domingo, 28 de agosto de 2022

LECCIONES SURA LA CAVERNA (AL-KAHF)



A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm



Cuatro Historias


1.- La Gente de la Caverna

La historia de un grupo de jóvenes Creyentes (Mu‘minin) que vivían en un pueblo de Incrédulos (Kuffâr). Deciden escapar para salvarse y salvar su Religión (Dîn), antes de un enfrentamiento con su pueblo.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) les recompensa con la Misericordia de la Caverna entrando en un profundo sueño.

Cuando se despiertan encuentran que todo su pueblo es ahora Creyente (Mu‘min).

Prueba de la Religión.


2.- El Propietario de los dos Jardines

La historia de un hombre al que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha bendecido pero que se ha olvidado de Aquel que le ha bendecido, con dudas en su Fe (Îmân). Es ingrato y arrogante, a pesar de los persistentes consejos de su amigo.

Destrucción de su jardín y pertenencias. Se arrepiente demasiado tarde.

Prueba de la Riqueza y los Hijos.


Aproximadamente a mitad de la Sura llega la historia de Iblîs, aquel que tira de las cuerdas de la Fitnah (castigo infligido por Allah (Subhanahu Wa Ta‘ala) a los pecadores).

Y cuando dijimos a los ángeles: Postraos ante Âdam y se postraron, aunque no Iblîs que era de los genios y no quiso obedecer la orden de su Señor. ¿Vais a tomarlo a él y a su descendencia como protectores fuera de , cuando ellos son enemigos vuestros? ¡Qué mal canje hacen los injustos!”. (La Caverna 18: 50)


3.- Mûsâ (Moisés) y Jidr

Cuando se le preguntó a Mûsâ (Moisés): ¿Quién es la persona más sabia de la Tierra? El dijo: “Yo”. Entonces Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) le mostró que había alguien más sabio que él.

Mûsâ (Moisés) viajó para conocer a este Sabio y aprender de él cómo a veces no somos capaces de comprender la Sabiduría de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), el Invariablemente Sabio (la barca, el niño, el muro)

Prueba del Conocimiento.

 

 4.- Dhûl Qarnain

La historia de un gran Rey que tenía tanta fuerza como sabiduría, viajó por toda la Tierra, ayudando a la gente y difundiendo la bondad.

Superó el problema de Gog (Ya‘yuj) y Magog (Mayuj) construyendo una presa, siendo capaz de poner a trabajar la fuerza de una gente que no entendía ni una sola palabra.

Prueba del Poder.

 

Botes de Salvación:

- De la historia La Gente de la Caverna: La Buena Compañía.

- De la historia El Propietario de los dos Jardines: Conocer la realidad de la vida.

- De la historia de Mûsâ (Moisés) y Jidr: La Humildad.

- De la historia de Dhûl Qarnain: La Sinceridad.


Estos Botes de Salvación nos llevan a:

- Invocar a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).

- Recordar la Otra Vida (Âjira).



Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.

 

 


 

SATISFACCIÓN CON EL DECRETO DE AL-LÂH

A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm



Voy a hablar hoy sobre la satisfacción con el Decreto (Qadr) de Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala); en árabe llamamos a esto Rida, estar contentos con lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) Todopoderoso nos ha dado y ser felices con nuestra suerte.

Hay un dicho Manteniéndose al día con los García. Lo que significa es que hay una familia imaginaria, una familia ficticia llamada la familia García, que vive en la casa de al lado, o vive al otro lado de la calle o al final de la calle, y de acuerdo con esta idea de mantenerse al día con los García, si la familia García consigue un coche nuevo, tenemos que conseguir un coche nuevo también.

Si los García consiguen una piscina, necesitamos una piscina; si los hijos de los García van a tal escuela elegante, nuestros hijos tienen que ir a tal escuela elegante…

Esta idea de mantenerse al día con los García puede carcomernos (Consumir o destruir lenta y gradualmente una virtud u otra cosa inmaterial). Tenemos que ser iguales, si no mejores, que todas las personas que nos rodean.

Esta actitud ante la vida nos anima a tener envidia de otras personas. Esta actitud de esa gente que tiene mejor coche que el que tenemos nosotros, ¿por qué? Quiero un coche mejor. Esa gente usa mejor ropa que yo, yo quiero mejor ropa…

Este Mundo (Duniâ) de las cosas, de las cosas materiales, nos incita a juzgarnos unos a otros en comparación con otras personas y a calificarnos a nosotros mismos de acuerdo con nuestro prójimo.

Bueno, según ese cálculo, si yo no tengo mucho, y la gente que pasa a mi lado tiene mucho, me va a dar envidia, a menos que estemos contentos, a menos que veamos las cosas de otra manera, a menos que veamos todas las cosas como regalos, a menos que veamos que todo en esta vida viene como un regalo de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) Todopoderoso.

Ya sabes cómo en una fiesta o un cumpleaños, abres los regalos y alguien te da un regalo grande y alguien te da un regalo pequeño, y por lo general no te molesta la gente que te ha dado el regalo pequeño porque ha sido dado con amor. Tu madre te da un pequeño regalo y tu tío te da un regalo más grande, los quieres mucho a los dos.

Pero si miramos la vida como un regalo, nos contentamos con lo que tenemos. Sabes, me dijeron hace algunos años, escuché un Sermón (Jutbah) muy hermoso y el que hablaba describió Este Mundo (Duniâ) diciendo que Este Mundo (Duniâ) es como una obra de teatro, Este Mundo (Duniâ) es como un drama y cuando esta vida comienza, todos nos ponemos ropa diferente.

Entonces, algunos de nosotros nos ponemos la ropa de un rey, algunos de nosotros nos ponemos el disfraz de una persona pobre, algunos de nosotros nos ponemos el disfraz de un ingeniero, un maestro o un ama de casa… y representamos ese papel. Pero cuando el drama termina, cuando la vida termina, nos quitamos los disfraces que hemos estado usando y volvemos exactamente a lo que éramos al principio, todos iguales ante los ojos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).

Sabes que en la Mezquita (Masyid) no hay reyes ni presidentes ni príncipes. Todo lo que tenemos en una Mezquita (Masyid) son Musulmanes (Muslimun) de pie uno al lado del otro, rezando unos con otros a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala). Uno puede ser un Rey, uno puede ser un Príncipe, uno puede ser el barrendero que limpia el palacio y los jardines, pero todos somos iguales ante los ojos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).

Así que en Este Mundo (Duniâ) tenemos diferentes roles que desempeñar. Todo el mundo es igual, todo el mundo es igual ante los ojos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), pero las personas tienen diferentes roles que desempeñar, y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha elegido qué roles tenemos.

Antes de continuar, debemos tener mucho cuidado cuando hablamos sobre el plan de  Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y Su Decreto (Qadr), no debemos culpar a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) por los problemas que creamos nosotros mismos.

Ya sabes, si hay personas en Este Mundo (Duniâ) muriendo de hambre, no tienen comida, no culpemos a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) por eso.

Hay mucha comida en Este Mundo (Duniâ), hay mucha comida para todos; el hecho de que a algunas personas les guste comer hamburguesas de carne de res que requieren que las vacas se alimenten con tanto maíz y lo que sea, nuestra elección significa que las personas que viven en otra parte del mundo no tienen nada para comer. Así que no culpemos a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) por algunos de los problemas que causamos.

Pero sí, en la vida, las personas son diferentes; algunas personas son ricas, algunas personas son pobres, algunas personas son inteligentes, algunas personas no lo son, algunas personas son hermosas, algunas personas no son hermosas… las personas son diferentes, pero a los ojos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) todos somos hermosos.

Recuerda que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) Todopoderoso no comete errores. Cuando creó a una persona, no la creó y dijo: “¡Oh! Me equivoqué con eso”.

No.

Él nos hace a todos tal como Él quiere que seamos y, de hecho, Él nos dice en El Corán:

Verdaderamente, hemos creado al hombre en perfecta armonía [mejor constitución]”. (La Higuera 95: 4)

No dice “a algunos seres humanos los creé en el mejor de los moldes, a otros no, tenemos clases de personas…”.

Él no dice eso. Él dice: “Hemos creado al hombre en perfecta armonía [mejor constitución]”.

Todas las personas son iguales ante los ojos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), pero todas las personas son diferentes. Entonces, como en ese drama, algunos de nosotros usamos la ropa de un rey, algunos de nosotros usamos la ropa de un pobre.

El contentamiento con lo que tenemos es para la gente de Fe (Îmân).

Los Musulmanes (Muslimun) creemos que cuando termine este drama, el pobre y el rey, si vivieron una buena vida, ambos irán al mismo Paraíso y, como describe bellamente El Corán, ambos estarán vestidos con prendas de seda verde. y llevarán brazaletes de perlas y oro y beberán de copas de oro y habrá agua fluyendo debajo de nosotros…

Estas son imágenes hermosas, pero Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) nos dice muy claramente que para todas las Personas de Fe (Îmân) la recompensa será grande.

Entonces, para las personas que son pobres en Este Mundo (Duniâ), para las personas que no tienen tanto como otras personas en Este Mundo (Duniâ), tenemos, para empezar, la promesa de que después de este corto tiempo de vida (50, 60, 70 años , sea lo que sea) nuestra recompensa va a ser extraordinaria.

Hay algo que las Personas de Fe (Îmân) pueden hacer, porque satisfechos con lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) quiere, como Musulmanes (Muslimun), decimos “Qaddaral-lahu wa ma sha’a fa’al” (Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha decretado las cosas como Él quería que fueran).

No olvidemos que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) está a cargo, nosotros no. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) está a cargo de Este Mundo (Duniâ) y Él decidió las cosas con justicia: “Quiero que las cosas sean de esta manera, y quiero que otras cosas sean de esa otra manera”.

No tenemos la mente de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), no sabemos por qué hizo estas cosas, pero sabemos que no necesitaba hacernos, sabemos que no necesitaba hacer Este Mundo (Duniâ) ni nada.

Él es infinito en toda Su Perfección; Él es Perfecto en todos los sentidos, y nuestra alabanza no agrega nada a Su Grandeza.

Entonces, si Él nos hizo, parece lógico que si Él no obtiene nada al hacernos, Él solo puede hacernos por odio o por amor, y de El Corán y la Sunnah del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam), vemos que nos hizo por amor.

Entonces, ¿qué hacemos nosotros, como Musulmanes (Muslimun), qué hacemos como Personas de Fe (Îmân) para tratar de llegar a un acuerdo con lo que tenemos?

Una cosa que hacemos los Musulmanes (Muslimun), por ejemplo, es que en todas las cosas decimos Alhamdulillâh en todas las cosas: Cuando sucede algo malo, decimos Alhamdulillâh (alabado sea Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala)); cuando sucede algo bueno, decimos Alhamdulillâh. Y debido a que no vemos las cosas como las ve Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), a veces sucede algo malo y pensamos que es un desastre.

Piensa en un momento de tu vida en el que perdiste un trabajo, perdiste a un ser querido… algo aparentemente terrible sucedió y, a raíz de eso, lo recordamos años después y decimos “bueno, no fue el fin del mundo cuando sucedió eso”.

La pérdida de un ser querido es algo terrible, pero perder un trabajo, por ejemplo, a veces puedes mirar hacia atrás y decir: “Parecía terrible, pero en realidad fue el comienzo de un nuevo período de mi vida”.

Entonces, si queremos estar contentos con lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) nos da, decimos en todas las cosas “Alhamdulillâh”. Decimos en todas las cosas, como Musulmanes (Muslimun), “Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm”; En el nombre de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), hacemos esto, en el nombre de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) tomamos un sorbo de agua… hacemos todas las cosas en el nombre de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).

Y también, como Musulmanes (Muslimun) para todas las cosas, decimos In Sâ‘a Al-lâh; si Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) Todopoderoso quiere que sea así, sucederá.

Si podemos mantener esas tres frases cerca de nuestro corazón: “Alhamdulillâh, In Sâ‘a Al-lâh, Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm” nos convertiremos en Personas de Fe (Îmân) y comenzaremos a ver las cosas no con un ojo en la piscina del la gente de al lado, no con la mirada puesta en el coche del señor que viene a trabajar y aparca junto a nuestra bicicleta, no al lado de la gente con zapatos de lujo cuando nosotros sólo llevamos zapatos de plástico en los pies.

Lo que hacemos es agradecer a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) Todopoderoso porque vemos las cosas con los Ojos de la Fe (Îmân) y si vemos las cosas con los Ojos de la Fe (Îmân), nos damos cuenta de que todas las cosas están hechas y controladas por Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).


Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.