La Palmera era conocida en Ilici,
la Elche
(Capital europea de la cultura Íbera) de
la antigüedad, cuyas ruinas constituyen el yacimiento de la Alcudia,
famoso por el hallazgo, hace ahora un siglo, del fascinante busto de
la Dama Ibérica. Siglos antes de Cristo,
los Íberos empleaban hojas de Palma
en complejos rituales, como demuestran las valiosas representaciones
cerámicas exhumadas en el yacimiento. Esta cerámica demuestra que
dichas hojas se utilizaban en su forma natural y también modificada
con fines ceremoniales. Plinio
el Viejo
y Columela
citan la presencia de la Palmera Datilera en el
sureste de Hispania, así como el
aprovechamiento de su fruto, los Dátiles.
Semillas de Dátil fosilizadas datadas cerca
2.800 a. C. fueron encontradas en la Cueva de
los Tiestos (Jumilla, Murcia),
a menos de 56 km de Elche.
Se cree que la Palmera Datilera ya existía en
estado silvestre hace más de 5.000 años en las
regiones pertenecientes al actual Irak.
Siendo probablemente nativa del Norte de África
o Arabia,
la pusieron bajo cultivo por primera vez en Mesopotamia
(Irak actual), hace alrededor de unos 3.000
a.C. Ha tenido gran importancia para distintos pueblos: para Caldeos
y Árabes era el árbol de la vida, en el
Antiguo Egipto significaba la fertilidad, para
los Hebreos y Griegos el
triunfo y para los Fenicios era sagrada (Dios
Palmera)
Las agrupaciones naturales de Palmeras deben de
haberse desarrollado cerca de los manantiales, como en el Norte
de África y que pueden verse representadas en las
pinturas de las grutas de la Edad de Piedra en
el Sahel. (Zona eco-climática
y biogeográfica de transición entre el Desierto
del Sáhara
al norte y la Sabana
Sudanesa
al sur. Se extiende a través del Norte del continente Africano,
entre el Océano
Atlántico
y el Mar
Rojo)
El uso de la Palmera Datilera en apoyo de la
agricultura de regadío, formando oasis artificiales, era conocido en
el Norte de África
en época
romana. Pero ignoramos, sin embargo, si los Íberos
o sus sucesores, Romanos y Visigodos,
dieron este paso adelante, desde la simple recolección de los
agrupamientos naturales de Palmeras.
En tiempos anteriores al hombre sobre la tierra, las Palmeras
vegetaban profusamente por el continente europeo, poseedor por aquel
entonces de un clima semejante al que existe en la actualidad en el
Norte de África. Y, refiriéndonos a la Palmera
Datilera, su existencia en tiempo de los Romanos
quedó consignada por Plinio
el Viejo quien recoge que había
Palmeras en Italia, pero eran
estériles, mientras que en la parte marítima de España
daban fruto; por lo que lo más probable es que su introducción se
debiese a algún pueblo venido del oriente como los Fenicios.
Los musulmanes Andalusíes introdujeron en la
Península Ibérica el Dátil
desde Mesopotamia
(Irak), de donde era originario. La Palmera
es el árbol emblemático de los Oasis; por eso
se dice que ha de tener “los pies en el agua y la cabeza en el
fuego” para dar una abundante cosecha.
En la Península Ibérica, el gran Oasis
de Elx, el Palmeral de Elche,
es de origen musulmán. Dos grandes urbes del Islam occidental
deben su prosperidad al establecimiento de grandes oasis
artificiales: Marraquech, fundada en 1.062
por el Caudillo Almorávide Yusuf
ibn Tashfin, y Elche,
fundada hacia finales del siglo X por el Califato
de Córdoba. Ciudades hermanas que compartieron siglos de
historia bajo soberanía Almorávide y Almohade.
El gran Oasis de Elche, el
Palmeral, Patrimonio de la Humanidad,
fue establecido por los fundadores musulmanes de la actual urbe,
quienes trasladaron su emplazamiento hasta su ubicación actual,
fortificándola y rodeándola de palmeras para asemejarla a Meca.
Un geógrafo musulmán del medioevo que visitó
Elche,
Ibn
Said, hizo significativamente
constar en sus escritos que, según opinión común, la ciudad de
Elche recordaba a “la ciudad d
el
Profeta
(SAWS)”,
es decir,
Madinat an-Nabi, actual ciudad de
Medina en
Arabia Saudí, fundada
por
Muhammad
(SAWS)
a la orilla de un
Oasis de
Palmeras
cuando fue expulsado de
Meca (la
Héjira,
punto de arranque de la era musulmana).
El Palmeral, que según otro autor coetáneo,
Ibn
al-Yasa, producía los mejores
Dátiles de Al-Andalus, es
un testimonio vivo y singular de la revolucionaria cultura hidráulica
desarrollada por el Islam en la Península Ibérica.
El Palmeral
impresionó a los viajeros ilustrados del siglo XVIII,
y a los artistas, geógrafos e ingenieros que lo visitaron en la
centuria siguiente, época de máxima expansión de los huertos de
Palmeras, cuyo cómputo, sumando el Palmeral
urbano y el disperso, debía superar ampliamente los 200.000
ejemplares. Actualmente la población de Palmeras
ha mermado, pero gracias a su protección oficial cuenta todavía con
unos 119.684
ejemplares, y sigue siendo el mayor bosque de palmeras de Europa.
Las Palmeras Datileras (Phoenix
Dactylifera) son objeto de veneración allí donde se
cultivan. Simbolizan la unión entre cielo y tierra y su presencia
junto a las casas es signo de hospitalidad. Es el árbol que inspiró
las columnas de los templos, el pilar del cielo, según afirma la
palabra griega Phoenix. En muchas Mezquitas,
como en Córdoba, las columnas evocan la forma
de las Palmeras. (Otro ejemplo cercano lo
encontramos en el templo de la Sagrada Familia
en Barcelona,
obra del genio creador de Gaudí)
Y en los paisajes más ásperos, la dulzura de su fruto augura el
Paraíso.
Para la tradición musulmana la Palmera Datilera
es considerada como la “fuente de la vida”.
Si la palmera se encuentra a gusto es sin duda en la cultura
musulmana donde está omnipresente en todas sus manifestaciones, ya
los historiadores musulmanes medievales explicaron la relación entre
la semilla del Dátil y Sulaymân
(Salomón),
hijo de
Dâud (David).
Según la leyenda, un día durante la primavera, el príncipe
Sulaymân
(Salomón)
se hallaba sentado debajo
de una Palmera en el jardín real, cuando un
Hombre de Allah
(SWT)
vino a verle, con un Dátil en su mano. “Mirad”, le dijo, “lo
que saldrá de esto”. Cavó entonces un hueco en la tierra y lo
tapó. Cuando retiró su ano el suelo se abrió y Sulaymân
(Salomón)
pudo ver como dos pequeñas
hojas salían a la luz. Pero, apenas las había visto, se juntaron y
formaron un tallo; y el tallo se empezó a engrosar ante sus ojos.
Luego, el Hombre de Allah
(SWT)
tomó agua en la Palmera de su mano y roció con ella la
Palmera tres veces, y he aquí que las raas se
desplegaron en verdes frondas que proveyeron delicada sobra y el aire
se engalanó con el perfume de las flores que colgaban de sus
racimos.
El
príncipe Sulaymân
(Salomón)
quiso hablar pero una suave brisa salía de los pétalos que tenían
cerca. Apenas las flores que caían tocaban el suelo cuando el fruto
ya colgaba debajo de las hojas del árbol. El Hombre
de
Allah
(SWT)
desapareció. El príncipe en su arrobamiento (Estado de la persona
que siente un placer, una admiración o una alegría tan intensos que
no puede pensar ni sentir nada más) le pareció oír una voz que
decía: “Mira, el los jardines de tu padre puedes ve desplegar los
maravillosos árboles. No ocurre este mismo milagro con todos los
árboles que crecen? Ellos brotan de la tierra, ellos producen ramas
y hojas, luego florecen, dan fruto, pero no en un momento, sino a lo
largo de meses y aun de años. Pero, puedes tu saber la diferencia
entre un minuto, un mes o un año cuando a los ojos de El
un día son como mil años, y mil años, como un día?
Hay quienes sostienen que el Olivo es el árbol
de los Judíos, el Ciprés
el de los Cristianos y la Palmera
el de los musulmanes.
Desde los más remotos tiempos el hombre ha consumido los Dátiles.
Así se sabe que la alimentación de los Egipcios
incluía muchas frutas cultivadas y otras silvestres como los Higos,
los Jínjoles, los Dátiles
o las Nueces y que, además de vino de Vid,
bebían vino de Dátiles, de Higos
y de Granada. Igualmente, el cultivo de Dátiles,
Higos, Manzanas,
Membrillos,
Almendras
o Granadas
se menciona en los textos Asirios y Babilónicos,
en la Biblia
y, más tardíamente, en los textos de los autores clásicos.
Si hay un pueblo que destaca por su consumo de Dátiles,
éste es sin lugar a dudas el pueblo árabe, cuyos pastores nómadas
de la época pre-islámica, debido a lo inhóspito del medio en el
que habitaban, ya se alimentaban básicamente de los productos
lácteos de sus Camellos y Cabras,
algo de carne y Dátiles.
Se dice que un Beduino resiste tres
días de marcha en el desierto con un Dátil:
“En el primero come la piel, en el segundo el fruto, en el tercero
el hueso”.
El Dátil tiene propiedades alimenticias muy
especiales, que fueron aprovechadas a través de la historia por los
pueblos árabes, que no encontraban en sus áridos desiertos la
variada gama de productos agrícolas que se dan en las zonas fértiles
del mundo.
El Dátil se consume normalmente seco, aunque es
más apreciado el Dátil Blando, al que se
conoce como pan del desierto. En los países árabes los Dátiles
se consumen frecuentemente asociados a la leche.
Por su riqueza calórica, su fácil conservación y transporte, el
Dátil fue la fruta ideal para las largas
jornadas de conquista y el comercio en el mundo oriental. Acompañó
a Mûsâ
(Moisés)
cuando deambuló por el desierto en la búsqueda de la Tierra
Prometida, a las caravanas en la larga y dura Ruta
de la Seda y a los Jinetes Moros que
conquistaron España. En los tiempos modernos también
estuvo dentro de los tanques y los morrales de los Soldados
Iraquíes en la guerra del desierto.
El Dátil está íntimamente ligado a la
historia, la cultura y la dieta alimenticia de los pueblos islámicos,
que lo consumen masivamente durante todo el año, especialmente
durante el mes del Ramadân. Probablemente son
los Dátiles lo único que asemeja a todas y
cada una de las mesas de los que hacen el ayuno de Ramadân.
Es un alimento simbólico del Ramadân,
pues la tradición reza que el
Profeta
Muhammad
(SAWS)
rompía el ayuno tomando un Dátil,
costumbre atribuible a uno de los atributos más ajustados
al Profeta
(SAWS)
del Islam,
la austeridad.
Es impensable la celebración de una boda marroquí sin el “ritual
de los Dátiles y la leche”: el novio da de
comer Dátiles y de beber leche a la novia, y
ella, a su vez, le da de comer y de beber a él. Los Dátiles
ocupan un puesto de lujo en el calendario de las festividades
populares marroquíes de origen beréber.
Durante los festejos del matrimonio tradicional marroquí, la suegra
entrega a la novia una bandeja con leche y Dátiles,
en señal de bienvenida, y un manojo de llaves y un pan, queriéndole
ofrecer su nuevo hogar. La leche pretende teñir de blanco la vida de
la esposa, los Dátiles simbolizan la fortuna.
Otro dato curioso es que la miel de la Biblia (y
de la Torâ
(At-Taurat))
no era de abejas sino de Dátiles. Esta miel de
origen vegetal se utilizaba desde muy antiguo para endulzar y dar
sabor a las comidas.
En el Corán aparecen alusiones directas a los Dátiles,
dos de ellas usadas como metáfora de la “pequeñez”
“Hace
que la noche penetre en el día y que el día penetre en la noche. Y
ha sometido el sol y la luna a Su
dominio, cada uno de los cuales órbita en un plazo fijado. Ese es
Allah,
vuestro Señor,
a Él
Le
pertenece la soberanía, mientras que esos que invocáis aparte de Él
no poseen ni la piel de un hueso de dátil”.
( El
Creador
35: 13)
En las otras tres Aleyas se refiere al fruto de la
Palmera como tal; dos de ellas son muy
parecidas, refiriendo su valor alimenticio como fruta madura, junto a
otras frutas como la Uva, la Aceituna
y la Granada:
“Y
Él
es Quien
hace que caiga agua del cielo y con ella hacemos surgir el germen de
todo, y de ahí hacemos brotar el verdor del que sacamos la mies. Y
de la palmera, cuando echa sus brotes, hacemos que salgan racimos de
dátiles apretados. Y jardines de vides, olivos y granados,
semejantes y distintos. Observad sus frutos cuando fructifican y
maduran. Ciertamente en ello hay signos para los que creen”.
(Los
Rebaños 6: 99)
“Y
esbeltas palmeras de apretados racimos. Como provisión para los
siervos. Y con ella devolvemos la vida a una tierra muerta. Así será
el resurgir”.
(Qâf
50: 10-11)
El gran valor de los Dátiles lo vemos expresado
en este hermoso pasaje coránico, donde Allah
(SWT)
le aconseja a Maryam
(María),
en el momento del nacimiento del Profeta ‘Îsâ
(Jesús),
que coma Dátiles de la Palmera.
Presumiblemente era una medida para hacer el parto fácil y cómodo.
Por otras narraciones deducimos que también durante el embarazo se
ha recomendado comerlos.
“Le
sobrevino el parto junto al tronco de una palmera. Dijo: ¡Ojalá y
hubiera muerto antes de esto, desapareciendo en el olvido! Y la llamó
desde abajo: ¡No te entristezcas, tu Señor
ha puesto un arroyo a tus pies! Sacude hacia ti el tronco de la
palmera y caerán dátiles maduros y frescos. Come, pues, y bebe, y
alegra tus ojos. Y si ves a algún ser humano, dile: He hecho promesa
de ayuno al Misericordioso
y no puedo hablar hoy con nadie”.
(Maryam
19: 23-26)
En otras Aleyas también hay referencias al fruto de la
Palmera, aunque sin nombrarlo como tal. La
Palmera, junto a la Vid y
al Olivo,
es uno de los árboles frutales más aludidos en el Corán (al
menos en 20 Suras), en algunos casos de
forma metafórica y en la mayoría refiriéndose al árbol productor
de Dátiles, como una evidencia de la
generosidad de Allah
(SWT).
Veamos aquí unas muestras:
“Él
es Quien
ha producido huertos, unos con plantas rastreras y otros con plantas
que crecen hacia lo alto; y las palmeras, las plantas de diferentes
frutos, los olivos y los granados: todos parecidos pero diferentes.
Comer de sus frutos cuando maduren, pero pagar lo que corresponda por
ellos
[es
decir, el Zakât
correspondiente]
el
día de la cosecha; y no derrochéis, porque Allah
no ama a los derrochadores”.
(Los
Rebaños 6: 141)
“De
los frutos de las palmeras y de las vides extraéis un embriagante
[según
el Qâdi
Ibn
al-‘Arabî
si
el término “Sakar”
se refiere al Vino,
como explica
Ibn
‘Abbâs,
entonces la Aleya
estaría abrogada, pues esta Aleya
es Mequinense
y anterior por lo tanto a la prohibición del Vino
que es de Medina]
y
buena provisión. En eso hay un signo para la gente que razona”.
(La
Abeja 16: 67)
“Y
por medio de ella creamos para vosotros jardines de palmeras y vides
de los que obtenéis muchos frutos y de los que coméis”.
(Los
Creyentes 23: 19)
“Ha
puesto la Tierra para las criaturas. En ella hay frutas y palmeras
con brotes en espatas. Semillas con paja y arrayán
[raihân]”.
(El
Misericordioso 55: 10-12)
“Que
mire el hombre su alimento. Ciertamente, Nosotros
vertimos el agua en forma de precipitaciones, y seguidamente hendimos
la tierra en surcos, y hacemos que en ella broten granos, viñedos y
plantas comestibles, olivos y palmeras, frondosos vergeles, frutas y
pastos, come disfrute para vosotros y vuestros rebaños”.
(Frunció
el Ceño 80: 24-32)
En todas estas Aleyas
se nos presentan los Dátiles maduros como la
fruta por excelencia, alimento para los seres humanos, y como alivio
especial para las mujeres embarazadas cuando empiezan las
contracciones de parto.
Según Ibn
‘Umar,
una vez le dieron al
Profeta
(SAWS)
el corazón de un Dátil, y dijo, “De
todos los árboles, hay uno bendecido con Baraka
(Bendición)
al igual que los verdaderos creyentes”. Se refería a la
Palmera. (Este Hadîz
proviene de Al-Bujârî,
Libro 3, Hadîz 58,
59,
72, 133;
Libro 60, Hadîz 220;
Libro 65, Hadîz 355,
359;
Libro 73,
Hadîz 143,
165
y Muslim
(As-Suyuti’s Medicine of the
Prophet)).
Según otro Hadîz, ‘Alî
dijo: “Haz honor a tu tía, la Palmera, porque
ha sido creada de la misma tierra de la que fue creado Âdam”.
De la metáfora sobre la “pequeñez”, que encontramos en el
Corán, también dan
cuenta los Ahadîz,
haciendo uso de ellos a modo de Sadaqât para
protegerse del Infierno:
De
Adí
ibn Hâtim que dijo el
Mensajero
de Allah
(SAWS):
“Protegeos del
Fuego
aunque sea con medio
Dátil de
Sadaqât”.
(Lo relataron
Al-Bujârî
y
Muslim.
(
Los Jardines de los Justos (
Riyad
As-Salihin).-
Imâm An-Nawawi,
Capítulo
59:
Del
estímulo a comer del propio trabajo,
Hadîz
3.
549; Capítulo
13:
De
los diversos y muchos caminos del bien),
Hadîz
23.
139.
Sahîh
Al-Bujârî, Libro
76,
Hadîz
547)
El Profeta
(SAWS)
decía: “Wal Kalima Tayibatu, Sadaqa”. (y la buena
palabra es caridad). Y prevénganse del Fuego aunque
sea con un Dátil y sino pueden aunque sea con
una palabra buena. (Lo relataron Al-Bujârî
y Muslim.
(Los Jardines de los Justos (Riyad
As-Salihin).- Imâm
An-Nawawi,
Capítulo 13: De los diversos y muchos caminos
del bien), Hadîz
23. 139. Sahîh
Al-Bujârî, Libro 76,
Hadîz
548; Libro 76, Hadîz
568; Sahîh
Al-Bujârî, Libro 24,
Hadîz
498)
“Protegeos contra el Fuego,
aunque sea regalando la mitad de un Dátil por
caridad; y si no lo tuvierais, diciendo una buena palabra”.
(Narrado por Adiyy
ibn Hatim en Sahîh
Al-Bujârî, Libro 73,
Hadîz
52; Libro 24, Hadîz
494)
“Quien quiera protegerse del Infierno que dé aunque
sea un trozo de Dátil. Quien sea que no posea
nada para darlo en caridad, que diga una buena frase, porque una
buena acción es recompensada por Allah
(SWT)
de 10 a 700 veces más que su valor”.
(Frases de la primera Jutba que
el Profeta
(SAWS)
pronunció en Qubâ antes de dirigir el
Salât, al poco tiempo de haber instaurado el
Salât colectivo de los viernes (Ŷum‘a))
La referencia coránica sobre los beneficios de los Dátiles
para facilitar el parto viene corroborada por el Hadîz
en el que el Profeta
(SAWS)
dice: “Vuestras mujeres deberían comer Dátiles,
porque quienquiera que se alimente de Dátiles
engendrará con facilidad”. (As-Suyuti’s Medicine of the
Prophet)
De lo nutritivo que es el Dátil también dan fe
los Ahadîz,
al constatar que se podía subsistir prácticamente con sólo Dátiles
como alimento y agua: ‘Â’isha
contaba que podían pasar un mes completo durante el que no hacían
fuego (para cocinar), y su comida sólo eran Dátiles
y agua, excepto algo de carne que les daban como presente. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 76,
Hadîz
465)
‘Â’isha,
la esposa de Muhammad
(SAWS),
dijo dirigiéndose a su sobrino: “¡Oh sobrino mío!, a
veces pasaban dos meses sin que se encendiera un fuego para cocinar
la comida en las casas del Profeta
(SAWS)”.
Su sobrino le pregunto: “¡Oh tía!, ¿qué los sostuvo entonces?”,
ella dijo: “El agua y los Dátiles, pero el
Profeta
(SAWS)
tenía algunos vecinos de entre los Ansar que
tenían camellos que les proporcionaban leche y solían mandarle al
Profeta
(SAWS)
algo de su leche”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 76,
Hadîz
466; Hadîz
2.567; Libro 47, Hadîz
741. Sahîh Muslim, Hadîz
2.972)
Esta era una práctica también en tiempos de guerra: Jabir
ibn Abdullah narró: “El
Apóstol de Allah
(SAWS)
envió un ejército hacia
la costa este y designó a Abû
Ubaida ibn al-Jarrah como su
Jefe, y el ejército consistía en 300
hombres, incluido él mismo. Caminamos hasta llegar a un lugar en que
la comida estaba a punto de acabarse. Abû
Ubaida nos ordenó recolectar
toda la comida de la jornada y así se hizo. Mi (nuestra) comida
diaria eran Dátiles. Abû
Ubaida se mantuvo dándonos
nuestra ración diaria en pequeñas cantidades, hasta que se agotó.
La parte de cada uno de nosotros solía ser un único Dátil”.
Yo dije, “¿Cómo podía beneficiaros un solo Dátil?”.
Jabir
respondió, “Empezamos a conocer su valor cuando incluso eso
también se acabó”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 44,
Hadîz 663)
Los Dátiles aparecen mucho en los Ahadîz,
sobre todo como elemento de intercambio comercial, para determinar la
legalidad de las transacciones y distinguir lo que es Usura
(Ribâ)
en la compra-venta de productos.
Las Palmeras también están siempre presentes
como paisaje inevitable del desierto en las diferentes descripciones
de los acontecimientos de la vida del Profeta
(SAWS)
y de los primeros musulmanes.
Los Dátiles son clasificados de manera variada,
unos como comida, frutas, dulces, nutrientes y medicina. Los Dátiles
curados, son llamados ‘Ajwah en árabe.
‘Â’isha
relató lo que dijo el Mensajero de Allah
(SAWS):
“los Dátiles de ‘Ajwah
son un excelente remedio”. (Divulgado por Bukhari
y Muslim.
(As-Suyuti’s Medicine of the Prophet))
De acuerdo a otra narración, “los Dátiles de
‘Ajwah son ciertamente excelentes y
una comida suficiente”. Los Dátiles están
considerados entre las frutas del Paraíso, así se
observa en el Hadîz: “‘Ajwah
viene del Paraíso y contiene un antídoto en
contra del veneno”. (Divulgado por At
Tirmidî. (As-Suyuti’s
Medicine of the Prophet)).
Según otro comentario: “El Dátil
‘Ajwah
es uno de los frutos del Jardín”. (As-Suyuti’s
Medicine of the Prophet)
Varios Ahadîz
refieren esta capacidad casi mágica de los Dátiles,
por la que su consumo diario previene de los efectos perjudiciales
del veneno y de la magia.
Dijo el Mensajero de Allah
(SAWS):
“Quien coma siete Dátiles de la variedad
‘Ajwah por la mañana, no le afectará
ni la magia ni el veneno hasta que caiga la tarde”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 65,
Hadîz 356; Libro 71,
Hadîz 663, 664,
671)
Tomado del Mensajero de Allah
(SAWS):
“La mejor parte del Dátil es la punta. Quien
come siete Dátiles de la variedad ‘Ajwah
enteros, no le afectará durante ese día ni el veneno ni el
hechizo”.
Tomado de Abû
Huraira, que el Mensajero
de Allah
(SAWS)
dijo: “Los Dátiles ‘Ajwah
son beneficiosos y un remedio contra el veneno”. (Ibn
Habib. Compendio de
Medicina (Mujtasar fi l-tibb))
As-Suyuti
confirma este poder de los Dátiles ‘Ajwah
en su libro sobre la medicina profética con el siguiente
comentario: “Shaykh
Muhiyu’d-Din at-Tawawi dijo que
el Profeta
(SAWS),
había dicho, “Quien quiera que rompa su ayuno con siete Dátiles
‘Ajwah no será dañado
por ningún veneno ni embrujo durante ese día”. Y añadió, “Esto
es un trozo de conocimiento excelente, y la Sharî‘ah
lo confirma”. Y yo mismo digo que el Shaykh
Muhiyu’d-Din decía la verdad”.
Y, en otro lugar de su misma obra, As-Suyuti
comenta: “Entre otros Ahadîz
bien fundados, existe éste: “ Quienquiera que coma siete dátiles
entre el alba y el crepúsculo nada le hará daño entre el alba y el
crepúsculo”. El autor de este libro ofrece la explicación de que
por “alba” hay que entender comer en el desayuno temprano cada
mañana, y que el ‘Ajwah es
un tipo de Dátil de Medina
más largo que el Dátil
Al-Sihani,
de color oscuro, que fue plantado por el propio Profeta
(SAWS).
Está claro que se ha beneficiado de la Baraka
(Bendición)
de haber sido plantado por el Profeta
(SAWS).
Se puede ver una conexión con la práctica de colocar dos ramas de
palmera en las tumbas de los Mártires
(Suhadâ)
y dentro de sus sepulturas. Poniendo estas palmas se les da Baraka
(Bendición)
y disminuyen sus sufrimientos.
Dijo ‘Alî
ibn Abî Talib: “Quien come
siete dátiles de la variedad ‘Ajwah
al irse a dormir, mata el gusano que haya en su vientre”. (Ibn
Habib. Compendio de
Medicina (Mujtasar fi l-tibb))
Entre los Ahadîz
también se dice que comer dátiles previene contra los cólicos.
“Realmente el ‘Ajwah es
una comida excelente y completa, y si se añade un poco de
mantequilla a ella su completitud es perfecta, y, según los Ahadîz,
el Dátil ‘Ajwah
es uno de las frutos del Jardín”.
Sin embargo, el mismo As-Suyuti
en la misma obra da
referencias de otros Ahadîz
que elogian el
poder de otro tipo de dátiles: ‘Alî
dijo: “Los mejores dátiles son los Dátiles
llamados Al-Burniy”.
El Profeta
(SAWS)
dijo: “Los mejores de todos vuestros Dátiles
son los de Al-Burniy, que
expulsan la enfermedad”.
Y ha sido transmitido por Abû
Huraira, “En la dulzura de los
Dátiles Al-Burniy
no hay enfermedad”.
También tomado de Al-Hasan,
que el Mensajero de Allah
(SAWS)
había dicho: “El mejor de vuestros Dátiles
es el Birnî;
expulsa la enfermedad y no produce ningún daño”.
Dijo ‘Abd
al-Malik: “Es decir, es el
mejor de los Dátiles después del ‘Ajwah”.
(Ibn
Habib. Compendio de
Medicina (Mujtasar fi l-tibb)).
‘Â’isha
solía prescribir Dátiles
para aquellos que sufrían de mareos. ‘Â’isha
recomendaba a quien padecía vértigo, es decir que todo le daba
vueltas, que comiera siete Dátiles ‘Ajwah
cada mañana en ayunas, durante siete días.
Es bien conocido, que el nivel bajo de azúcar y la
presión sanguínea baja son la causa de mareos. También, ella
refirió que usaba Dátiles
combinados con pepinos para tratar su súper-delgada condición. Ella
dijo “ellos me alimentaban con cualquier clase de comida para
engordarme, sin embargo, no gané peso. Ellos añadieron pepinos y
Dátiles
frescos y eso me ayudó”.
Los
Dátiles
fueron el alimento favorito d
el
Profeta
Muhammad
(SAWS)
que elogió frecuentemente las
Palmeras,
e indicó que las
Palmeras provenían de
Hijaz
en la región de
Medina, de donde fueron tomadas
por la
Tribu de
Nimrod y
llevadas a Oriente, posteriormente a
Damasco por
los
Cananitas y a
Babilonia por el
Faraón, mientras que mercaderes y comerciantes
las llevaron a
Yemen,
Omán
y otros lugares remotos.
“La familia del
Profeta
Muhammad
(SAWS)
no comía dos comidas en un día, que una de ellas no fuera a base de
Dátiles”. Este es un
Hadiz
contado directamente por su mujer
‘Â’isha.
(
Sahîh
Al-Bujârî, Libro
76,
Hadiz 462)
Las virtudes nutritivas de los Dátiles quedan
claramente expuestas en el Hadîz en que el
Profeta
(SAWS)
decía: “En una casa donde no hay Dátiles,
ciertamente los que viven en ella pasarán
hambre.”
Tanto le gustaban los Dátiles al Profeta
(SAWS),
que en su lecho de muerte no expiró hasta saciar ese deseo por
última vez, según relata el Hadîz:
Narró ‘Â’isha:
“El Profeta
(SAWS)
murió cuando hubo satisfecho su hambre con las dos cosas negras, es
decir, dátiles y agua”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 65,
Hadîz 295)
El Profeta
(SAWS)
a veces combinaba Dátiles con pan; otras veces,
mezclaba Dátiles maduros con pepinos o
combinaba los Dátiles con mantequilla de
búfalo; él probó todas las variedades de Dátiles,
pero, como hemos visto en los Ahadîz,
prefirió la variedad llamada ‘Ajwah.
El Profeta
(SAWS)
acostumbraba a beber una infusión hecha de uvas secas y a comer
Dátiles secos durante sus comidas. También era
habitual su consumo de pepinos con Dátiles
verdes, y lo aconsejó a los padres de ‘Â’isha
para que ella engordara pues estaba muy delgada, y engordó.
Narró ‘Abdullâh
ibn Jafar ibn Abi Talib: “Yo vi
al Mensajero de Allah
(SAWS)
comer Dátiles frescos con pepino armenio”.
(Sahîh
Al-Bujârî, Libro 65,
Hadîz 351,
358,
360)
Al Profeta
(SAWS)
también le gustaba tomar una bebida hecha a partir de Dátiles.
Sahl
narró: “Abû
Usaid as-Saidi vino e invitó al
Mensajero de Allah
(SAWS)
en ocasión de su boda. Su esposa, que era la novia, los estaba
sirviendo. ¿Sabéis qué bebida preparó para el Mensajero de
Allah
(SAWS)?
Ella había puesto en remojo con agua en un bote varios Dátiles
por la noche”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 69,
Hadîz
495, 502)
La misma historia viene contada con pequeñas variantes en otro
Hadiz,
por boca de otro transmisor, Abu
Hazim, que narró que Sahl
ibn Sad dijo, “Abû
Usaid, el compañero del Profeta
(SAWS),
se casó, invitó entonces al Profeta
(SAWS)
a la fiesta de su boda, y la propia novia los sirvió. Sahl
dijo a la gente, ¿Sabéis con qué bebida le sirvió? Ella infundió
varios Dátiles en un cazo por la noche y a la
mañana siguiente le sirvió la infusión”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 78,
Hadîz
676)
Los compañeros del Profeta
(SAWS)
acostumbraban a dejar algunos Dátiles en remojo
para el Profeta
(SAWS),
y él se bebía el jugo al día siguiente, y en los días sucesivos,
volvía a pedir por él, y se lo bebía, y luego vertía lo que
quedaba.
Aunque no se ha podido confirmar en los Ahadîz,
As-Suyuti
asegura que el Profeta
(SAWS)
prohibió añadir Dátiles frescos a cualquier
infusión. Este mismo autor refiere un Hadîz
donde el Profeta
(SAWS)
prohíbe a un esclavo sediento mezclar Dátiles
y pasas en remojo en la misma agua.
En una ocasión el Profeta
(SAWS)
explicó que los hombres virtuosos son similares a las Palmeras,
de pie, rectas ante su Señor,
siguiendo en cada acción el impulso recibido desde arriba,
dedicándose toda su vida al bienestar de su prójimo, la especie
humana.
Ibn
‘Umar narraba: “El Profeta
(SAWS)
solía dar sus sermones estando de pie al lado del tronco de una
Palmera. Cuando el púlpito estuvo acabado, los
daba en él. El tronco empezó a llorar y el Profeta
(SAWS)
fue hacia él y le acarició con su mano (para que dejara de llorar).
(Sahîh
Al-Bujârî, Libro 56,
Hadîz 783)
Entre las Prácticas de Adab respecto a la
comida, se cuenta la conveniencia de comer los Dátiles
de uno en uno, no de dos en dos.
De Yabala
ibn Suhaim se transmitió que
dijo: “Nos sobrevino un año de escasez, en tiempos de Az-Zubair,
y nos llegaron unos Dátiles como compensación.
Y, mientras los comíamos, acertó a pasar junto a nosotros ‘Abdallâh
ibn ‘Umar y dijo: “No comáis
los dátiles de dos en dos, pues el Profeta
(SAWS)
desaprobó que se hiciera”. Después dijo: “A menos que uno pida
permiso al hermano que come con él”. (Lo relato Al-Bujârî
Libro 65, Hadîz 357;
Libro 43,
Hadîz 635;
Libro 44,
Hadîz 669,
670).
Anas
narró: “Profeta
(SAWS)
acostumbraba a comer un número impar de Dátiles”.
(Sahîh
Al-Bujârî, Libro 15,
Hadîz 73)
Hay un Hadîz donde se expone el uso de los
Dátiles para curtir pieles: Sauda
(la esposa del Profeta
(SAWS)
narró: “Una de nuestras ovejas murió y curtimos su piel
manteniendo Dátiles en remojo en ella hasta
conseguir una piel bañada y desgastada”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 78,
Hadîz 677)
La Tahnikah
significa frotar el paladar del recién nacido con un Dátil
blando o mascado. Es una antigua costumbre establecida entre los
padres musulmanes, poner un pedazo de Dátil
bien masticado (u otra fruta dulce disponible) en la boca del recién
nacido. Esto se realiza colocando el Dátil en
un dedo y luego frotando éste de derecha a izquierda en el paladar
del niño. Varios Ahadîz
informan sobre esta práctica utilizada por el Profeta
(SAWS)
al tiempo que les daba su nombre a los recién nacidos.
Recientemente se ha comprobado que poner una sustancia dulce dentro
de la boca de los bebés recién nacidos tiene beneficios, entre
ellos, reduce dramáticamente la sensación de dolor y el ritmo
cardíaco.
Esta práctica se empezó a utilizar en Medina,
tal como informan los Ahadîz:
Asmae
narró: Que ella concibió a ‘Abdullâh
ibn az-Zubair. Ella añadió, “Yo
emigré a Medina cuando estaba al final del embarazo y
di a luz en Quba. Luego le llevé mi hijo al
Profeta
(SAWS)
y se lo puso en su regazo. El Profeta
(SAWS)
pidió un Dátil, lo masticó, y puso un poco de
jugo en la boca del niño. Fue así como la primera cosa que entró
en el estómago del niño fue la saliva del Mensajero de
Allah
(SAWS).
Luego, el Profeta
(SAWS)
friccionó el paladar del niño con un Dátil
invocando las bendiciones de Allah
(SWT)
sobre él, y fue el primer niño nacido entre los Emigrantes en
Tierras islámicas (Medina)”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 58,
Hadîz 248,
249;
Libro 66,
Hadîz 378)
Respecto a lo que puede ser utilizado dijo Ibn
Hayar al-Asqalani: “Si no puede
encontrar un Dátil fresco entonces que use uno
seco, y en su defecto puede usar cualquier dulce”.
No es esencial masticar el Dátil antes de
realizar la Tahnikah,
sino que puede ablandarse de otra forma, puesto que masticar el Dátil
antes de frotarlo en la boca del bebé como se explica en el Hadîz
era algo particular del Mensajero de Allah
(SAWS)
debido a la Baraka
(Bendición)
que existía en su saliva. Esto puede ser realizado por el padre, la
madre o una persona de conocimiento y piedad.
Dijo el Imâm An-Nawawi:
“Es consenso de los sabios la recomendación de realizar la
Tahnikah al
bebé”.
Al-Bujârî
y Muslim
transmitieron que Abû
Mûsâ dijo: “Al nacer un hijo
varón lo llevé ante el Profeta
(SAWS),
quien le puso por nombre Ibrâhîm
(Abraham),
le frotó su paladar con un Dátil mascado y
suplicó por él bendiciones, luego me lo devolvió".
Anas
narró que cuando nació su hermano,
Abû
Talha le dijo: “Llévalo al
Profeta
(SAWS)”
y envió junto con él algunos
Dátiles. El
Profeta
(SAWS)
lo tomó y dijo: “¿Trajiste algo con él?”. Dije: “Sí,
algunos
Dátiles”. El
Mensajero de
Allah
(SAWS)
los masticó, luego puso algo de
Dátil en la
boca del bebé, frotando su paladar y le puso por nombre
‘Abdullâh.
Cuando el bebé comenzó a degustar, el
Profeta
(SAWS)
dijo: “Los
Ansar aman los
Dátiles”.
(
Sahîh
Al-Bujârî, Libro
24,
Hadîz 578;
Libro
66,
Hadîz 379;
Imâm An-Nawawi,
Capítulo
3:
De la paciencia,
Hadîz 20,
44)
‘Â’isha
dijo: “Los recién nacidos eran traídos ante el Profeta
(SAWS)
y él pedía bendición por ellos, y luego colocaba un Dátil
mascado en el paladar del niño”. (Lo relataron Abû
Daûd y At-Tirmidî
(Los Jardines de los Justos (Riyad As-Salihin).-
Imâm An-Nawawi,
Capítulo 222: Del favor y el beneficio en apresurarse
a romper el ayuno, Hadîz
6).
Abû
Buradah transmitió de Abû
Mûsâ, quién dijo: ·Yo tuve un
bebé recién nacido, y lo llevé al Profeta
Muhammad
(SAWS)
a quién llamó Ibrâhîm.
El Profeta
(SAWS)
masticó un Dátil y entonces tomó el Dátil
y lo restregó en el interior de la boca del bebé”.
Se aconsejan los Dátiles
o, en su ausencia, agua para la ruptura del ayuno tras la puesta del
sol. En especial durante el mes sagrado de Ramadân,
en la Sunnah,
se rompe el ayuno comiendo un número impar de Dátiles
-habitualmente tres Dátiles-
(o algo dulce), si es posible, y si no bebiendo agua (o leche), si
están disponibles, antes de la oración del ocaso (Salât
al-Magrib).
Anas
narró: “El Mensajero de Allah
(SAWS)
rompía su ayuno con Dátiles maduros antes de
hacer el Salât. Si no le era posible comía
algunos Dátiles secos, y si esto tampoco le era
posible bebía algo de agua”. (Este Hadîz es
transmitido por Abû
Daûd y por Al-Hâkim,
que lo califican como Sahîh, y por At-Tirmidî,
que lo califica como Hasan. (Los
Jardines de los Justos (Riyad As-Salihin).
Imâm An-Nawawi,
Capítulo 222: Del favor y el beneficio en apresurarse
a romper el ayuno, Hadîz 7)
Anas
ibn Malik narró: “Mensajero
de Allah
(SAWS)
nunca procedió (para la plegaria) en el Día
del ‘Îd-al-Fitr
hasta haber comido algunos Dátiles”. (Sahîh
Al-Bujârî, Libro 15,
Hadîz 73)
El Corán narra como Maryam
(María),
madre de ‘Îsâ
(Jesús)
alaba la dulzura del Dátil durante su huida a
Egipto, o como, a la hora de alumbrar a ‘Îsâ
(Jesús),
sacude el tronco de la Palmera para comer
Dátiles que le dieran fuerzas y le ayudaran en
el parto.
Características y componentes
El Dátil es un fruto de la Palmera
Datilera (Phoenix Dactylifera),
alimento básico para los países del Magreb,
cuyos beneficios son altamente medicinales y nutritivos. La fruta es
considerada edulcorante, por su gran cantidad de azúcar
(aproximadamente el 70 %), nutritiva por su alto
contenido en Carbohidratos, Hierro,
Potasio
y Fósforo.
Existen varios tipos de Palmeras
(An-Najlah):
1.- Palmeras Enanas (Dum),
que pueden crecer hasta convertirse en altas si no son cuidadas y
podadas.
2.- Las Palmeras Datileras, que entre su
numerosa variedad destacan:
- La muy frecuente Washingtonia robusta.
- La pequeña Palmera de Canarias.
3.- Y el Sabal Palmetto, de gran
belleza y altamente decorativo. Existen al menos 25
especies más de Palmeras introducidas en
parques y jardines.
Originaria de Arabia, la Palmera Datilera
pertenece al grupo de Palmeras más primitivo,
aparecidas hace 100 millones de años. Su apreciado
fruto, los Dátiles, han sido consumidos desde
los tiempos más remotos.
El Dátil no es una fruta desecada, a pesar de
que la consistencia y el aspecto pueden recordar a ésta, pero
comparte similitud nutritiva con las frutas desecadas. Este fruto no
se somete a un proceso de desecación, sino que se seca al sol en el
mismo árbol y después se recolecta. Los Dátiles
son oriundos de Oriente Medio y del Norte
de África, y dada su gran variedad se clasifican en
Dátiles blandos, semisecos y secos. Existen más
de 100 variedades de Dátiles, que
se distinguen por el color, el tamaño y la forma, las mejores
variedades son las moscadas: Dátiles
semiblandos. El valor nutritivo de los Dátiles
blandos es superior al de los secos; los primeros aportan mayor
cantidad de Hidratos de Carbono, Lípidos,
Fibra, Vitaminas y
Minerales.
El Dátil se cosecha de octubre a enero y, por
tanto, sólo en esta época del año podemos consumir dátiles
frescos. No obstante, debido a su riqueza en azúcares, el Dátil
se conserva magníficamente en congelación, por lo que los
excedentes los podemos guardar largo tiempo de este modo. Además,
este alto contenido en azúcares, favorece los procesos degradadores
tras su cosecha, por lo que han de ser conservados en refrigeración
si no los congelamos.
Los Dátiles que nosotros podemos encontrar en
nuestros supermercados proceden en su mayoría del Norte de
África y normalmente son Dátiles-Pasas
o confitados, dos formas de conservarlos y comercializarlos que
prolongan su vida útil. También podemos encontrar grandes Dátiles
oscuros procedentes de Israel y que han sido
descongelados.
Los
Dátiles frescos contienen un alto
porcentaje de
Agua (
23%),
pero sobre todo de
Azúcar (
70-
80%).
Al análisis, el fruto de la
Palmera, como todas
las frutas desecadas (durante la desecación de la fruta fresca, su
contenido en agua se reduce, lo que da lugar a la concentración de
los nutrientes. El valor calórico de las frutas desecadas es elevado
por su abundancia en
Hidratos de Carbono
simples.), presenta un porcentaje elevado de nutrientes y también de
calorías, constituyendo un verdadero concentrado de azúcares
directamente asimilables, que proporcionan unas
275-
310
Kcal por
100 g. Destaca su abundancia en
Hidratos
de Carbono, con un
9 % de
Fibra
y un
65% de azúcares fácilmente asimilables (
Glucosa
y
Fructosa).
Esta característica los convierte en uno de los frutos más dulces
al paladar y altamente energéticos. Constituyen una fuente por
excelencia de fibra soluble e insoluble, lo que le confiere
propiedades saludables para mejorar el tránsito intestinal.
Los Dátiles son también muy ricos en Minerales
y en algunas Vitaminas. Destaca sobre todo su
elevado contenido en Potasio (El Potasio
es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso,
para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de
agua dentro y fuera de la célula; 650 mg/100
g), Hierro (2,5 mg) y Magnesio
(El Magnesio se relaciona con el funcionamiento
de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes,
mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante; 50
mg), hasta el punto de que 100 gramos de Dátiles
al día cubren entre el 15 y el 20% de
las necesidades de esos minerales en una persona adulta, y el 8%
de las de Calcio (El aprovechamiento del Calcio
de estos alimentos es peor que el que procede de los lácteos u otros
alimentos que son buena fuente de dicho mineral; 61
mg), Fósforo (60 mg) y Cobre
(0,33 mg).
También contienen Sodio (18 mg),
Zinc (0,34
mg), Manganeso (0,15 mg), Cromo
y Yodo. También es considerado un alimento
básico por su riqueza en Sales Alcalinas, que
posee en proporción de 6:1.
En cuanto a Vitaminas, además de la Provitamina
A (Beta-Caroteno.
El
Beta-Caroteno se transforma en Vitamina
A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha
Vitamina es esencial para la visión, el buen
estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen
funcionamiento del sistema inmunológico, además de tener
propiedades antioxidantes), las Vitaminas A
(Retinol – 5 mg), C
(Ácido Ascórbico – 2 mg), D
(Calciferol – 45 UI) y E
(Tocoferoles – 0,100 mg),
destacan las del Complejo B: B1
(Tiamina – 0,07 mg), B2
(Riboflavina – 0,09 mg), B3
(o Niacina interviene en distintas fases del
metabolismo y aprovechamiento de los Hidratos de Carbono,
Ácidos Grasos y Aminoácidos
entre otras sustancias; Niacina – 2
mg), B5 (Ácido Pantoténico)
y B9 (Ácido Fólico); ésta
última unida al contenido de Hierro, convierte
a los Dátiles en un importante complemento en
las dietas de las mujeres embarazadas y en los periodos de
crecimiento. La
Vitamina C, en mayor cantidad en la fruta
fresca, se pierde durante el desecado.
Su alta aportación energética (por su alto contenido en Hidratos
de Carbono) contrasta con un bajo contenido en Proteínas
-aproximadamente un 2%- siendo así muy recomendable su
consumo en casos de insuficiencia renal.
El Dátil también contiene Grasas
(0,5 mg), pero no Colesterol.
Además, la Vitamina B3 (Niacina)
que contiene interviene en la Metabolización de
las grasas y ayuda a disminuir el Colesterol;
también la fibra soluble que contiene arrastra el Colesterol
y evita que sea absorbido en el intestino.
Propiedades medicinales
Aún cuando se ha dicho que el Dátil es
indigesto, es la más digerible entre las frutas que desarrollan alto
número de calorías. Esto se debe a que la presencia de la Vitamina
B facilita la asimilación de dichos azúcares. Por ello
incluso está indicado en personas aquejadas de digestión débil.
Contiene, además, otras Vitaminas, como la A
y la D, que favorecen el crecimiento y el
desarrollo, tienen propiedades Anti-infecciosas
y facilitan la fijación del Calcio. Posee
también Vitaminas B1, B2 Y
B3, Anti-neuríticas y
Anti-pelagra.
Su riqueza en minerales aumenta su importancia nutritiva. Cien gramos
de Dátiles satisfacen las necesidades diarias
de Hierro. Es una de las primeras frutas en
cuanto a su contenido en Fósforo y su riqueza
en Calcio es también muy elevada; estos dos
minerales favorecen el crecimiento.
En cuanto a su contenido en Magnesio, es un
alimento muy notable. Esta riqueza se explica por la alta
concentración de Magnesio en las aguas
subterráneas que irrigan los Palmerales. Como
la ausencia de cáncer en la población de los oasis ha sido
demostrada, es ésta una constatación de gran interés.
Los Dátiles, por su gran contenido en Hidratos
de Carbono simples y complejos (72%)
constituyen un alimento muy energético (274 Kcal por
100 gramos de Dátil seco), ideales para
aquellas personas que queman mucha energía como los niños, que
pueden seguir jugando sin sentir la sensación de cansancio, y los
deportistas, después o durante los grandes esfuerzos. Además, por
su contenido en Azúcares complejos, son
metabolizados por el organismo de manera prolongada en el tiempo, una
cualidad interesante cuando hemos de mantener esfuerzos físicos o
mentales prolongados en el tiempo (deportes de resistencia o exámenes
de larga duración).
Alimento ideal para las personas que realizan trabajos que implican
esfuerzos físicos, deportistas, niños, ancianos, enfermos y
convalecientes, por su alto valor nutritivo debido a la concentración
de sus componentes y calorías que aporta, destacando su alto
contenido de Potasio, que casi duplica el del
Plátano.
Los Dátiles aportan mucha energía, tanto a los
músculos como al cerebro, por lo que permiten, no solamente realizar
grandes esfuerzos físicos, sino que incrementan la capacidad y la
agilidad mental, por lo tanto constituyen un buen recurso para los
estudiantes que pueden concentrarse mejor y rendir mucho más en los
exámenes si comen unos cuantos Dátiles.
La Vitamina B9 (Ácido Fólico),
unida al contenido de Hierro, convierte a los
Dátiles en un importante complemento en las
dietas de las mujeres embarazadas y en los periodos de crecimiento.
Los Dátiles son considerados como un alimento
tónico muscular y nervioso y como un preventivo contra el
envejecimiento y el cáncer.
Los Dátiles se hallan indicados en el embarazo
y en el crecimiento. Son recomendables, por tanto, para los niños,
sobre todo adolescentes, para los cuales constituye una golosina y un
postre excelente.
También deben comerlos los deportistas, sobre todo los alpinistas y
los trabajadores que hacen gran esfuerzo físico. Es un buen alimento
en casos de Insuficiencia Renal en los que
conviene reducir el aporte proteico o cuando es necesario un régimen
alcalino.
Finalmente, son buenos para convalecientes, personas muy débiles,
anémicas y en los estados de desmineralización, tuberculosis,
astenia física o intelectual, etc.
A diferencia de otros alimentos muy calóricos pero provistos de
energía vacía de muy corta duración, los Dátiles
pueden mantenernos satisfechos durante mucho tiempo porque sus
azúcares, de fácil asimilación, son liberados poco a poco,
prolongando la sensación de saciedad; en este sentido estos frutos
son ideales para mantenernos satisfechos cuando tenemos hambre entre
comidas.
Entre sus efectos, el Dátil
destaca por su poder:
1.-
Reconstituyente: El Dátil
quizás sea, por su elevado valor nutritivo y energético, debido a
su alto contenido en Hidratos de Carbono, uno de
los mejores reconstituyentes naturales que existen. Después de un
esfuerzo físico considerable, este fruto consigue reponer fuerzas en
un santiamén. Algunos
deportistas de alto nivel los prefieren a las galletas y barritas
nutritivas pues les ayudan a recuperarse más rápido después de un
gran desgaste.
2.- Vigorizante: La presencia de Vitaminas
del grupo B confiere al Dátil
propiedades vigorizantes, siendo muy recomendada su inclusión en
dieta para mejorar estados de fatiga y debilidad física.
3.- Anti-envejecimiento: El extracto de hueso de
Dátil contiene 7
sustancias con propiedades anti-envejecimiento. Estas sustancias
activas son: Fitoesteroles, Fitoesteroides,
Ácido
Ursólico, Isoflavonas,
Policosanoles,
Provitamina
A y Vitamina
E.
4.- Laxante: Su alto contenido en Mucílagos
proporciona también beneficios notables a la hora de tratar el
estreñimiento, aunque también es beneficioso en caso de diarreas
para reponer minerales. (El Dátil nuevo es frío
y seco y un poco astringente. El Dátil verde es
astringente y retiene el vientre. El Dátil no
completamente maduro, tanto rojo como amarillo, es equilibrado y
contiene algo de calor debido a ser dulce. El Dátil
fresco es caliente y suave y suelta el vientre. El Dátil
maduro es más caliente y menos húmedo y también suelta el vientre)
5.- Expectorante, Emoliente: Para
ablandar la tos cuando es excesivamente seca y para combatir los
catarros de las vías respiratorias.
6.- Aperitivo, Orexígeno: Los Dátiles
estimulan el apetito, resultando útiles en las afecciones
intestinales y estomacales asociadas a la inapetencia.
7.- Analgésico: Reduce significativamente la
duración del llanto en los recién nacidos cuando son sometidos a
pinchazos en los talones o la Circuncisión.
(Estudio hecho administrando Sacarosa. Los
autores del estudio médico intentaron probar con nuevas sustancias
dulces, pero sugieren recomendable que se utilicen Dátiles
para aliviar el dolor de los recién nacidos)
8.- Reductor del Ritmo Cardíaco: Los Ritmos
Cardíacos vuelven a la normalidad con más rapidez.
(Estudio hecho administrando Sacarosa)
9.- Antihemorrágico: El Potasio
se ha demostrado que es muy efectivo para los casos de Hemorragia,
tales como los casos del nacimiento y la Circuncisión.
10.- Facilitador del Parto: Se recomienda la
ingestión de los Dátiles para las mujeres
próximas al Parto, disminuyen los dolores de
las contracciones, reconfortan las fuerzas y aumentan la producción
de leche en los senos maternos. El Corán narra como Maryam
(María),
madre del Profeta ‘Îsâ
(Jesús),
a la hora de alumbrar a ‘Îsâ
(Jesús),
sacude el tronco de la Palmera para comer
Dátiles que le dieran fuerzas y le ayudaran en
el Parto.
11.- Tranquilizante: Por su contenido en Ácido
Pantoténico (Vitamina B5), conocido
por sus efectos tranquilizantes del sistema nervioso; en este sentido
hay quienes se refieren a los Dátiles como
“pastillas naturales anti-estrés” por la capacidad que tienen de
relajar al individuo y hacerlo sentir mejor.
12.-
Facilitador del Sueño: Comer
Dátiles
antes de irse a dormir, por su contenido en
Triptófano
que estimula la formación de la
Melatonina,
puede contribuir a conciliar el sueño y evitar el insomnio.
13.- Diurético: Al aumentar la micción ayudan
a tratar la retención de líquidos y otras enfermedades relacionadas
con la acumulación de toxinas y líquidos en las articulaciones como
la Gota o la Artritis,
también la Hipertensión.
El Dátil tiene fama de Anti-afrodisíaco
entre los pueblos del Norte de África, pero en cambio
en la medicina profética se le atribuye, al contrario, capacidad de
aumentar el poder sexual, especialmente cuando se combina con
piñones.
Han sido probados los beneficios que aporta en el tratamiento de
males como el Asma, la Bronquitis,
los Catarros y otros problemas de las vías
respiratorias; también es útil para la Anemia,
en especial la Anemia Ferropénica, por su alto
contenido en Hierro.
En Naturopatía se prescribe su uso en caso de
Asma, Bronquitis,
Tuberculosis,
Tos,
Fiebres,
Cáncer,
Dolor
de Estómago, Catarro,
Fatiga
Ocular, Gonorrea.
La medicina tradicional china los emplea con frecuencia. Por su
naturaleza los identifican con el sabor dulce y los describen como
uno de los alimentos cotidianos de mayor poder curativo, como el
Arroz o el Jengibre. Para
ellos, tonifica la sangre y el Chi (energía
vital), favoreciendo la limpieza del Aparato Circulatorio
y bajando la Presión Arterial, lo que fortalece
la salud y calma la mente.
As-Suyuti
recomendaba mantequilla desecada mezclada con miel y Dátiles
para tratar los antojos de las embarazadas.
Usos como remedio casero
A pesar de la profusión de Palmeras Datileras
en nuestro entorno, y por tanto de Dátiles,
resulta sorprendente no encontrar ninguna receta de la cocina popular
española en la que los Dátiles sean el
ingrediente principal, o uno de ellos. Ni siquiera en los
interesantes estudios sobre la alimentación en la Murcia
Islámica aparece ninguna referencia a los Dátiles,
ni mucho menos receta de cocina que los contenga. Sólo el Profesor
Manuel
Martínez Llopis, en su libro
sobre la historia de la gastronomía española, cuenta que el Arrope,
genuino invento árabe, lo elaboraban cociendo frutas como Dátiles,
Higos o Uvas.
Para ablandar la Tos
seca y para los Catarros
de las vías respiratorias: hervir los Dátiles
con leche y comerlos acompañados de una buena taza de la misma leche
en que se han hervido, bien caliente. Se darán tres tazas al día
con media docena de Dátiles para cada taza,
pudiendo aumentar tanto la cantidad de leche como la de Dátiles.
(En los países árabes se consumen grandes cantidades de ellos,
sobre todo asociados a la leche, que completa su valor nutritivo).
Para la Tos y la Bronquitis:
decocción de tres Dátiles y dos Higos
en un litro de agua durante 10 minutos; tomar un par de
tazas al día. (Los Dátiles, combinados con los
Higos secos, pueden constituir un remedio
adecuado para el tratamiento de la tos).
Para las Anginas: decocción de cuatro Dátiles
en un vaso de agua durante 10 minutos; dejar enfriar un
poco y realizar gargarismos con el líquido resultante.
Fabricación casera de Khol:
El Khol es un polvo realizado con Antimonio,
Clavo,
huesos de Aceituna
y de Dátil.
Ingredientes: Clavos
de olor, huesos de Aceituna
negra, huesos de Dátil,
un grano de Pimienta, Antimonio.
Preparación: Tostar en una sartén unos cuantos
Clavos
de olor, huesos de Aceituna
negra, huesos de Dátil
y un grano de Pimienta. Machacar y añadir un
poco de Antimonio; mezclar bien. Tamizar muy
finamente. Conservar en un pequeño frasco de cristal con un cierre
seguro y aplicar con un palito de madera en el interior del ojo.
El buen Khol es el que pica un poco al
aplicarlo.
Precauciones
A pesar de todas las propiedades beneficiosas que tienen los Dátiles,
al poseer muchas calorías debemos ser prudentes en su ingestión. Es
un elemento que debe tomarse en poca cantidad, especialmente en
dietas de adelgazamiento o con problemas de obesidad.
Su contenido en Azúcares es muy elevado por lo
que no resultan adecuados en personas con Diabetes.
Un consumo frecuente de Dátiles puede favorecer
la aparición de Caries Dental y problemas en
las Rncías. Debido a la naturaleza pegajosa de
los azúcares de los Dátiles, se retienen mucho
entre los dientes, lo que favorece la producción de Caries,
por lo que, siempre que sea posible, tras su consumo es aconsejable
lavarse bien los dientes o comer un trozo de Manzana,
restregándola bien por los dientes y las Encías,
aunque éstas son prácticas que no están registradas en la
tradición profética.
Deben comerse con moderación por las personas de estómago delicado,
ya que las frutas desecadas resultan más indigestas que las frescas.
En personas propensas a sufrir descomposiciones intestinales, los
Dátiles, comidos en abundancia, pueden producir
gases, diarrea o acidez de estómago. Están contraindicados en los
casos de enfermedades gástricas que cursan con Hiperclorhidria.
Los Dátiles contienen Tiramina,
una sustancia que provoca constricción de los vasos sanguíneos, lo
que puede provocar Migraña en personas
propensas. La Tiramina es un compuesto
Vasoactivo que puede aumentar la Presión
Arterial, aunque hacen falta dosis muy elevadas para que
se manifiesten estos síntomas.
Los Dátiles tampoco deben consumirse en casos
de Litiasis Renal Cálcica.
Los libros antiguos de medicina profética
refieren, además, otra contraindicación: la Oftalmía
(inflamación de los ojos), a partir de un Hadîz
contado por As-Sahib,
quien fue a visitar al Profeta
(SAWS),
y éste, tras invitarlo a comer y viéndolo comer Dátiles,
le dijo: “¿Por qué estás comiendo Dátiles
si padeces Oftalmía?”.
Si una persona que sufre de Oftalmía come
Dátiles, padecerá dolores de cabeza y otros
efectos perniciosos.
Los efectos perniciosos de los dátiles pueden ser contrarrestados
comiendo Almendras y Amapolas.
Conclusión
En el Corán se nos presentan los Dátiles
maduros como la fruta por excelencia, alimento para los seres
humanos, y como alivio especial para las mujeres embarazadas cuando
empiezan las contracciones de parto, siguiendo el ejemplo de Maryam
(María),
madre del Profeta
‘Îsâ
(Jesús),
uso prácticamente desconocido en la Obstetricia
moderna.
Para el Profeta
Muhammad
(SAWS)
los Dátiles
eran uno de sus alimentos favoritos, que combinaba con pan, pepinos o
mantequilla (de Búfalo). Prefería la variedad
llamada ‘Ajwah,
que los consideraba como un remedio excelente y como procedentes del
Paraíso. A otro tipo de Dátiles,
los Al-Burniy,
también les atribuía propiedades terapéuticas especiales.
El Profeta
(SAWS)
aconsejó comer los Dátiles
de uno en uno, y siempre comía un número impar de ellos. También
le gustaban en infusión para beber.
Entre las Enfermedades que se comentan en los
Ahadîz
como tratables con Dátiles,
figuran los Gusanos Intestinales (o la Tenia
Intestinal), los Cólicos, los Mareos
(Vértigo) y la Delgadez.
Según la tradición islámica, el consumo diario de Dátiles
previene contra cualquier veneno y encantamiento.
En la Sunnah
se aconseja comer un número impar Dátiles
para romper el ayuno tras la puesta del sol, en especial durante el
Ramadân, antes de la oración del ocaso (Salât
al-Magrib).
Los Dátiles
son uno de los frutos más dulces y energéticos, frente a su bajo
contenido en Proteínas y Colesterol,
y muy ricos en Fibra, Minerales
y en algunas Vitaminas, por lo que constituyen
uno de los mejores reconstituyentes y vigorizantes naturales que
existen.
Son ideales para la alimentación de niños, adolescentes,
embarazadas, deportistas, ancianos, enfermos (especialmente Anémicos,
Asténicos
(Debilidad o fatiga general que dificulta o impide a una persona
realizar tareas que en condiciones normales hace fácilmente),
Desmineralizados)
y convalecientes, y en dietas anti-envejecimiento y para prevenir el
Cáncer.
Finalmente, espero que los científicos musulmanes, médicos e
investigadores, tengan en cuenta este descubrimiento que se desprende
del estudio de la tradición islámica, y las otras tantas ideas y
prácticas en la enseñanza del Islam que necesitan
investigación objetiva y científica, y así poderles dedicar la
atención que ellas merecen y situarlas en el contexto actual de la
Medicina y la Sanidad
modernas.