso
son aquellos que caminan por la tierra humildemente y que cuando los
ignorantes les dirigen la palabra, dicen: ¡Salâm!
[¡Paz!]”.
(El
Discernimiento 25: 63)
Quieras
liberarte del miedo:
“Ciertamente,
los que han creído, los que siguen el judaísmo, los cristianos y
los sabeos, todos los que creen en Allah
y en el Último Día y actúan rectamente, tendrán su recompensa
ante su Señor
y no tendrán que temer ni se entristecerán”.
(La
Vaca 2: 62)
Quieres
asegurarte de obtener el perdón:
“Aquéllos
que cuando cometen una indecencia o son injustos consigo mismos,
recuerdan a Allah
y piden perdón por sus faltas -porque ¿quién perdona las faltas
sino Allah?-
y no reinciden en lo que hicieron después de saberlo”.
(La
Familia de ‘Imrân 3: 135)
Quieras
un doble aseguramiento:
“Anuncia
a Mis
siervos que Yo
soy el Perdonador,
el Compasivo”.
(Al-Hiŷr
15: 49)
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