jueves, 26 de julio de 2018

Sura 112 SURA LA ADORACIÓN PURA (Al-Ijlâs)



En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

1.- Di: Él, Allah es Uno.

Es decir, el Único, el Impar. Aquel que no tiene parecido ni compañero; no tiene hijos ni asociado.

2.- Allah, el Señor Absoluto.

Es decir, Aquel a quien se dirigen para las necesidades. Como dijo Allah (SWT):
Los dones que tenéis vienen de Allah. Sin embargo, cuando os toca algún mal, es cuando Le imploráis”. (Las Abejas 16: 53)

As-Samad” es el Eterno, el Que permanece imperecedero. Nadie lo aparta ni Él se aparta a mismo. Y su explicación es lo que sigue después en la Sura.

3.- Ni engendró ni ha sido engendrado.

Porque, cualquier cosa tiene que morir irremisiblemente. Y todo mortal deja una herencia tras él menos Allah (SWT), el Altísimo.

Dijeron ‘Alî, Ibn ‘Abbâs y otros: “As-Samad es el Señor, el que ha culminado Su dominio y toda clase de honorabilidad”.

Dijo Abû Huraira: “Verdaderamente, Él puede prescindir de todos, sin embargo, todos lo necesitan a Él”. Dijo As Suddî: “Él es el objetivo en los deseos; y el ayudante en las desgracias”. Dijo Al Hussein Ibn Al Fadl: “Verdaderamente, Él hace lo que quiere y gobierna como quiere”. Dijo Muqâtil: “Él es el Perfecto, no tiene defecto alguno”.

La gente del Tafsîr ha dicho: “Esta Aleya se reveló como respuesta a los Asociadores, cuando preguntaron al Profeta (SAWS): “¡Descríbenos a tu Dios! ¿Si es de oro, de cobre o de bronce? Dijo Allah (SWT), el Altísimo, contestandoles: “Di: Él, Allah es Uno”.

Relató At Tirmidî, de Ubai ibn Ka’b: “Los Asociadores (Musrikûn) dijeron al Mensajero de Allah (SAWS): Dinos el linaje de tu Señor. Y Allah (SWT), Poderoso y Majestuoso, reveló: “Ni engendró ni ha sido engendrado”. “As-Samad, es el que no engendró ni ha sido engendrado. Porque todo el que es engendrado muere; y todo mortal deja herencia, mientras que Allah (SWT), el Altísimo, no muere y por lo tanto no deja herencia.

Dijo Ibn ‘Abbâs: “Ni engendró”, como concibió y dio a luz Maryam (María), “ni ha sido engendrado” como lo fueron ‘Îsa (Jesús) y ‘Uzair (Esdras). Y esto es en respuesta a los Cristianos y a los Judios que dijeron: ‘Îsa (Jesús) es hijo de Allah (SWT) y ‘Uzair (Esdras) es hijo de Allah (SWT).

4.- Y no hay nadie que se Le parezca.

Es decir, no hay nada como Él ni nadie que pueda ser comparado a Él. Y sobre las excelencias de esta Sura se han recopilado varios Ahadîz y vertido diversas opiniones.

En Sahîh Al-Bujârî se transmitió de Abû Sa’îd Al Judrî: Un hombre escuchó a otro recitar: “Di: Él, Allah es Uno”, repetidamente. Cuando amaneció, éste hombre acudió al Mensajero de Allah (SAWS) y le mencionó el hecho como una acción pequeña. Y dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “¡Por Aquel que tiene mi alma de Su mano! Equivale a un tercio del Corán”.

En otro Hadîz, dijo el Profeta (SAWS) a sus compañeros: “¿Alguno de vosotros sería capaz de recitar un tercio del Corán en una sola noche?”. Eso les pareció difícil y dijeron: ¿Quién de nosotros puede hacerlo, Mensajero de Allah (SAWS)? Y dijo: Allâhu Al-Wâhidu As-Samad, es un tercio del Corán. Refiriéndose a la Sura: “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”).

De Abû Huraira se transmitió que dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “¡Congregaos que os voy a recitar un tercio del Corán!”. Y les recitó: “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”).

Han dicho algunos ulemas que esta Sura equivale a un tercio del Corán porque en él se encuentra el nombre de “As-Samad”, y que no se encuentra en ninguna otra. Así como “Ahad”.

Se ha dicho: “El Corán se ha revelado por tercios: Un tercio lo constituyen las leyes; otro tercio son promesas y advertencias; y el otro son nombres y atributos. Y la Sura: “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”), resume el tercio de los nombres y atributos”. La prueba de ello es el Hadîz, recopilado en Sahîh Muslim, en el que se transmitió de Abû Dardâ que dijo el Profeta (SAWS): “Ciertamente, Allah (SWT), el Altísimo, ha dividido el Corán en tres partes. Y ha hecho de “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”), una de ellas”.

En un relato de Muslim, se transmitió de ‘Â’isha que el Mensajero de Allah (SAWS) envió a un hombre como emir de una expedición y solía recitar en el Salât el Corán y terminaba con la SuraDi: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”). Al regreso de la expedición le contaron al Profeta (SAWS) lo sucedido, y éste les dijo: Preguntadle por qué lo hace así. Le preguntaron y contestó: Porque es un atributo del Misericordioso. Y a mí me gusta recitarlo en la oración. Dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Notificadle que Allah (SWT) le ama”.

En un relato de At Tirmidî, se transmitió de Anas Ibn Mâlik que dijo: “Había un hombre de los Ansâr, Imâm de la mezquita de Qubâ y siempre que empezaba una Sura lo hacía con “Al-Fâtiha”, “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”) y después otra Sura del Corán. Haciendo lo mismo en todos los Raka’ât. Le dijeron sus compañeros: ¿No te basta con recitar: “Di: Él, Allah es Uno” (“Qul Huwa Allâhu Ahad”) para que tengas que recitar además otra Sura? De manera que recitas solo esa, o lo dejas y recitas otra Sura. Contestó: No voy a dejar de hacerlo así, si queréis que yo sea vuestro Imâm. Y si no queréis, dejaré de ser vuestro Imâm. Sabían que él era el mejor de ellos y querían a otro Imâm que no fuese él, en su lugar. Cuando vino el Profeta (SAWS), le informaron del hecho y le dijo: “¿Qué te impide hacer lo que te piden tus compañeros. Y qué es lo que te hace recitar esta Sura en cada Rakâ’a?”. Contestó: ¡Yo amo esta Sura, Mensajero de Allah (SAWS)! Y dijo el Profeta (SAWS): “¡Tu amor por él te hará entrar en el Jardín!”.

Se transmitió de Anas Ibn Mâlik, en un relato de At Tirmidî que dijo: Me encontré con el Profeta (SAWS) y al oír a un hombre recitar La Adoracíon Pura, dijo: “¡Se ha asegurado!”. Pregunté: ¿Qué es lo que se ha asegurado? Contestó: “El Jardín”.

En otro Hadîz de Anas Ibn Mâlik, se transmitió que dijo el Profeta (SAWS): “Quien recite cada día doscientas veces La Adoracíon Pura, le serán borradas las faltas de cincuenta años, excepto que tuviera alguna deuda”.

Con la misma cadena de transmisión, dijo el Profeta (SAWS): “Quien se vaya a dormir que lo haga sobre el costado derecho, después recite la Sura La Adoracíon Pura cien veces. Y cuando llegue el Día del Juicio, dirá el Señor: ¡Siervo mío, entra por tu derecha al Jardín!”.

En otro Hadîz dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Quien recitara La Adoracíon Pura cincuenta veces, le serían perdonadas sus faltas de cincuenta años”. Dijo Sa’îd Ibn Al Musaiyib: El Profeta de Allah (SAWS) dijo: “Quien recitara La Adoracíon Pura diez veces, se le construiría un palacio en el Jardín; si lo recitara veinte veces se le construirían dos palacios en el Jardín; y si lo recitara treinta veces, se le construirían tres palacios en el Jardín”. Dijo ‘Umar Ibn Al Jattâb: ¡Mensajero de Allah (SAWS)! Entonces van a aumentar nuestros palacios. Y le contestó: “Allah (SWT) es más espléndido que todo eso”. En otro Hadîz dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Quien recitara La Adoracíon Pura, en la enfermedad de su muerte, no sería probado en su tumba. Se verá a salvo de la estrechez de la tumba. Y los Ángeles en el Día del Juicio lo cogerán de las manos hasta cruzar el Sirât hacia el Jardín”.

Se transmitió de Ibn ‘Umar, que dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Quien entre en la Mezquita en el día del Yumu’a, rece cuatro Raka’ât y en cada uno recite Al-Fâtiha y La Adoracíon Pura cincuenta veces, haciendo un total de doscientas veces entre los cuatro Raka’ât, no morirá sin haber visto su casa en el Jardín o se mostrará”. Se transmitió de Yarîr, que dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “La Adoracíon Pura, al entrar en su casa, se alejaría la pobreza de la gente de dicha casa y la de los vecinos”.

Se transmitió de Anas que dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Quien recite la Sura La Adoracíon Pura, una vez, será bendecido; quien recite la Sura dos veces, será bendecido él y su familia; quien lo recite tres veces, será bendecido él y todos sus vecinos; quien lo recite doce veces, Allah (SWT) le construirá para él doce palacios en el Jardín; y los Ángeles Protectores dirán: ¡Partid con nosotros a ver el palacio de nuestro hermano! Quien lo recite cien veces, Allah (SWT) le perdonará las faltas de cincuenta años; quien lo recite cuatrocientas veces, Allah (SWT) le perdonará las faltas de cien años; y quien lo recite mil veces, no morirá hasta ver su lugar en el Jardín, o se le mostrará”.

Se transmitió de Sahl Ibn Sa’d que dijo: “Un hombre se quejó al Mensajero de Allah (SAWS) de su pobreza y estrechez en la vida diaria. Y le dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “Cuando entres en casa, saluda si hay alguien y si no hay nadie salúdame a mí, después recita la Sura La Adoracíon Pura una vez”. Así lo hizo y Allah (SWT), el Altísimo, derramó a raudales sobre él la provisión y le colmaron con creces sus vecinos.

Dijo Anas: “Estábamos en Tabûk con el Mensajero de Allah (SAWS) y se levantó el sol blanco y desprendiendo rayos y luz, como jamás lo había visto levantar antes. Acudió el ángel Yibrîl y le dijo el Mensajero de Allah (SAWS): “¿Cómo es que veo alzarse el sol blanco y con rayos resplandeciente, como jamás los había visto antes?”. Le contestó Ŷibrîl (Gabriel): “Eso es porque Mu’âwiya Al Laitî ha muerto hoy en Medina, y Allah (SWT) ha enviado setenta mil Ángeles a orar por él”. Dijo: “¿Y eso por qué?”. Contestó: “Porque solía abundar repetidamente en la recitación de la Sura La Adoracíon Pura, de noche y de día, mientras caminaba estando de pie o sentado. ¿Quieres, Mensajero de Allah (SAWS), que sujete para ti la tierra y ores por él?”. Le contestó: “¡Sí!”. Oró por él y después regresó”.

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