1.-
Ciertamente,
te hemos dado la Abundancia.
La
Abundancia
(Al-Kautar)
es la gran cantidad y magnitud de los bienes que un hombre puede
recibir, ya sean espirituales o materiales.
Sobre
la precisión del término Al-Kautar,
referido a que le fue dado al Profeta
(SAWS),
hay diversas y variadas interpretaciones.
Al-Kautar
es el nombre de un río del Jardín,
como se ha transmitido en el Hadîz
de Ibn
‘Umar,
que dijo el Mensajero
de
Allah
(SAWS):
“Al-Kautar
es un río en el Jardín;
sus orillas son de oro; su cauce transcurre sobre perlas y rubíes,
su turba es más perfumada que el almizcle, y su agua más dulce que
la miel y más blanca que la nieve”.
Al-Kautar
es el Hawd
(Estanque)
del Profeta
(SAWS).
En Sahîh
Muslim
se
relató de Anas
que dijo: “Estábamos con el Mensajero
de
Allah
(SAWS)
y
después de que hubo vuelto de una profunda meditación, alzó su
cabeza sonriente y le preguntamos: ¿Qué es lo que te ha hecho
sonreír, Mensajero
de
Allah
(SAWS)?
Dijo: “Me ha sido revelado una Sura,
y recitó La
Abundancia.
A
continuación les preguntó: ¿Sabéis lo que es Al-Kautar?”.
Contestamos: Allah
(SWT)
y Su
Mensajero
(SAWS)
saben más. Dijo entonces: “Realmente, es un río que me ha
prometido mi Señor,
Poderoso
y Majestuoso,
el cuál tiene grandes beneficios; es un estanque al que acudirá mi
pueblo a llenar sus
recipientes,
tantos como el número de estrellas; a algunos de ellos se les
arrancará de las manos. Y yo diré: Es de mi pueblo. Pero, se dirá:
Verdaderamente, tú no sabes el mal que causó después de ti”.
Las
noticias sobre Al-Kautar
son numerosas: En los cuatro pilares de su Estanque
estarán los cuatro Califas,
Allah
(SWT)
esté complacido de ellos. Ese río o estanque se llama Al-Kautar
por la gran cantidad (Katîr)
de gente de la Ummah
(pueblo) de Muhammad
(SAWS)
que acudirá allí a beber. Así mismo, su nombre es debido a la gran
cantidad de agua y de bienes que produce.
Otras
atribuciones a Al-Kautar,
son: La Profecía
y el Libro.
Según Al-Hasan
es el Corán.
Al-Muguîra
dijo: “El Islam”.
Al-Husein
ibn al-Fadl:
“La facilidad del Corán
y la suavidad de las legislaciones. La intercesión”. Dijo Hilâl
ibn Isâf:
“Es: Lâ
Ilâha Illâ Allah,
Muhammad
Rasûlu Allah.
Es el fiqh
en el Dîn.
Son las cinco oraciones”.
Dijo
Al-Qurtubî:
De todas las referencias, las más correctas son la primera y la
segunda, es decir las que se corresponden a que Al-Kautar
es el río o el estanque en el Jardín,
porque se ha confirmado en un texto acerca del Profeta
(SAWS).
Anas
oyó a una gente mencionando el Hawd
(Estanque)
(Enorme Acequia
de agua corriente inagotable terminada en una gran cavidad que
facilita la recogida del agua para todos cuantos puedan disfrutar y
gozar de ella) y dijo: “No creía
que
iba a vivir para escuchar a gente como vosotros hablando de esta
manera sobre el Hawd.
He dejado tras de mí ancianas que siempre que una de ellas hacía el
Salât
le pedía a Allah
(SWT)
que le diera de beber del Hawd
del Profeta
(SAWS)”.
2.-
Por
eso, reza a tu
Señor
y
sacrifica.
Relató
Ad-Dahhâk,
de Ibn
‘Abbâs:
“Es decir, establece el Salât
que se te ha impuesto de forma obligatoria”. Dijo Qatâda,
‘Atâ
e ‘Ikrima:
“Reza a tu Señor
el Salât
del ‘Îd,
el Día
del Sacrificio”.
Dijo Anas:
“Solía el Profeta
(SAWS)
sacrificar y después rezar, y le fue ordenado rezar y después
sacrificar”.
Dijo
Sa‘îd
ibn Ŷubair:
“Reza a tu Señor
el
Salât
del amanecer obligatorio en Muzdalifa,
y sacrifica tu animal ritualmente en Minâ”.
Y dijo también: “Se reveló a propósito de Al-Hudaibîya,
cuando se le impidió al Profeta
(SAWS)
entrar
en Meca,
y Allah
(SWT),
el Altísimo,
le ordenó que rezara y sacrificara y que después se marchara. Y así
lo hizo”.
Dijo
Ibn
al-‘Arabî:
“En cuanto a quien dijo que el término “reza”
en la Aleya
se refiere a las cinco oraciones, es porque representan un pilar en
los actos de adoración y uno de los cinco pilares del Islam,
y el más inmenso de los soportes del Dîn.
Y en cuanto a quien dijo que se refiere al Salât
del amanecer en Muzdalifa,
es por la cercanía del Sacrificio
en el mismo día, y no hay otro Salât
que no sea ese, antes del Sacrificio
(Al-Adhâ)”.
Dijeron
‘Alî,
Allah
(SWT)
esté complacido de él, y Muhammad
ibn Ka‘b,
a propósito de la Aleya:
Significa: Pon tu mano derecha sobre la izquierda a la altura de la
garganta (literalmente lugar del degüello del animal) en el Salât.
Y también dijo ‘Alî:
Levanta sus manos al principio del Salât
en el Takbîr
(Allâhu
Akbar)
de la consagración, hasta su garganta. En el mismo sentido se
pronunció Ya’far
Ibn ‘Alî.
Y de ‘Alî,
Allah
(SWT)
esté complacido de él, se transmitió que dijo: Cuando se reveló:
“Por
eso, reza a tu Señor
y sacrifica”.
Preguntó el Profeta
(SAWS)
al Ángel
Ŷibrîl
(Gabriel):
“¿Cuál es este Sacrificio
que me ha mandado hacer Allah
(SWT)?”.
Contestó: “No es un Sacrificio,
sino que te ordena que cuando te consagres para el Salât,
levantes tus manos (a la altura de la garganta) cuando digas: Allâhu
Akbar;
y también cuando levantes tu cabeza de la inclinación, y cuando la
levantes de tu postración, porque verdaderamente, así es nuestro
Salât
y el de los Ángeles
que están en los siete cielos. Cada cosa tiene su belleza y la
belleza del Salât
está en alzar las manos en cada Takbîr
(Allâhu
Akbar)”.
Dijo
Sulaymân
at-Taimî:
“Es decir, alza tus manos en el Du‘â
hasta la garganta (Nahr)”.
Dijo Muhammad
Ibn Ka‘b al-Qurazî:
“Ciertamente,
te hemos dado la Abundancia. Por eso, reza a tu Señor
y sacrifica”.
“Hay gente que reza para otro que no es Allah
(SWT),
y sacrifica para otro distinto de Allah
(SWT);
y te hemos dado Al-Kautar
para que tu Salât
y tu sacrificio no sean más que para Allah
(SWT)”.
Dijo
Ibn
al-‘Arabî:
“En mi opinión la Aleya
significa: Adora a tu Señor
y sacrifica para Él.
Que tu acción no sea sino para Quien
te ha dado Al-Kautar,
expresamente a ti. Y lo más apropiado es que todas tus acciones se
correspondan con esta especificación de Al-Kautar,
que constituye la abundancia de bienes que Allah
(SWT)
te ha dado, o el río cuyo barro es de almizcle y el número de
recipientes que recogen su agua son tantos como las estrellas del
cielo; de manera que eso (es decir, tu adoración y sacrificio)
equivalgan al Salât
del Día
del ‘Îd Al-Adhâ,
y sacrificar un carnero o una vaca o una
camella.
Y todo eso es incomparable e inimaginable por su magnitud en el
balance, por la recompensa de la adoración”.
Dijo
As-Sâfi‘î:
“Quien sacrificara antes del Salât
del Día
del ‘Îd Al-Adhâ
habrá hecho un reparto de carne, mientras que Allah
(SWT)
dice en Su
Libro:
“Por
eso, reza a tu Señor
y sacrifica”.
Empieza por el Salât
antes del Sacrificio”.
Y dijo el Profeta
(SAWS)
a propósito en una transmisión de Al-Barâ
Ibn ‘Âzib:
“Lo primero con lo que comenzamos en este Día
del Sacrificio
es con el Salât
y después sacrificamos. Y quien así lo hiciera habrá acertado con
nuestro ritual, pero quien sacrificara antes de rezar, no será más
que carne que ha ofrecido a su familia, y no forma parte del ritual”.
En
cuanto a lo que se ha relatado de ‘Alî,
Allah
(SWT)
esté complacido de él: “Por
eso, reza a tu Señor
y sacrifica”,
dijo: “Pon la mano derecha sobre la izquierda en el Salât”.
En esto difieren nuestros Ulemas
en tres versiones: Primera: No se pone en la oración obligatoria ni
voluntaria; segunda: No se hace en la obligatoria y se hace en la
voluntaria; y tercera: Se hace en la obligatoria y en la voluntaria.
Y esta es la correcta, porque así se ha confirmado que el Mensajero
de
Allah
(SAWS)
ponía su mano derecha sobre la izquierda, según el Hadîz
de Wail
ibn Hayar
y otros. Dijo Ibn
al-Mundir:
“Y en dicho sentido se expresaron Mâlik,
Ahmad
e Ishâq,
y así se transmitió de As-Sâfi‘î”.
Dijo
Al-Qurtubî:
En un relato de Mâlik,
dijo Ibn
‘Abdel-Bar:
“Levantar las manos para decir Allâhu
Akbar,
y poner la derecha sobre la izquierda es de la Sunnah
del
Salât”.
Hay
diferentes opiniones sobre la posición de las manos en el Salât:
La opinión de ‘Alî
es colocarlas encima del pecho; la de Sa‘îd
y Ahmad
ibn Hanbal
es por encima del ombligo, y han dicho que no
importa
si se colocan debajo del ombligo. Y un grupo dijo: “Se colocan
debajo del ombligo”. Y esto mismo han confirmado ‘Alî,
Abû
Huraira,
An-Najaî,
y otros.
En
cuanto a levantar las manos en el Takbîr
(Allâhu
Akbar)
del comienzo del Salât,
de la inclinación y levantarse de ella, así como de la postración,
hay diferencias de opinión.
En
los dos Sahîh,
se ha relatado el Hadîz
de Ibn
‘Umar,
que dijo: “He visto al Mensajero
de
Allah
(SAWS)
que cuando se pone de pie para el comienzo del Salât
levanta sus manos hasta la altura de sus hombros diciendo al mismo
tiempo: Allâhu
Akbar.
Y así solía hacerlo cuando hacía el Takbîr
en la inclinación, al igual que cuando levantaba su cabeza de la
inclinación al decir: Sami’a
Allâhu Liman Hamidah.
Sin embargo, no lo hacía al levantarse de la postración”.
Dijo
Ibn
al-Mundir:
“Esta es la opinión del Al-Leit
ibn Sa‘d,
As-Sâfi‘î,
Ahmad,
e Ishâq
ibn Taur”.
Contó Ibn
Wahab,
de Mâlik,
esta opinión, siendo también la mía, porque es la más firme
opinión que conocemos sobre el Profeta
(SAWS).
Otro
grupo afirma que el orante levanta sus manos en la apertura del Salât
y no las vuelve a levantar en el resto del Salât.
Siendo la opinión de Sufiân
at-Taurî
y la más extendida en la Escuela
Mâlikî.
3.-
Verdaderamente,
el que te odia es el que no tendrá posteridad.
Es
decir, y ese es Al-‘As
ibn Wail.
Los árabes solían llamar Abtar
(el que no tendrá posteridad o descendencia), a aquel que tenía
hijos e hijas y después se le morían los hijos quedándole las
hijas. Se dijo: “ Al-‘As
se detuvo a hablar con el Profeta
(SAWS)
y un grupo de los cabecillas de Qurais
le inquirió: ¿Con quién te has parado? Les contestó: Con ese,
Al-Abtar.
Y fue
cuando
poco antes se le había muerto al
Mensajero
de
Allah
(SAWS)
su hijo ‘Abdullâh,
que fue de Jadiya.
Y en ese momento Allah
(SWT),
el Altísimo,
reveló: “Verdaderamente,
el que te odia es el que no tendrá posteridad”.
Es decir, aquel que no será recordado por gente de bien alguna en
este mundo ni en el otro.
Mencionó
‘Ikrima,
de Ibn
‘Abbâs,
que dijo: “La gente de Yahilîya
decía, cuando a un hombre se le moría su hijo: Butira
fulano. Es decir, fulano no tendrá posteridad. Y cuando murió
Ibrâhîm,
el hijo del Profeta
(SAWS)
salió, Abû
Ŷahal
hacia sus compañeros y les dijo: Butira
Muhammad;
y en ese momento, Allah
(SWT),
Poderoso
y Majestuoso,
reveló: “Verdaderamente,
el que te odia es el que no tendrá posteridad”.
Es decir, Abû
Ŷahal”.
Se
ha dicho: “Los Qurais
solían decir a quien se le morían sus hijos varones: Butira
fulano. Y cuando al Mensajero
de
Allah
(SAWS)
se le murió su hijo Al
Qâsim
en Meca
e Ibrâhîm
en Medina,
dijeron: Butira
Muhammad,
y no tendrá quien ejerza su mandato después de él. Entonces se
reveló esta Aleya.
Dijeron
Ibn
‘Abbâs
e ‘Ikrima:
“La Aleya
es una respuesta a Qurais
cuando dijeron a Ka‘b
ibn al-Asraf,
a su llegada a Meca:
Nosotros somos dueños de la aguada, de la custodia de la “Casa”,
de las funciones de ordenanza y celadores y de la bandera; mientras
que tú eres el señor de la gente de Medina.
¿De manera que, somos nosotros mejor o lo es este insignificante que
no tendrá posteridad o descendencia entre su pueblo? Dijo Ka‘b:
¡Vosotros sois mejores! Y se reveló a propósito de Ka‘b:
“¿Acaso
no has visto a los que se les dio parte del Libro cómo creen el
al-Yibt y al-Tâgût
[al-Yibt
y al-Tâgût
designan a dos ídolos
y en general representan todo aquello que se adora en lugar de Allah.
Según ‘Umar
ibn al-Jattab,
al-Yibt
es la magia y al-Tâgût
es Shaytán]
y
dicen de los que niegan la creencia: estos tienen mejor guía en su
camino que los que creen?”.
(Las
Mujeres 4: 51)
Y
se reveló a propósito de Qurais:
“Verdaderamente,
el que te odia es el que no tendrá posteridad”.
Dijo
también ‘Ikrima:
“Ciertamente, Allah
(SWT),
el Altísimo,
inspiró a Su
Mensajero
(SAWS)
y llamó a la gente de Qurais
al camino de la fe. Estos dijeron: Muhammad
(SAWS)
se ha distanciado y ha cortado con nosotros. Y Allah
(SWT)
informó a Su
Mensajero
(SAWS)
diciéndole que habían sido ellos los que se habían distanciado”.
Dijeron
los lingüístas: “Al-Abtar
entre los hombres es aquel que no tiene hijos, y entre los animales
el que no tiene cola. Y en general, cualquier asunto en el que se vea
interrumpido su beneficio en lo sucesivo será Abtar”.
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