lunes, 6 de agosto de 2018

SURA 107 LA AYUDA IMPRESCINDIBLE (AL-M‘ÛN)



En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo

1.- ¿Has visto quien niega del Dîn?

Es decir, la Retribución y la Rendición de Cuentas. La respuesta está omitida y significa: ¿Has visto quien niega el Dîn, si está en lo cierto o en un error?

Hay diferencias de opinión sobre quien fue revelada la Aleya. Ibn ‘Abbâs dijo: “Fue revelada por Al ‘Âs ibn Wail as-Sahmî”. Ad-Dahhâk: “Fue revelada a propósito de uno de los Hipócritas”. As-Suddî: “Por Al-Walîd ibn al-Muguîra”. Se dijo: “Por Abû Yahal”. Dijo Ibn Yuraiy: Se reveló por Abû Sufiân que solía sacrificar un animal cada semana, y si un huérfano le pedía que le diera algo él le golpeaba con su bastón”. En ese momento, Allah (SWT), el Altísimo, reveló la Aleya.

2.- Ese es el que desprecia al huérfano.

Es decir, lo aparta, lo empuja. Como dice el Altísimo:
El día que sean empujados al fuego de Ŷahannam con desprecio”. (El Monte 52: 13)

Dijo Ad-Dahhâk de Ibn ‘Abbâs: “Lo aparta y le priva de su derecho”. Qatâda: “Lo subyuga y lo oprime”.

Se relató que dijo el Profeta (SAWS): “Quien protegiera a un huérfano de los musulmanes hasta que fuera autosuficiente se aseguraría el Jardín”.

3.- Y no estimula a alimentar al pobre.

Es decir, no lo hace por su avaricia y negación de la Retribución. Como dice Allah (SWT), el Altísimo en la Sura La Verdad Indefectible:
Y no animaba a alimentar al pobre”. (La Verdad Indefectible 69: 34)

Aquí el reproche no es general hacia aquel que se ve incapacitado, sino que era hacia los avariciosos y los que se excusaban consigo mismos diciendo:
Y cuando se les dice: Gastad de la provisión que Allah os ha dado, los que se niegan a creer les dicen a los que creen: ¿Es que vamos a alimentar nosotros a quien Allah, si quisiera, alimentaría? Sólo estáis en un claro extravío”. (Yân Sîn 36: 47)

Por ellos descendió esta Aleya y hacia ellos se dirigió el reproche y la recriminación. De manera que significa: No lo hacen cuando pueden, ni tampoco invitan a ello cuando tienen dificultad.

4.- Pero, ¡ay de los orantes, 5.- que son negligentes en su oración!

¡Ay de los orantes que son negligentes en su oración!”. Es decir, habrá un castigo para ellos. Y según Ibn ‘Abbâs: “Son aquellos que cuando rezan no esperan recompensa, y cuando no rezan no temen por ello castigo”. Y también: “Son aquellos que postergan su Salât más allá de sus tiempos”.

Dijo Al-Qurtubî: La prueba de ello es cuando Allah (SWT), el Altísimo, dice en el Corán:
Después les sucedió una generación que abandonó la Oración [El Salât] y siguió las pasiones; pero ya encontrarán perdición [gaiyan]”. (Maryam 19: 59)

De Sa‘d ibn Abû Waqqâs, que dijo el Profeta (SAWS) a propósito de la Aleya: “Son aquellos que retrasan el Salât, menospreciándolo”. Ibn ‘Abbâs: “Son los Hipócritas, que abandonan el Salât en privado y lo hacen en público”. Y como dice la Aleya:
Los hipócritas pretenden engañar a Allah pero es Él quien los engaña. Cuando se disponen a hacer el Salât se levantan perezosos y lo hacen para que los demás los vean. Apenas si se recuerdan de Allah”. (Las Mujeres 4: 142)

6.- Esos que son vanidosos, 7.- y niegan la ayuda imprescindible.

La prueba de que la Aleya va dirigida a los hipócritas es: “Esos que son vanidosos”. Es decir, ostentosos y hacen ver a la gente que rezan por obediencia al Creador, cuando en realidad lo hace, como ocultación de su fe. Como el depravado que hace ver que reza como si hiciera un acto de adoración, y sin embargo lo hace para que se diga de él que reza. La realidad del fingimiento o la apariencia es la búsqueda de lo que hay en este mundo a través de la adoración; y su origen está en la búsqueda de posición en los corazones de la gente.

Las formas de apariencia y fingimiento son diversas. Hay quien con ello pretende la fama y el elogio; otros, vistiendo de forma ruda y basta, quieren tomar el aspecto de vida austera en este mundo. Otro tipo de ostentación o vanidad es manifestar a través de la palabra una mala disposición hacia la gente; y otro es el manifestar públicamente el Salât y la Sadaqât con el fin de que lo vea la gente. Sin embargo, un hombre no sería ostentoso cuando la acción virtuosa que manifiesta públicamente es obligatoria de cumplimiento; ya que a las obligaciones les corresponde el derecho de hacerlas públicas como emblemas del Dîn, y aquel que abandona sus obligaciones puede ser recriminado, de forma que es necesario apartar toda sospecha con la manifestación externa de las acciones obligatorias. Mientras que si se trata de acciones supererogativas, estas se podrán hacer en secreto, ya que si no se hacen no hay reprobación ni acusación alguna, pero si manifiestan públicamente, buscando la imitación del buen ejemplo, esto es encomiable.

Y niegan la ayuda imprescindible”. Respecto al significado de esta Aleya hay varios dichos: Uno es que se refiere al Zakât de las riquezas, según relató Ad-Dahhâk, de Ibn ‘Abbâs. También se relató de ‘Alî, Allah (SWT) esté complacido de él, en términos parecidos. Y lo dijo Mâlik. Y el que niega el Zakât es el Hipócrita. Relató Abû Bakr ibn ‘Abdel-Azîz, de Mâlik, que dijo respecto al dicho de Allah (SWT), el Altísimo: “¡Ay de los orantes que son negligentes en su oración! Esos que son vanidosos. Y niegan la ayuda imprescindible”: el Hipócrita, cuando hace la oración la hace para que lo vean, y cuando no lo hace no se lamenta de ello, y niega el Zakât que Allah (SWT) ha impuesto de forma obligatoria. Otro dicho sería el que hace referencia al dinero en general. El tercero es un nombre genérico que hace referencia a los útiles generales y enseres de una casa, ya sean pequeños o grandes. Mencionaron Az-Zayyây, Abû ‘Ubaida y Al-Mubarrid que Al-Mâ‘ûn (la ayuda imprescindible) en Ŷahilîya era todo lo que reporta un beneficio y es útil, como el hacha, el puchero, el cubo, el encendedor... Otros dijeron que Al-Mâ‘ûn en el Islam es la obediencia y el Zakât. Otra opinión es que se refiere a todo bien material que la gente se intercambia entre ella. Dijo Al-Farrâ: “He oído a algunos árabes decir que Al-Mâ‘ûn es el agua”. ‘Abdullâh ibn ‘Umar dijo que Al-Mâ‘ûn es privar del derecho. Otra se refiere a la cosa pequeña e insignificante. Se ha dicho que se refiere a aquello que no se le puede negar a nadie, como el agua, la sal y el fuego; ya que ‘Â’isha, Allah (SWT) esté complacido de ella, preguntó: ¡Mensajero de Allah (SAWS)! ¿Qué es lo que no se puede negar a nadie? Contestó: “El agua, el fuego y la sal”. Dijo ‘Â’isha: El agua está bien, pero ¿qué importancia tienen el fuego y la sal? Le dijo: “¡‘Â’isha! Quien diera fuego sería como si hubiese dado como Sadaqât todo lo cocinado con ese fuego, y quien diera sal sería como si hubiera dado de Sadaqât todo el alimento condimentado con esa sal, y quien diera de beber un sorbo de agua donde la hay, sería como liberar a sesenta almas. Y quien diera de beber un sorbo de agua donde no la hay, sería como dar vida a un alma, y quien diera vida a un alma sería como dar vida a toda la gente”.

Se le preguntó a ‘Ikrima, criado de Ibn ‘Abbâs: “¿Quién privara a alguien de algún útil imprescindible sería merecedor del oprobio? Dijo: ¡No! Pero si reuniera estas tres cosas, si lo sería: el abandono del Salât la vanidad, y la tacañería que niega la ayuda imprescindible”.

Dijo Al-Qurtubî: Estas tres características son más propias de los Hipócritas: El abandono del Salât, guardar las apariencias, y la codicia del dinero. Dijo Allah (SAWS), el Altísimo:
Los hipócritas pretenden engañar a Allah pero es Él quien los engaña. Cuando se disponen a hacer el Salât se levantan perezosos y lo hacen para que los demás los vean. Apenas si se recuerdan de Allah”. (Las Mujeres 4: 142)

Esa es, pues, su descripción, y de la que está a salvo el verdadero musulmán. Y si tiene parte de ella puede ser recriminado.

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