A‘udu
Billâhi Min As-Saitâni Rayîm
Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm
1.-
Cuando
la tierra sea sacudida por su propio temblor.
Es
decir, cuando la tierra tiemble desde sus cimientos. Dijo Muŷâhid:
“Cuando suene el primer soplido (del cuerno) la hará temblar”.
Como dice Allah
(SWT),
el Altísimo:
“El
día en que se haga sonar el primer toque de cuerno
[Ar-Râyifa]
y
le siga el segundo
[Ar-Râdifa]”.
(Los
que arrancan 79: 6-7)
A
continuación será la segunda sacudida de la tierra, que hará
expulsar sus muertos que constituyen sus cargas.
2.-
Y
cuando la tierra expulse sus cargas..
Dijo
Abû
‘Ubaida al-Ajfas:
“Si el muerto está en el vientre de la tierra, constituye una
carga para ella. Y si está encima de la tierra es una carga sobre
ella”. Dijeron Ibn
‘Abbâs
y Muŷâhid:
“Sus cargas: son sus muertos, que la tierra los expulsará cuando
sople el cuerno por segunda vez”. Por la misma razón se nombra a
los Genios
y a los hombres como: “At-Taqalân”
(Las dos cargas).
Algunos
hombres de conocimiento han mencionado: “Los árabes solían decir,
cuando un hombre actuaba cruelmente, que “era pesado a lomos de la
tierra”; y cuando moría, se aliviaba la tierra del peso sobre sus
lomos”.
Se
ha dicho: “Sus cargas son sus tesoros”. De ahí el Hadîz:
“La tierra vomitará los tesoros ocultos en sus entrañas como
columnas de oro y plata...”.
3.-
Y
pregunte el hombre: ¿Qué le pasa?
Es
decir, el hijo de Âdam
Incrédulo
(Kâfir).
Relató Ad-Dahhâk,
de Ibn
‘Abbâs,
que dijo: “Se refiere a Al-Aswad
ibn
‘Abdel-Asad”.
Se ha dicho: “Se refiere a cada hombre que esté presente en el
momento que llegue la Hora,
cuando suene el primer soplo del cuerno, ya sea creyente o Incrédulo
(Kâfir)”.
Este es el decir de quien lo ha hecho (el primer soplo) en este mundo
como una de las señales de la llegada de la Hora,
porque los hombres en su totalidad no saben con cuál de la señales
empezará el Último
Día,
hasta que no aparezcan todas. Por eso se preguntarán unos a otros
acerca de la Hora.
La
explicación de que se refiere al Incrédulo
(Kâfir)
concretamente, es porque el creyente reconoce la llegada de la Hora
por esa señal: “Cuando
la tierra sea sacudida por su propio temblor”.
Y no pregunta por ella. Mientras que el Incrédulo
(Kâfir)
la desmiente, y pregunta porque no sabe lo que pasa.
“¿Qué
le pasa?”.
Es decir, ¿por qué tiembla? Y por qué expulsa sus cargas. Es una
pregunta de admiración. ¿A qué se debe su temblor? En ese
contexto, Allah
(SWT)
puede
resucitar a los muertos después de que suene el primer soplo del
cuerno. A continuación la tierra se sacudirá y expulsará a los
muertos. Y habrán visto el temblor y abrirse la tierra para que los
muertos salgan vivos, para decir aterrorizados: ¿Qué le pasa?
4.-
Ese
día contará la tierra lo que sabe
[sus
noticias],
5.-
porque
tu
Señor
le
inspirará.
Es
decir, ese Día
la tierra informará de lo que se haya hecho sobre ella, tanto de
bien como de mal. En un relato de At-Tirmidî,
se transmitió de Abû
Huraira
que dijo: Recitó el Mensajero
de
Allah
(SAWS):
“Ese
día contará la tierra lo que sabe
[sus
noticias]”.
Preguntó: “¿Sabéis cuales serán sus noticias?”. Dijeron:
Allah
(SWT)
y Su
Mensajero
(SAWS)
saben más. Dijo: Realmente, sus noticias serán que dará el
testimonio de lo que cada siervo o pueblo haya hecho sobre ella.
Dirá: el día tal hizo esto y aquello. Dijo: Pues, esas serán sus
noticias”.
“Ese
día contará la tierra lo que sabe
[sus
noticias]”.
Dijo Al-Mâwardî:
“Sobre esta Aleya
hay tres opiniones: La primera: Dará sus noticias sobre las acciones
que los siervos hayan hecho sobre la faz de la tierra. Y esto según
lo dicho por Abû
Huraira.
Es la opinión de quien piensa que cuando la tierra tiemble será el
anuncio del Día
de la Resurrección.
La
segunda: Dirá sus noticias por las cargas que expulsará de su seno,
según lo dicho por Ŷahiyâ
ibn
Salâm.
Y es la opinión del que piensa que el temblor será una de las
señales de la Hora.
En
este sentido hay un Hadîz
relatado por Ibn
Mas‘ûd,
que dijo el Mensajero
de
Allah
(SAWS):
“Si a un siervo le sobreviene el final de su vida en un lugar
remoto donde ha ido por una necesidad, dirá la tierra: ¡Señor,
yo te serviré para almacenarlo en mi seno!”.
La
tercera: Hablará con la llegada de la Hora,
cuando el hombre se pregunte: ¿Qué le pasa? Según Ibn
Mas‘ûd.
Entonces la tierra dirá: Los asuntos de este mundo ya han culminado,
y ahora vendrán los del Âjira.
Esa será la respuesta de la tierra ante la pregunta de ellos, como
una amenaza para el Incrédulo
(Kâfir)
y una advertencia para el creyente”.
Sobre
la forma de dar la tierra sus noticias hay tres dichos: El primero
que Allah
(SWT),
el Altísimo,
la convertirá en animales parlantes para que hablen. El segundo es
que Allah
(SWT),
el Altísimo,
haga posible el habla a la tierra. Y el tercero es que la tierra haga
una exposición con claridad tal que ocupe el lugar del habla. Dijo
At-Tabarî:
“Aclara sus noticias la tierra cuando llegue el temblor y expulse
sus muertos”.
“Porque
tu Señor
le inspirará”.
Es decir, realmente la tierra dirá sus noticias por inspiración
expresa de Allah
(SWT),
el Altísimo,
a la tierra. Le inspiró Su
mandato y la sometió. Significa que el día en que se produzca el
temblor y la tierra expulse sus cargas pesadas, entonces la tierra
dirá sus noticias: lo que se haya hecho sobre ella de lícito e
ilícito, de bien y de mal.
6.-
Ese
día los hombres saldrán en grupos para que vean sus obras.
“Ese
día los hombres saldrán en grupos”.
Es decir, para la rendición de cuentas. Un grupo tomará la
dirección de la derecha hacia el Jardín,
y otro grupo tomará la de la izquierda hacia el Fuego.
Como dijo Allah
(SWT),
el Altísimo:
“El
día que llegue la Hora, ese día se separarán”.
(Los
Romanos 30: 14)
“Dirige
tu rostro hacia la práctica de Adoración auténtica, antes de que
llegue un día en el que Allah
no dará posibilidad de volver. Ese día serán separados”.
(Los
Romanos 30: 43)
“Para
que vean sus obras”.
Es decir, la recompensa de sus acciones. Esto es como se relató del
Profeta
(SAWS),
que dijo: “El Día
del Juicio
nadie podrá reprochar sino a sí mismo, si fue bueno dirá: ¿Por
qué no abundé más en el bien? Y si no lo fue dirá: ¿Por qué no
desistí de la desobediencia?”.
Ibn
‘Abbâs
decía: “En grupos, es decir, separados por la magnitud de sus
acciones. La gente de la fe a un lado, y la gente de cada Dîn
a otro”.
Se
ha dicho: “Esa salida será en el Levantamiento.
Saldrán de las tumbas en grupos, para pasar a continuación a la
Rendición
de Cuentas,
y ver sus acciones registradas en sus libros,
o para ver la compensación a sus acciones. Será como si hubieran
llegado a las tumbas, hubieran sido enterrados en ellas, para después
salir de ellas. Serán resucitados de todos los confines de la tierra
para que Allah
(SWT)
les muestre sus acciones”.
7.-
Y
el que haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá; 8.-
y
el que haya hecho el peso de un átomo de mal, lo verá.
Ibn
‘Abbâs
decía: “Quien de los Incrédulos
(Kuffâr)
hiciera tan sólo el peso de una brizna de bien, lo verá en este
mundo, y no se le recompensará por ello en el otro; y quien hiciera
el peso de una brizna de mal, se le castigaría por ello en la Otra
Vida,
además de la
Idolatría
(Sirk).
Y quien de los creyentes hiciera el peso de una brizna de mal, lo
verá en este mundo, y no será castigado por ello en el otro cuando
muera; y si hiciera el peso de una brizna de bien, le sería
aceptado, y se le duplicaría la recompensa en el Âjira”.
En
algunos Ahadîz:
“Verdaderamente, a Allah
(SWT),
el Altísimo,
no se le escapa ni una sola acción del hijo de Âdam,
ya sea pequeña o grande”. Como dice Allah
(SWT),
el Altísimo:
“Allah
no es injusto ni en el peso de lo más pequeño, y cualquier buena
acción la multiplicará, por Su
parte, con una enorme recompensa”.
(Las
Mujeres 4: 40)
Dijo
Muhammad
ibn
Ka‘b al-Qurazî:
“El Incrédulo
(Kâfir)
que haga el peso de una brizna de bien, verá su recompensa en este
mundo; bien en sí mismo, en su riqueza, su familia o sus hijos,
hasta que salga de este mundo sin que Allah
(SWT)
le deba nada. Y el creyente que hiciera el peso de una brizna de mal,
verá su castigo en este mundo, ya sea en sí mismo, en su
riqueza,
o en su familia, hasta que salga de este mundo sin que Allah
(SWT)
deba castigarlo”. Como prueba el Hadîz
de Anas:
“Esta
Aleya
descendió sobre el Profeta
(SAWS)
al tiempo que Abû
Bakr
estaba comiendo, entonces se detuvo y preguntó: ¡Mensajero
de
Allah
(SAWS)!
¿Se nos mostrará lo que hayamos hecho de bien o de mal para que lo
veamos? Contestó: “Lo que hayas visto y que aborrezcas serán
pesos de brizna de mal, y se os acumularán los pesos de brizna de
bien hasta el Día
del Levantamiento”.
Dijo Abû
Idrîs:
Está confirmado en el Libro
de Allah
(SWT):
“Cualquier
dolor
[Musîba]
que
os aflija es a causa de lo que se buscaron vuestras manos, sin
embargo Él
pasa por alto muchas cosas”.
(La
Consulta 42: 30)
Dijo
Muqâtil:
“La Aleya
descendió a propósito de dos hombres, que al revelarse la Aleya
donde Allah
(SWT)
dice:
“Y
daban de comer, a pesar de su apego y amor por ello, al pobre, al
huérfano y al cautivo”.
(El
Hombre 76: 8)
Uno
de los hombres cuando acudía a él un pedigüeño, le parecía poco
darle un dátil, o una almendra. Y el otro no le daba importancia a
las faltas leves, como la mentira, la murmuración o la mirada
furtiva, y decía: Allah
(SWT)
ha amenazado con el Fuego
por las faltas graves solamente. Entonces, se reveló: para despertar
en ellos el deseo de dar aunque sea un poco de bien, porque realmente
se puede incrementar, y advertirles de las faltas simples, porque
pueden abundar. Y la pequeña falta, a ojos de su autor, se
convertirá en grave el Día
del Juicio
y será más inmensa que las montañas, y todas sus cosas buenas las
considerará pequeñas a sus ojos”.
“Y
el que haya hecho el peso de un átomo de bien, lo verá”
o “Allah
(SWT)
se lo hará ver”. Se puede entender de las dos maneras. Como dice
Allah
(SWT),
el Altísimo,
en el Corán:
“El
día en que cada uno encuentre ante sí el bien y el mal que hayan
hecho, deseará que éste último, le separe una gran distancia.
Allah
os advierte que tengais cuidado con Él.
Allah
es Clemente
y Misericordioso
con los siervos”.
(La
familia de ‘Imrân 3: 30)
La
Aleya
se entiende como que verá la compensación por lo que haya hecho de
bien o de mal, ya que el hecho en sí ha pasado y es inexistente, por
lo tanto no se ve.
Dijo
Ibn
Mas‘ûd:
“Esta es la Aleya
más perfecta del Corán.
Allah
(SWT)
hizo descender para el Profeta
Muhammad
(SAWS)
dos Aleyas
que comprenden lo que hay en la Torâ
(At-Taurat),
en el Inyîl
(El
Evangelio),
en los
Salmos
(Az-Zabûr)
(libro de Dâud)
y en las “hojas” de Ibrâhîm
(Abraham)
y Mûsâ
(Moisés)”.
Dijo
Seij
Abû
Madian
(Tlemcen)
a propósito de la Aleya:
“Quien haga el peso de un átomo de bien, lo verá”. Es decir,
verá el resultado de su buena acción de forma inmediata. Y el
Profeta
(SAWS),
solía decir que era una Aleya
única que todo lo abarca.
Al
principio del Islam,
en la Península
Arábiga
no había mulos salvo la mula del Profeta
(SAWS),
llamada “Al-Duldul”
con
la
que combatió en la Batalla
de Hunain;
la cuál le fue regalada por el Rey
de Egipto
Al
Muqauquis
(el grande de los
Coptos).
Y los Ahadîz
que hablan de la recompensa por la utilización de los caballos son
muchos. Y el Profeta
(SAWS)
no habló de la utilización de los burros y los mulos porque no se
podía hacer con ellos el Ŷihâd
por su lentitud. Sin embargo, Ibn
al-‘Arabî
dice que en el empleo de burros y mulos hay grandes beneficios para
la Ummah
por su uso en el transporte de materiales diversos como animales de
carga. Y después descendió al Profeta
(SAWS)
en el Corán
una Aleya
que habla de los caballos, mulos y burros.
En
el Muwatta:
“Un pobre pidió comida a la señora ‘Â’isha
que tenía en sus manos un racimo de uvas. Entonces ella dijo a un
hombre: Dale una uva a este pobre. El pobre la miró asombrado. Y le
dijo ella: ¿Te asombras? ¿Cuántos pesos de átomo de bien ves en
esta uva?
Se
relató de Sa‘d
ibn
Abû Waqqâs:
“Quiso dar una Sadaqât
de dos dátiles, pero el pobre encogió su mano. Entonces le dijo
Sa’d:
Allah
(SWT)
acepta de nosotros hasta los pesos de átomos, y en estos dos dátiles
hay muchos pesos de átomos”.
Relató
Al-Muttalib
ibn
Hantab
que un Beduino
compañero del Profeta
(SAWS)
le escuchó recitar esa Aleya,
y le dijo: “¡Mensajero
de
Allah
(SAWS)!
¿Por el peso de un átomo? Contestó: ¡Sí! Y le dijo el Beduino:
¡Ay de mí, por las faltas que he cometido! Y se marchó
entristecido y lamentándose. Y el Profeta
(SAWS)
dijo a sus compañeros: “La fe ha entrado en el corazón del
Beduino”.
Relató
Ma‘amar,
de Zaid
ibn
Aslam,
que un hombre acudió al Profeta
(SAWS)
y le dijo: “Enséñame de lo que Allah
(SWT)
te ha enseñado. Entonces lo mandó a un hombre para que le enseñara,
y le enseñó la Sura
El Terremoto.
Y
dijo: Con esto me basta. Informó de ello al Profeta
(SAWS)
y éste dijo: “¡Dejadle, porque verdaderamente se ha instruido!”.