LA SAHÂDA

“Ashadu An Lâ Ilâha Illâ Allah Wa Ashadu Anna Muhammadan Rasûlu Allah”, este Testimonio se llama la Sahâda, una fórmula muy sencilla de pronunciar, pero que nos cuesta toda una vida el hacerla carne de nuestra carne.

Tiene dos partes:

- Lâ Ilâha Illâ Allah: No hay “dioses”; sólo existe “El Dios”. “Allah (SWT)” no es el Dios exclusivo de los árabes, ni Muhammad (SAWS) lo concibió como un Dios diferente del que había hablado a los Profetas anteriores. Aunque sí aclaró que las religiones habían intentado manipular su verdad.

- Muhammadan Rasûlu Allah: “Enviado de Allah (SWT)”. El significado tampoco es excluyente como hasta ahora se nos venía diciendo. Más que “Muhammad (SAWS) es el Mensajero de Allah (SAWS)”, habría que traducir: “Muhammad (SAWS) es Mensajero suyo”. De lo que se trata es de reafirmar la sinceridad de Muhammad (SAWS) y no de confrontarlo con los Mensajeros anteriores.

El sentido de la Sahâda es: Nada es real, auténtico, efectivo, salvo lo sagrado inefable e incomprensible -a lo que denominamos Allah (SWT)- y Muhammad (SAWS) vino a ser testigo de esta verdad.

Con la Sahâda uno no dice en qué cree sino cómo experimenta el mundo. Lo que te lleva a la Sahâda es verificar que el mundo tiene un orden interno, una lógica, un sentido. Cuando pronuncias la Sahâda no aceptas un credo, sino que declaras públicamente tu intención de seguir un camino espiritual con seriedad y sin concesiones. Lo que necesita el musulmán no es “fe”, virtud sobrenatural que te lleva a aceptar lo que no puedes comprender para salvarte, sino Îmân (Fe): confianza en ese orden que has intuido en el mundo, apertura a ese sentido que tiene la realidad.

La importancia de la Sahâda.

- Definitivamente, no hay nada más importante que el testimonio de “Lâ Ilâha Illâ Allah” (No hay más deidad que Dios). Esta declaración –junto con la de “Muhammadan Rasûlu Allah” (Muhammad (SAWS) es el Mensajero de Allah (SAWS))- convierte a alguien en musulmán, sin necesidad de ningún otro requisito.

- Ésta es una declaración de creencia en el Tawhîd (Lâ Ilâha Illâ Allah) de Allah (SWT), que es la línea que separa el Îmân (Fe) de la Incredulidad (Kufr). Ésta fue la llamada de todos los anteriores mensajeros y profetas.

- El propio Allah (SWT) ha subrayado la importancia de esta declaración en el Corán. Allah (SWT) ha dicho:

“Allah atestigua que no hay divinidad sino Él, así como los ángeles y los dotados de conocimiento, rigiendo [Su creación] con equidad. No hay divinidad sino Él, el Poderoso, el Sabio”. (La Familia de ‘Imrân 3: 18)

“Allah, no hay dios sino Él, Suyos son los nombres más hermosos”. (Tâ Hâ 20: 8)

“Sabe que no hay dios sino Allah y pide perdón por tus faltas y por los creyentes y las creyentes. Allah conoce vuestro ir y venir y vuestra morad”. (Muhammad 47: 19)

“Él es Allah, Aquel que no hay más dios que Él, el Conocedor del No-Visto [lo oculto] y de lo manifiesto. Él es el Misericordioso, el Compasivo. Él es Allah, Aquel que no hay más dios que Él, el Rey [Al-Mâlik], el Santificado, la Paz, el que da Seguridad, el Vigilante, el Insuperable sin igual, el Compulsivo, el Soberbio. ¡Gloria a Allah por encima de lo que Le asocian!”. (La Reunión 59: 22-23)

El Testimonio es pronunciado diariamente por el musulmán en:

a) La llamada a la oración (Salât).

b) Al principio de las oraciones.

c) Durante el Tashahud (el testimonio que se dice durante la oración, cada dos Raka‘ât, cuando el musulmán se halla sentado).
d) Durante la recitación del Dhikr (el recuerdo de Allah (SWT)), que se recita antes y después de las oraciones.

Abu Said al-Judri narró que el Mensajero de Allah (SAWS) dijo: “Mûsâ (Moisés) dijo: “¡Oh Señor! Enséñame algo con lo que pueda recordarte y suplicarte”. Allah (SWT) respondió: “Di: “Lâ Ilâha Illâ Allah”. Mûsâ (Moisés) dijo: “Todos Tus siervos dicen esto”. Allah (SWT) respondió: "Si los siete Cielos y los que habitan en ellos y las siete Tierras fueran puestas en un extremo (de una balanza) y “Lâ Ilâha Illâ Allah” fuera puesto en el otro, “Lâ Ilâha Illâ Allah” tendría más peso." (Ibn Hibbaan y Al-Hakim)

Y el Mensajero de Allah (SAWS) dijo: "El mejor Dhikr (recuerdo) es “Lâ Ilâha Illâ Allah (No hay más deidad que Dios)”.

El Mensajero de Allah (SAWS) dijo: “Una persona de mi Ummah (Comunidad Islámica) será llamada a la presencia de todas las criaturas el Día del Juicio. Noventa y nueve registros (que enumeran las malas acciones de su vida) serán desplegados y cada uno de ellos llegará tan lejos como la visión pueda alcanzar. Más tarde, se le preguntará a la persona: “¿Niegas alguna de estas acciones?”. Él contestará: “No, mi Señor”. Entonces se le preguntará: “¿Tienes alguna excusa o alguna buena acción (que compense dichas malas acciones)?”. La persona, que se sentirá asustada, dirá: “No”. Entonces se le dirá: “Sí, sí tienes algunas buenas acciones. Ninguna iniquidad te alcanzará”.

Se le mostrará entonces una carta en la que estará escrito: “Lâ Ilâha Illâ AllahMuhammadan Rasûlu Allah”. Él preguntará: “¡Oh Allah (SWT)! ¿Qué cartas y qué registros son éstos?”. Se le dirá entonces: “Ninguna injusticia te alcanzará”. Los noventa y nueve registros serán colocados en un lado de la balanza y la carta en el otro. La carta pesará entonces más que los registros”. (At-Tirmidî y Al-Hakim)

Todos estos méritos del Testimonio han sido resumidos por Ibn Rayab de la siguiente manera:

- Su recompensa es el Yannah (el Paraíso).

- El pronunciar el Testimonio antes de morir puede llevar a alguien a ser admitido en el Paraíso.

- Es una protección frente al Fuego del Infierno.

- La gente que la pronuncie saldrá del Fuego del Infierno, incluso aunque hallan sido temporalmente enviados a él por haber sido negligentes en la observancia de sus obligaciones.

- Borra las faltas y hace que el musulmán sea perdonado.

- Es la mejor de las buenas acciones.

- Es aceptado por Allah (SWT), el Altísimo.

- Es la mejor declaración pronunciada nunca por los Profetas.

- Es la mejor de las alabanzas a Allah (SWT).

- Es una protección frente a Shaytán (Satanás).

- Es una garantía de seguridad frente al castigo de la tumba y a lo que acontecerá en el Día de la Resurrección.