A‘udu
Billâhi Min as-Saitâni Rayîm
Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm
Voy
a hablar hoy sobre la satisfacción con el Decreto
(Qadr)
de Y
Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala);
en árabe llamamos a esto Rida,
estar contentos con lo que Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
Todopoderoso
nos ha dado y ser felices con nuestra suerte.
Hay
un dicho “Manteniéndose
al día con los García”.
Lo
que significa es que hay una familia imaginaria, una familia ficticia
llamada la familia García,
que vive en la casa de al lado, o vive al otro lado de la calle o al
final de la calle, y de acuerdo con esta idea de mantenerse al día
con los García,
si la familia García
consigue un coche nuevo, tenemos que conseguir un coche nuevo
también.
Si
los García
consiguen una piscina, necesitamos una piscina; si los hijos de los
García
van a tal escuela elegante, nuestros hijos tienen que ir a tal
escuela elegante…
Esta
idea de mantenerse al día con los García
puede carcomernos (Consumir o destruir lenta y gradualmente una
virtud u otra cosa inmaterial). Tenemos que ser iguales, si no
mejores, que todas las personas que nos rodean.
Esta
actitud ante la vida nos anima a tener envidia de otras personas.
Esta actitud de esa gente que tiene mejor coche que el que tenemos
nosotros, ¿por qué? Quiero un coche mejor. Esa gente usa mejor ropa
que yo, yo quiero mejor ropa…
Este
Mundo
(Duniâ)
de las cosas, de las cosas materiales, nos incita a juzgarnos unos a
otros en comparación con otras personas y a calificarnos a nosotros
mismos de acuerdo con nuestro prójimo.
Bueno,
según ese cálculo, si yo no tengo mucho, y la gente que pasa a mi
lado tiene mucho, me va a dar envidia, a menos que estemos contentos,
a menos que veamos las cosas de otra manera, a menos que veamos todas
las cosas como regalos, a menos que veamos que todo en esta vida
viene como un regalo de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
Todopoderoso.
Ya
sabes cómo en una fiesta o un cumpleaños, abres los regalos y
alguien te da un regalo grande y alguien te da un regalo pequeño, y
por lo general no te molesta la gente que te ha dado el regalo
pequeño porque ha sido dado con amor. Tu madre te da un pequeño
regalo y tu tío te da un regalo más grande, los quieres mucho a los
dos.
Pero
si miramos la vida como un regalo, nos contentamos con lo que
tenemos. Sabes, me dijeron hace algunos años, escuché un Sermón
(Jutbah)
muy hermoso y el que hablaba describió Este
Mundo
(Duniâ)
diciendo que Este
Mundo
(Duniâ)
es como una obra de teatro, Este
Mundo
(Duniâ)
es como un drama y cuando esta vida comienza, todos nos ponemos ropa
diferente.
Entonces,
algunos de nosotros nos ponemos la ropa de un rey, algunos de
nosotros nos ponemos el disfraz de una persona pobre, algunos de
nosotros nos ponemos el disfraz de un ingeniero, un maestro o un ama
de casa… y representamos ese papel. Pero cuando el drama termina,
cuando la vida termina, nos quitamos los disfraces que hemos estado
usando y volvemos exactamente a lo que éramos al principio, todos
iguales ante los ojos de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala).
Sabes
que en la Mezquita
(Masyid)
no hay reyes ni presidentes ni príncipes. Todo lo que tenemos en una
Mezquita
(Masyid)
son Musulmanes
(Muslimun)
de pie uno al lado del otro, rezando unos con otros a Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala).
Uno puede ser un Rey,
uno puede ser un Príncipe,
uno puede ser el barrendero que limpia el palacio y los jardines,
pero todos somos iguales ante los ojos de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala).
Así
que en Este
Mundo
(Duniâ)
tenemos diferentes roles que desempeñar. Todo el mundo es igual,
todo el mundo es igual ante los ojos de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala),
pero las personas tienen diferentes roles que desempeñar, y Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
ha elegido qué roles tenemos.
Antes
de continuar, debemos tener mucho cuidado cuando hablamos sobre el
plan de Al-lâh (Subhanahu
Wa Ta‘ala)
y Su
Decreto
(Qadr),
no debemos culpar a Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
por los problemas que creamos nosotros mismos.
Ya
sabes, si hay personas en Este
Mundo
(Duniâ)
muriendo de hambre, no tienen comida, no culpemos a Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
por eso.
Hay
mucha comida en Este
Mundo
(Duniâ),
hay mucha comida para todos; el hecho de que a algunas personas les
guste comer hamburguesas de carne de res que requieren que las vacas
se alimenten con tanto maíz y lo que sea, nuestra elección
significa que las personas que viven en otra parte del mundo no
tienen nada para comer. Así que no culpemos a Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
por algunos de los problemas que causamos.
Pero
sí, en la vida, las personas son diferentes; algunas personas son
ricas, algunas personas son pobres, algunas personas son
inteligentes, algunas personas no lo son, algunas personas son
hermosas, algunas personas no son hermosas… las personas son
diferentes, pero a los ojos de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
todos somos hermosos.
Recuerda
que Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
Todopoderoso
no comete errores. Cuando creó a una persona, no la creó y dijo:
“¡Oh! Me equivoqué con eso”.
No.
Él
nos hace a todos tal como Él
quiere que seamos y, de hecho, Él
nos dice en El
Corán:
“Verdaderamente,
hemos creado al hombre en perfecta armonía
[mejor
constitución]”.
(La
Higuera 95: 4)
No
dice “a algunos seres humanos los creé en el mejor de los moldes,
a otros no, tenemos clases de personas…”.
Él
no dice eso. Él
dice: “Hemos
creado al hombre en perfecta armonía
[mejor
constitución]”.
Todas
las personas son iguales ante los ojos de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala),
pero todas las personas son diferentes. Entonces, como en ese drama,
algunos de nosotros usamos la ropa de un rey, algunos de nosotros
usamos la ropa de un pobre.
El
contentamiento con lo que tenemos es para la gente de Fe
(Îmân).
Los
Musulmanes
(Muslimun)
creemos que cuando termine este drama, el pobre y el rey, si vivieron
una buena vida, ambos irán al mismo Paraíso
y, como describe bellamente El
Corán,
ambos estarán vestidos con prendas de seda verde. y llevarán
brazaletes de perlas y oro y beberán de copas de oro y habrá agua
fluyendo debajo de nosotros…
Estas
son imágenes hermosas, pero Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
nos dice muy claramente que para todas las Personas
de Fe
(Îmân)
la recompensa será grande.
Entonces,
para las personas que son pobres en Este
Mundo
(Duniâ),
para las personas que no tienen tanto como otras personas en Este
Mundo
(Duniâ),
tenemos, para empezar, la promesa de que después de este corto
tiempo de vida (50,
60,
70 años , sea lo que sea) nuestra recompensa va a ser
extraordinaria.
Hay
algo que las Personas
de Fe
(Îmân)
pueden hacer, porque satisfechos con lo que Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
quiere, como Musulmanes
(Muslimun),
decimos “Qaddaral-lahu
wa ma sha’a fa’al”
(Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
ha decretado las cosas como Él
quería que fueran).
No
olvidemos que Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
está a cargo, nosotros no. Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
está a cargo de Este
Mundo
(Duniâ)
y Él
decidió las cosas con justicia: “Quiero que las cosas sean de esta
manera, y quiero que otras cosas sean de esa otra manera”.
No
tenemos la mente de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala),
no sabemos por qué hizo estas cosas, pero sabemos que no necesitaba
hacernos, sabemos que no necesitaba hacer Este
Mundo
(Duniâ)
ni nada.
Él
es infinito en toda Su
Perfección;
Él
es Perfecto
en todos los sentidos, y nuestra alabanza no agrega nada a Su
Grandeza.
Entonces,
si Él
nos hizo, parece lógico que si Él
no obtiene nada al hacernos, Él
solo puede hacernos por odio o por amor, y de El
Corán
y la Sunnah
del Profeta
Muhammad
(Salallahu Alaihi
Wa Salam),
vemos que nos hizo por amor.
Entonces,
¿qué hacemos nosotros, como Musulmanes
(Muslimun),
qué hacemos como Personas
de Fe
(Îmân)
para tratar de llegar a un acuerdo con lo que tenemos?
Una
cosa que hacemos los Musulmanes
(Muslimun),
por ejemplo, es que en todas las cosas decimos Alhamdulillâh
en todas las cosas: Cuando sucede algo malo, decimos Alhamdulillâh
(alabado sea Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala));
cuando sucede algo bueno, decimos
Alhamdulillâh.
Y debido a que no vemos las cosas como las ve Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala),
a veces sucede algo malo y pensamos que es un desastre.
Piensa
en un momento de tu vida en el que perdiste un trabajo, perdiste a un
ser querido… algo aparentemente terrible sucedió y, a raíz de
eso, lo recordamos años después y decimos “bueno, no fue el fin
del mundo cuando sucedió eso”.
La
pérdida de un ser querido es algo terrible, pero perder un trabajo,
por ejemplo, a veces puedes mirar hacia atrás y decir: “Parecía
terrible, pero en realidad fue el comienzo de un nuevo período de mi
vida”.
Entonces,
si queremos estar contentos con lo que Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
nos da, decimos en todas las cosas “Alhamdulillâh”.
Decimos en todas las cosas, como Musulmanes
(Muslimun),
“Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm”;
En el nombre de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala),
hacemos esto, en el nombre de Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
tomamos un sorbo de agua… hacemos todas las cosas en el nombre de
Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala).
Y
también, como Musulmanes
(Muslimun)
para todas las cosas, decimos
In
Sâ‘a Al-lâh;
si Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
Todopoderoso
quiere que sea así, sucederá.
Si
podemos mantener esas tres frases cerca de nuestro corazón:
“Alhamdulillâh,
In
Sâ‘a Al-lâh,
Bismillâhi
ar-Rahmâni ar-Rahîm”
nos convertiremos en Personas
de Fe
(Îmân)
y comenzaremos a ver las cosas no con un ojo en la piscina del la
gente de al lado, no con la mirada puesta en el coche del señor que
viene a trabajar y aparca junto a nuestra bicicleta, no al lado de la
gente con zapatos de lujo cuando nosotros sólo llevamos zapatos de
plástico en los pies.
Lo
que hacemos es agradecer a Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
Todopoderoso
porque vemos las cosas con los Ojos
de la Fe
(Îmân)
y si vemos las cosas con los Ojos
de la Fe
(Îmân),
nos damos cuenta de que todas las cosas están hechas y controladas
por Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala).
Y
Al-lâh
(Subhanahu
Wa Ta‘ala)
sabe más.