sábado, 17 de septiembre de 2022

LA POBREZA Y SUS EFECTOS NEGATIVOS. MEDIOS DE REMEDIARLA EN EL ISLAM



A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm




En primer lugar, la pobreza es una de las calamidades que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha decretado y que pueden suceder, ya sea a una persona específica, a una familia, o a un pueblo. La pobreza tiene efectos negativos en las creencias de la gente y su conducta. Muchos Misioneros Cristianos explotan esta debilidad y buscan difundir el Cristianismo entre los pobres. De la misma forma, se difunden conductas inmorales como causa de la pobreza, como medio de subsistencia, como el robo, la prostitución, o el comercio de cosas prohibidas.

Indudablemente, tiene efectos negativos sobre individuos y sociedades. Los Idólatras y Paganos de antaño solían matar a sus hijos recién nacidos, la esperanza de sus vidas, ya sea a causa de la pobreza en la que estaban viviendo o por temor a la pobreza venidera. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo sobre el primer caso:

Di: Venid para que os informe de lo que vuestro Señor os ha prohibido: No debéis asociarle nada y seréis benevolentes con vuestros padres, no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros nos encargamos de vuestro sustento y el suyo; no debéis acercaros a las acciones depravadas, tanto externas como internas; y no mataréis a nadie que Al-lâh prohibió matar, salvo que sea con justo derecho”. (Los Rebaños 6: 151)

Y dijo sobre el segundo:

No matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza: Nosotros los proveemos a ellos y a vosotros. Ciertamente, matarlos sería un gran error”. (El Viaje Nocturno 17: 31)

En las dos obras Sahîh se narró la historia de una mujer de los Hijos de Israel quien, cuando necesitaba dinero y se sentía bajo presión, no podía encontrar a nadie sino a su primo paterno, que quería casarse con ella, a cambio de dinero. Entonces Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) los salvó de ese apuro a ambos, cuando ella le recordó a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y le dijo que Le temiera.

Cual fuera el caso, es bien sabido que la pobreza puede llevar al crimen y la corrupción. Muchas naciones sufren por ella y buscan solución a sus problemas. El Islam tiene diversas y excelentes soluciones para este problema entre las normas que trajo para toda la humanidad hasta que comience La Hora.

En segundo lugar, los medios que han sido prescriptos por el Islam para resolver la pobreza son los siguientes:

1.- Enseñar a la gente a confiar verdaderamente en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) informándoles que toda provisión proviene de Él, y que Él es El Proveedor (Ar-Razzáq), y cada calamidad que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) decreta es por una razón, y que el Musulmán (Muslim) pobre debe ser paciente y soportar esta calamidad esforzándose por aliviar su situación y la de su familia.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

Al-lâh es Quien provee, el Dueño del poder, el Fuerte”. (Los Vientos que Arrastran 51: 58)

No existe criatura alguna en la Tierra que no sea Al-lâh Quien la sustenta; Él conoce su morada y su lugar de reposo [final]. Todo está registrado en un Libro evidente”. (Hûd 11: 6)

¿Y quién será el que os provea si Él restringe Su provisión? Sin embargo, persisten en la insolencia y el rechazo”. (La Soberanía 67: 21)

Hemos honrado a los hijos de Âdam: Los llevamos por la tierra y por el mar, y les damos cosas buenas como provisión, y les hemos favorecido de forma preferente por encima de muchas criaturas”. (El Viaje Nocturno 17: 70)

Esto es así porque estas creencias el ser humano las debe sostener en todas las circunstancias, sea que le vaya bien o mal, en la calamidad y en la pobreza, y volverse a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) solamente buscando provisión, aceptando lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) decrete para él y esforzándose en ganarse la vida.

Se narró que Suhaib ar-Rumi (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Cuán maravillosa es la situación del Creyente (Mu‘min), porque todos sus asuntos son buenos. Si algo bueno le sucede, da gracias por ello y ese agradecimiento es una recompensa para él; y si algo malo le sucede, lo soporta con Paciencia (Sabr), y esa Paciencia (Sabr) es una recompensa para él”. (Narrado por Muslim, 2999)

Podemos comprender el efecto de esta creencia en los Musulmanes (Muslimun) observando lo que les sucede a otros. En Japón, por ejemplo, en el año 2003, treinta y tres mil personas se quitaron la vida; una de las razones principales, fue el desempleo. En un reporte del sitio web de la BBC del 1/9/2004, dicen: “Las estadísticas oficiales muestran que 33.000 personas se suicidaron en Japón en el último año. Los oficiales japoneses dicen que las razones de este ascenso en la tasa de suicidios es la recesión económica que Japón está enfrentando, que se considera que es la peor en cincuenta años. Esto condujo a una tasa de desempleo sin precedentes, como también al ascenso en los casos de depresión, especialmente entre los hombres de mediana edad”. (Fin de la cita)

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

Ciertamente, tu Señor da la provisión con largueza a quien quiere y también la restringe: Él está bien informado de Sus siervos y los conoce perfectamente”. (El Viaje Nocturno 17: 30)

Ibn Kázir (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) tenga misericordia de él) dijo: “Las palabras de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala)tu Señor da la provisión con largueza a quien quiere y también la restringe”, nos dicen que Él, glorificado y exaltado sea, es El Proveedor, El Contenedor, y El Otorgador, Quien trata con Su creación como quiere. Él le concede la independencia de medios a quien quiere y empobrece a quien quiere, con Su sabiduría. Por eso Él dice: “Verdaderamente, Él es El Omnioyente, Omnisapiente”, quien conoce todos los asuntos de sus servidores. Él conoce, Él ve a quien va a ser rico y a quién va a ser pobre, y por qué.

En algunos casos la riqueza puede ser un medio para que la gente se extravíe en el pecado, y la pobreza puede ser una expiación o un castigo. Buscamos refugio en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) de ambas”. (Tafsîr de Ibn Kázir, 5/71)

2.- Buscar refugio en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) de la pobreza.

La Tradición Profética nos relata lo que el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) solía hacer y lo que le enseñaba a su Comunidad (Ummah), que era buscar refugio en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) de la pobreza, a causa de los efectos que tiene sobre la gente en general.

Se narró que Muslim ibn Abû Bakrah dijo: “Mi padre solía decir después de cada Oración (Salât): “Allahúmma ínni ‘audu bika min al-kufri, wa al-faqri, wa ‘adáb il-qábr” (Dios nuestro, me refugio en Ti de la Incredulidad (Kufr), de la pobreza, y del tormento de la Tumba (Lahd)), y yo solía decirlo también. Mi padre dijo: “Hijo mío, ¿de dónde sacaste esto?”. Yo le dije: “De ti”. Él respondió: “El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) solía decir eso después de cada Oración (Salât)”. (Narrado por An-Nasâ‘i, 1347; clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahîh An-Nasâ‘i)

Se narró de ‘Â’isha (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con ella) que el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) solía decir en su Oración (Salât): “Allahúmma ínni a’udu bika min al-ma’zam wa al-magram (Dios nuestro, me refugio en Ti del pecado y de las grandes deudas). Alguien le dijo: “¡Cuán a menudo te refugias en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) de las grandes deudas!”. Él respondió: “Cuando un hombre se mete en grandes deudas, habla y miente, hace promesas y no las cumple”. (Narrado por Al-Bujârî, 832 y Muslim, 589)

3.- Recomendar el trabajo honrado para ganarse la vida, y viajar por la Tierra buscando provisión.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

Él es Quien ha hecho la Tierra dócil para vosotros: Caminad pues por sus confines y comed de Su provisión. A Él es el retorno”. (La Soberanía 67: 15)

Gastad de la provisión que os damos antes de que le llegue la muerte a cualquiera de vosotros y diga entonces: ¡Señor mío! Si me dieras un poco más de plazo, podría dar con generosidad y ser de los justos”. (Los Hipócritas 63: 10)

Se narró de Al-Miqdam (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con él) que el Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Nadie come mejor comida que aquél que se la ha ganado con sus propias manos”. (Narrado por Al-Bujârî, 1966)

Y se narró de Az-Zubair ibn al-‘Awwám (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con él) que el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Si uno de ustedes fuera a tomar una cuerda para traer leña en su espalda y así preservar su dignidad, esto es mejor para él que mendigar a la gente, que puede darles o negarles lo que necesitan”. (Narrado por Al-Bujârî, 1402)

4.- Haciendo obligatoria la caridad y convirtiéndola en un impuesto social gravable sobre los ricos y pudientes.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) le ha garantizado al pobre una parte de la Caridad Obligatoria (Zakât), que debe ser recaudada exclusivamente entre la gente pudiente y próspera y debe ser dada a los pobres, hasta que se hagan independientes de medios y ya no tengan que pedir.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

Las dádivas [Limosna (Sadaqât)] son únicamente para los pobres y los necesitados, para los que trabajan en recogerlas y repartirlas, para los que se desea ganar sus corazones [es decir, los que están a punto de entrar en el Islam o los Musulmanes muy recientes], para los esclavos, para los endeudados, para la causa de Al-lâh y para el viajero. [Esto es] una prescripción obligatoria de Al-lâh, y Al-lâh es Omnisciente y Sabio”. (El Arrepentimiento 9: 60)

Y de sus riquezas pagan los derechos correspondientes al mendigo y al desafortunado”. (Los Grados de Elevación 70: 24-25)

5.- Encomendando dar en caridad voluntariamente, disponiendo fundaciones y patrocinando a los huérfanos y las viudas.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

Si le hacéis un hermoso préstamo a Al-lâh, Él os lo devolverá duplicado y os perdonará. Al-lâh es Agradecido, Benévolo”. (El Desengaño 64: 17)

Ciertamente, tu Señor sabe que te levantas [por la noche a rezar] durante algo menos de dos tercios o durante la mitad o un tercio, y también una parte de los que están contigo. Al-lâh que mide la noche y el día, sabe que no podréis ser constantes en ello y se ha vuelto a vosotros con indulgencia. Así pues, recitad de El Corán lo que os sea fácil. Él sabe que entre vosotros hay enfermos, que algunos viajan por la tierra buscando el favor de Al-lâh y que otros luchan por la causa de Al-lâh. De modo que recitad de él lo que os sea fácil, estableced el Salât, entregad el Zakât y hacedle a Al-lâh un préstamo generoso. El bien que ofrezcáis para vosotros mismos, lo encontraréis junto a Al-lâh, mejor y de una inmensa recompensa. Y pedid el perdón a Al-lâh, porque realmente Al-lâh es Perdonador y Misericordioso”. (El Arrebujado 73: 20)

Se narró que ‘Adí ibn Hátim dijo: “Oí al Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) decir: “Quien de ustedes pueda protegerse a sí mismo del Fuego, aún con medio dátil, que lo haga”. (Narrado por Al-Bujârî, 1347 y Muslim, 1016)

Se narró que Sáhl ibn Sa’d dijo: “El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “A quien patrocine a un Huérfano (Yatîm), él y yo, estaremos así en el Paraíso”, y juntó sus dedos medio e índice”. (Narrado por Al-Bujârî, 4998. Muslim, 2983 narró un reporte similar del relato de Abû Huraira)

Se narró que Abû Huraira dijo: “El Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Quien se esfuerce en ayudar a las viudas y a los pobres es como quien se esfuerza en la sagrada lucha por la causa de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), y quien reza por la noche y quien ayuna durante el día”. (Narrado por Al-Bujârî, 5038 y Muslim 2982)

6.- Prohibiendo la Usura (Ribâ), la Estafa y las Apuestas.

Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:

¡Vosotros que creéis! Temed a Al-lâh y renunciad a cualquier beneficio de usura [Ribâ] que os quede, si sois creyentes. Y si no lo hacéis, sabed que Al-lâh y Su Mensajero os han declarado la guerra. Pero, si renunciáis, conservaréis vuestro capital. No seréis injustos ni padeceréis injusticia”. (La Vaca 2: 278-279)

¡Oh creyentes! Ciertamente, el vino, el juego de azar, el sacrificio en altares idólatras y las flechas adivinatorias son una inmundicia impura obra de Shaytán. Apartaos de ello, tal vez podréis tener éxito”. (La Mesa Servida 5: 90)

7.- Encomendando ayudar a los débiles y los necesitados.

Se narró que Nu’mán ibn Bashír dijo: “El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “La similitud de los Creyentes (Mu‘minin) en su mutuo amor, misericordia y compasión los unos por los otros, es que son como un cuerpo: Cuando un órgano está enfermo, todo el cuerpo padece la fiebre”. (Narrado por Al-Bujârî, 5665 y Muslim, 2586)

Se narró de Ibn ‘Abbas (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con él) que el Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “No es un Musulmán (Muslim) quien se llena el estómago cuando su vecino pasa hambre”. (Narrado por Al-Baihaqi en Shu’ab, 9251; y otros. Clasificado como bueno por Al-Albani)

En Al-Muwattá’ el Imâm Mâlik narró (1742) de Yahyâ ibn Sa’íd que ‘Umar ibn al-Jattâb se encontró con Yábir ibn ‘Abdullâh, quien estaba llevando algo de carne. Le preguntó: “¿Qué es eso?”. Él dijo: “Oh, Príncipe de los Creyentes (Amir al-Muminin), queríamos algo de carne, entonces la compré por un Dirham”. ‘Umar dijo: “¿Quisiera uno de ustedes llenar su estómago a escondidas de su vecino o de su primo? ¿No han puesto atención a la Aleya?

El Día en el que a los incrédulos se les exponga al Fuego: Habéis consumido las cosas buenas que tuvisteis en vuestra vida de aquí y os habéis contentado con esta: Así pues, hoy se os pagará con el castigo degradante, por haberos llenado de soberbia, sin derecho, en la Tierra, y por haberos descarriado”. (Las Dunas 46: 20)

Finalmente, esto es un breve resumen sobre el tópico de la pobreza y algunas de sus cualidades. El Musulmán (Muslim) sabe que la pobreza y la riqueza, como cualquier cosa que nos sea dada o retenida, todas están sujetas al Decreto (Qadr) de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala). Por lo tanto soportamos las dificultades con paciencia cuando vienen, y agradecemos a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), glorificado y exaltado sea, por los buenos tiempos cuando los hallamos. Pero debemos trabajar y ganarnos la vida honradamente para aliviar nuestras necesidades y las de nuestra familia. Si alguien es incapaz de hacer eso a causa de problemas de salud o por las circunstancias de su tierra o país, entonces el Islam aliviará la pobreza de esta gente por medio de la Caridad Obligatoria (Zakât) pagada por los ricos y pudientes. Esta es una parte de su riqueza a la cual los pobres tienen derecho.

¡Oh creyentes! Ciertamente, el vino, el juego de azar, el sacrificio en altares idólatras y las flechas adivinatorias son una inmundicia impura obra de Shaytán. Apartaos de ello, tal vez podréis tener éxito”. (La Mesa Servida 5: 90)

Se narró de Abû Huraira que el Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) pasó donde había un vendedor de alimentos; puso su mano en una bolsa y encontró que estaba húmeda. Le preguntó: “¿Qué es esto, vendedor de alimentos?”. Él respondió: “Oh, Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam), le llovió encima”. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) le preguntó: “¿Por qué no la expones para que la gente pueda verla? Quien engaña a los demás, no es de los míos”. (Narrado por Muslim, 102)

Esto es porque si estas cosas se hacen y difunden entre la gente, habrá quien se apropie ilegítimamente de la riqueza de otros, y algunas personas pueden perder todo su patrimonio a causa de eso. Por eso los textos son claros en prohibirlo.



Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.

 

 

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