sábado, 3 de septiembre de 2022

¿POR QUÉ DIOS NO SE LLAMA A SÍ MISMO YAHVÉ EN EL CORÁN?

 

 

A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm



Sobre la premisa de que Dios en El Corán es el mismo que el Dios de todos los personajes bíblicos, ¿por qué nunca se llama a sí mismo YHWH? O “Yahvé” como lo dice la transliteración popular. Dios usa esto varias veces, en Isaías:

Yo Yahvé; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas”. (Isaías 42: 8)

Hay muchos otros lugares donde este nombre se usa o se revela en el Antiguo Testamento. Los escritores del Nuevo Testamento usaron la Tradición Judía y usaron Theos (Dios) o Kurios (Señor) en su lugar, por lo que no se encuentra allí. ¿Por qué el Dios de Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) no se revela así?”.

Inicialmente, YHVH es la representación de los caracteres hebreos en español. Por eso está todo en mayúsculas.

Por tanto, este no es el nombre de Dios; es una suposición afirmar que es Yahvé solo porque así es como suena cuando se pronuncian las cuatro letras YHVH en español.

YHVH es un Tetragrámaton (compuesto de cuatro consonantes sin indicación de las vocales con los que se pronunciaba originalmente) o el nombre de Dios en el Antiguo Testamento, pero los Eruditos de la Biblia no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo se pronunciaba o se pronunciaría exactamente este nombre de Dios”.

La mayoría de las Biblias en español están traducidas del Griego. Esa es la razón detrás del uso de “Theos” y “Kurios” en algunas versiones.

Ahora, los Musulmanes (Muslimun) sabemos con certeza el nombre de Dios y cómo está escrito en el idioma original en el que se reveló El Corán, que es el árabe.

Los Musulmanes (Muslimun) de hoy todavía leemos El Corán en su idioma original.

Sí, hay traducciones en muchos idiomas y diferentes autores lo han traducido al mismo idioma como el español.

El nombre de Dios para los Musulmanes (Muslimun) y todos los árabes de diferentes creencias es Al-lâh. Leemos en El Corán:

Ciertamente, Yo soy Al-lâh, no hay dios sino Yo. Adórame y establece la oración para recordarme”. (Tâ Hâ 20: 14)

¡Mûsâ [Moisés]! ¡Y soy Al-lâh, el Poderoso, el Sabio!”. (Las Hormigas 27: 9)

Y cuando llegó a él, una voz le llamó desde la ladera derecha del valle, en el lugar bendito en la dirección del árbol: ¡Mûsâ [Moisés], Yo soy el Señor de los mundos!”. (Las Historias 28: 30)

Ten en cuenta que el Profeta Mûsâ (Moisés) hablaba Arameo o una variación del mismo, que es el origen de los idiomas árabe y hebreo.

Así que la palabra “Al-lâh” no le era ajena porque Elohim e Ilah significan dios en hebreo y árabe respectivamente. Por favor, presta atención al sonido de estas palabras lo cerca que están entre sí.

Incluso los cristianos árabes conocen a Dios como “Al-lâh”.

Al-lâh es la palabra árabe para la palabra Dios y eso es lo que todos los árabes usan para identificar a Dios independientemente de su Fe (Îmân).

De hecho, la primera página de la versión árabe del Antiguo Testamento está llena de la palabra “Al-lâh”. Pregúntale a cualquier cristiano árabe.

Según la gramática árabe, Al-lâh es un nombre propio que no puede aceptar modificaciones de género como Dios-Diosa ni puede convertirse en plural como Dioses.

Los Musulmanes (Muslimun) de todo el mundo usamos la palabra Al-lâh y muchas palabras árabes diferentes en sus conversaciones diarias porque la última revelación del Islam, El Corán, fue revelada en el idioma árabe.

El Islam es la verdadera religión de todos los seres humanos desde la creación de Âdam, el primer ser humano, porque no representa a una persona; simplemente significa someterse pacíficamente a la voluntad de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).

En El Corán, por lo tanto, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) nos dice cómo es Él.

Si bien es difícil traducir las palabras exactas en árabe, una traducción del significado de las palabras sería:

Al-lâh, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador [que se mantiene a Si mismo y a Su Creación]. Ni la somnolencia ni el sueño se apoderan de Él. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder ante Él si no es con Su permiso? Sabe lo que tienen tanto delante de ellos como detrás [es decir, lo que ha de venir y todo lo que desconocen]. Y no abarcan nada de Su conocimiento, a menos que Él quiera. El escabel de Su trono abarca los cielos y la tierra, y su mantenimiento no Le causa fatiga. Él es el Altísimo, el Inmenso”. (La Vaca 2: 255)


El Originador de los cielos y de la tierra. Os ha dado, de vosotros mismos, esposas y ha hecho los animales de rebaño también en parejas, así es como os multiplica. No hay nada como Él, y Él es el que oye y el que ve”. (La Consulta 42: 11)

En el Islam, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) no puede ser hombre ni el hombre puede ser Dios.

El argumento sería: ¿No es Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) capaz de todo, entonces por qué no puede hacerse un hombre?

Si Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) se convirtiera en un hombre de modo que la gente lo viera, entonces recompensaría y castigaría a la gente en el acto. No permitirá que lo humillen.

Sin embargo, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) eligió seleccionar a las mejores personas para representarlo y estos son los Profetas. Al mismo tiempo, por Su misericordia, da la oportunidad a los descarriados de ser guiados.

Por eso, en el Islam, ‘Îsâ (Jesús) es un Profeta.

Ninguna creación puede convertirse en el Creador y el Creador no se rebaja hasta convertirse en Su propia creación.

Según el Islam, el último Profeta es Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam). Leemos en El Corán:

Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Al-lâh y el Sello de los Profetas. Y Al-lâh es conocedor de todas las cosas”. (La Coalición 33: 40)

Y no te hemos enviado sino como una Misericordia para todos los mundos”. (Los Profetas 21: 107)

La primera Aleya describe que Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) es el último Profeta y la segunda Aleya muestra la universalidad de este Mensaje Final.



Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.

 

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