A‘udu
Billâhi Min As-Saitâni Rayîm
Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm
Amado y querido nieto:
- Acabas de llegar al mundo, y todo apunta a que yo estoy a punto de
abandonarlo, con el permiso de Allah
(SWT).
- He vivido esta vida al máximo.
He presenciado y sentido el amor, el odio, el racismo, y tales
niveles de maldad e injusticia, que tú nunca lograrás comprender.
He intentado arraigar y presentar a tu amada madre muchas grandes
cualidades, las cuales, si Allah
(SWT)
así lo decreta, apreciarás por ti mismo cuando crezcas.
- He pagado todas mis deudas, y he
encomendado mi vida y mi energía para formar parte de un mundo
mejor.
- He adorado a un solo Dios,
Allah
(SWT),
el Creador
de todos los Universos. Y te digo, oh hijo mío, que recuerdes, lo
mismo que le dijo el Profeta Ibrâhîm
(Abraham)
a su padre y a su pueblo:
“Y
cuando Ibrâhîm les dijo a su padre y a su gente: Soy inocente de lo
que adoráis”. (Los
Dorados 43: 26)
- Y lo mismo que le aconsejó Luqmân al-Hakim a su querido hijito:
“Y
cuando Luqmân le dijo a su hijo, aconsejándole: ¡Hijo mío! No
asocies nada ni nadie con Allah,
pues hacerlo es una enorme injusticia”.
(Luqmân
31: 13)
- Por favor mi amado, se amable con la gente, se considerado, y siempre ten las mejores intenciones hacia todo el mundo.
- Ama de forma incondicional, a
aquellos que lo merezcan, a pesar de su raza, color, estatus,
profesión y nacionalidad. Si te aportan felicidad, dales tú a
ellos.
- Trata a las mujeres como merecen
ser tratadas. De la mejor manera, como nos enseñó el Sello de
los Profetas, Muhammad
(SAWS),
y un día, Allah
(SWT),
el Señor
de los Mundos, pondrá en
tu camino a una reina que te ayude en la creación de tu reino.
- Confía siempre en Allah
(SWT),
pues fuera de Él,
no existe nada. Y con Él,
existe todo.
- He cometido muchos errores
durante mi vida, mi amado nieto, pero siempre me he vuelto a Allah
(SWT),
y siento en mi corazón que Él
me ha perdonado, debido a la sinceridad de mi arrepentimiento,
pensando en sus palabras:
“Ciertamente,
Allah
ama a los que se arrepienten y a los que se purifican”.
(La Vaca 2: 222)
- Trata bien a tus padres, sobre todo a tu madre, y no dejes pasar un día sin hacerles saber que les amas. He ahí la llave del paraíso, luego de haberte sometido al Más Elevado.
- Oh mi amor, no engañes a la
gente, sé un hombre siempre, y di siempre la verdad, aunque vaya en
tu contra. Eso es mejor para ti.
- Cuéntate entre los humildes. La
humildad es una gran cualidad que solo pocos poseen, y esos son
amados por Allah
(SWT).
Recuerda que el egoísmo, la codicia, el orgullo, la altanería y la
soberbia, son adjetivos que debes sacar de tu diccionario, pues esos
son los aliados de Shaytán.
Y Allah
(SWT)
nos dice, oh amado nieto:
“Y
no pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia,
pues es verdad que Allah
no ama al que es presumido y jactancioso”.
(Luqmân
31: 18)
- Oh sangre de mi sangre. Aléjate de todo aquello que Nuestro Señor nos ha prohibido, y aférrate a todo aquello que Él (alabado sea) y su Mensajero (SAWS) nos han prescrito.
- Cuida con la gente que vas.
Selecciona bien a tus amistades, y recuerda que ellos te ayudarán a
labrar el camino de la adoración, o te impulsarán al desvío y a la
desobediencia. Tus amistades son más importantes de lo que jamás
llegarás a entender. Y comprende, sabe, que un mal amigo, puede ser
la causa de tu destrucción. Pero un amigo sincero y temeroso, el
motivo de tu éxito.
- Dale sus derechos al vecino, sea
cual sea su religión, se amable con ellos, y sé hospitalario con
tus invitados. Siempre. Esa es una cualidad del verdadero Creyente.
- Bello y lindo nieto, sé que no
me entiendes, pero no es a ti a quien hablo, sino a tu espíritu y a
tu corazón, y rezo a Allah
(SWT)
para que algún día, estas palabras resuenen e impacten en tu
interior como inspiración y recuerdo de alguien que te ama y desea
tu victoria en esta vida y en la otra.
- Siento como pierdo las fuerzas y
abandono este mundo. Ya no soy aquel joven lleno de energía que
quería comerse el mundo de un bocado. ¡No! Ahora estoy viejo,
anciano, débil y a las puertas de encontrarme con mi Señor,
quien me juzgará por la vida que he llevado. He intentado ser un
buen siervo de Allah
(SWT),
y ahora conoceré el resultado de mis acciones, y lo más importante,
de mis intenciones.
- Por ello, oh precioso y bello
nieto: cuida tus intenciones, ten presente siempre a Allah
(SWT),
ámale y sigue siempre los consejos del Mensajero
Muhammad
(SAWS).
Evita las sospechas, las conjeturas y las peleas. Sé
misericordioso, y tu vida será un jardín de bellas y aromáticas
flores, las cuales te beneficiarán en todos los aspectos.
- Sé que no he sido perfecto,
pero siempre he intentado imitar al más perfecto de los mortarles,
Muhammad
ibn
Abdullah (SAWS).
- Debo marcharme mi amado, y pido
a Allah
(SWT)
que nos una en el Lugar donde no hay Lugar, y podamos contarnos entre
los que han tenido éxito. Te amo. Te amo con todo mi corazón y
lamento no poder estar ahí para poder verte crecer y adorar a Allah
(SWT)
como un buen musulmán, siendo partícipe de tus victorias y tus
éxitos mundanales y espirituales. Lo lamento desde lo más profundo
de mi corazón, pero ahora, aquí, tomando tu mano y mirando tus
lindos y profundos ojos, te digo, que no importa que yo no esté,
porque Aquel
que Siempre
Ha Estado y Siempre
Estará,
Alabado
sea, te observa, te cuida y te ama.
- Me voy mi amado. Me voy...
Siento que son mis últimas palabras y debo elegirlas con cuidado y
sabiduría. Sigue mis consejos, mi vida. Intenta vivir como un hombre
honrado y temeroso, y morir con las últimas palabras que te voy a
dedicar, a ti y a mí:
“Atestiguo que no hay nada ni
nadie digno de ser adorado excepto Allah
(SWT),
y atestiguo que Muhammad
(SAWS),
es el Mensajero
de Allah
(SAWS).
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