Los
musulmanes tienen la obligación de no imitar ni la conducta ni las
costumbres de los no musulmanes ni cometer sus indecencias. La
imitación de la conducta afectará la actitud de un musulmán y
puede crear un sentimiento de simpatía por las formas indecentes de
vida. El Islam
busca limpiar al musulmán de toda conducta y hábito inmoral, y así
allanar el camino para que el Corán
y la Sunnah
sean la fuente pura de la auténtica conducta y pensamiento
islámicos. Un musulmán debe ser un ejemplo para otros en la fe, la
práctica, la conducta y el carácter moral, y no un ciego imitador
dependiente de otras naciones y culturas.
Incluso
si la persona decide seguir las prácticas exteriores de Halloween,
sin conocer el significado profundo o fondo histórico de estas
costumbres, sigue siendo culpable de caer en este festival pagano.
Indudablemente, incluso después de escuchar la verdad, algunos
musulmanes seguirán participando del Halloween
y enviando a sus hijos a pedir dulces, y tratarán de justificar esto
diciendo que lo hacen únicamente para que sus hijos sean felices.
Pero, ¿cuál es el deber de los padres musulmanes? ¿Es seguir los
deseos de sus hijos sin objeciones o moldearlos dentro del correcto
marco islámico como está establecido en el Corán
y la Sunnah?
¿No es a caso la responsabilidad de los padres musulmanes impartir
el correcto entrenamiento e instrucciones islámicas a sus hijos?
¿Cómo se puede cumplir con este deber si en lugar de instruir a los
hijos en el Islam
los padres permiten y animan a sus hijos a aprender las costumbres de
los Incrédulos
(Kuffâr)?
Allah
(SWT)
expone
a este tipo de gente en el Corán:
“Pero
aunque les hemos traído la verdad ellos mienten”.
(Los
Creyentes
23: 90)
Los
padres musulmanes deben enseñar a sus hijos a alejarse de las
prácticas de la falsedad y a no imitar a los no musulmanes en sus
costumbres y festivales. Si se les enseña a los niños a sentirse
orgullosos de su herencia islámica, ellos mismos se abstendrán,
In
Sâ‘a Allah,
del
Halloween
y otras celebraciones no musulmanas, como los Cumpleaños,
Aniversario,
Navidad,
San
Valentín,
etc. El Profeta
Muhammad
(SAWS),
dijo: “No vendrá la Hora Final hasta que mis seguidores no copien
las acciones de las naciones anteriores y los sigan muy de cerca,
palmo a palmo y pulgada por pulgada”. (Al-Bujârî)
El
Islam
es una religión pura, sin ninguna necesidad de acomodarse a ninguna
costumbre, práctica o celebración que no sea parte de éste. El
Islam
no hace distinción entre “lo secular y lo sagrado”; la Sharî‘ah
debe regir todo aspecto de nuestra vida.
Dijo
el Profeta
(SAWS):
“Ustedes deben mantener mi Sunnah
y la Sunnah
de los Califas
rectamente guiados y aferrarse a ella con firmeza. Tengan cuidado con
los asuntos inventados, porque todo asunto nuevo es una innovación,
y toda innovación es desvío”. (Al-Bujârî)
“Cuando
la gente ve a una persona cometiendo una mala obra, pero no estira su
mano para evitar que él o ella la realice, es probable que Allah
(SWT)
castigue
a ambos”. (Abû
Daûd,
An-Nasâ‘î,
At-Tirmidî)
“Quien
imita a una nación es uno de ellos”. (Abû
Daûd)
Qué
hacer en Halloween
Hemos
establecido, sin lugar a dudas, que la celebración de Halloween
es absolutamente prohibida en el Islam.
Esto es HARÂM.
La pregunta que surge es qué hacer durante esa noche. Los padres
musulmanes no deben enviar a sus hijos a pedir dulces la noche de
Halloween.
Debemos decirles a nuestros hijos por qué no celebramos Halloween.
La mayoría de los niños son muy receptivos cuando se les enseña
con sinceridad, y especialmente cuando se les demuestra en la
práctica la alegría de sus propias celebraciones y tradiciones
islámicas. Se les debe enseñar sobre las dos fiestas de ‘Îd.
También, se les debe mencionar que, incluso los musulmanes que se
quedan en casa y dan dulces a quienes vienen a pedir a su puerta, aún
están participando en este festival. Para poder evitar esto, deja
las luces de enfrente apagadas y no abras la puerta. Educa a tus
vecinos sobre nuestras enseñanzas islámicas. Infórmales de
antemano que los musulmanes no participamos de Halloween,
y explícales las razones de por qué no lo hacemos. (Dales la copia
de este artículo si es necesario.) “Una persona que llama a otra a
la guía será recompensada, al igual que quien acepte el mensaje”.
(At-Tirmidî)
Finalmente,
debemos recordar que somos completamente responsables ante Allah
(SWT)
por todas nuestras acciones y obras. Si después de conocer la verdad
no abandonamos nuestras prácticas anti-islámicas,
nos arriesgamos a ser merecedores de la ira de Allah
(SWT),
como Él
mismo
nos ddvirtió
en el Corán:
“No
llaméis al Mensajero como os llamáis entre vosotros. Allah
conoce a quienes de ellos se retiran con disimulo. Que se guarden
los que se oponen a Su
mandato
[también
puede referirse al mandato del (Mensajero)
de Allah
(SWT)]
de
que no les venga una prueba o un castigo doloroso”.
(La
Luz
24: 63)
Este
es un asunto serio y no debe ser tomado a la ligera. YAllah
(SWT)
sabe
mejor. Que Allah
(SWT)
nos guíe,
nos ayude
a permanecer en el camino recto y nos salve
de todas las desviaciones e innovaciones que conducen al fuego del
Infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario