A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm
Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “La vida mundanal está llena de cosas preciosas (y perecibles), y la más preciosa de todas es la mujer virtuosa”.
1.- Su relación con Al-lâh
La mujer Musulmana (Muslima) tiene las mismas obligaciones religiosas para con Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y debe cumplir con los Cinco Pilares prácticos del Islam. El Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo que la acción más amada por Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) es realizar cada Oración (Salât) a su debido tiempo. Debe respetar todos los mandatos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y las enseñanzas del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam). Dice Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) en El Corán:
“No corresponde a ningún creyente ni a ninguna creyente elegir cuando Al-lâh y Su Mensajero han decidido algún asunto. Quien desobedezca a Al-lâh y a Su Mensajero se habrá extraviado claramente”. (La Coalición 33: 36)
2.- El cuidado de su mente
- La búsqueda del conocimiento.
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Buscar conocimiento es un deber de todo Musulmán (Muslim)”.
- La mujer Musulmana (Muslima) debe esforzarse por conocer su religión y buscar el conocimiento de cosas que le beneficien, y no debe perder el tiempo en las banalidades de esta vida.
La Musulmana (Muslima) que busca invitar a otras personas hacia Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) es elocuente y hábil en su Súplica (Du‘â), hablando sensatamente, sin ser agresiva con las mujeres a quienes invita y teniendo en cuenta su nivel intelectual y posición social. Con esta prédica sensata y favorable, ella será capaz de llegar a sus corazones y mentes, tal como aconseja El Corán.
3.- Conducta recatada
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “El recato no trae sino el bien”.
- Evitar estar a solas con hombres no Mahram.
- Evitar mirar de manera provocativa.
- Hablar en las reuniones con respeto y moderación.
4.- Buenos modales
- Conducta al comer.
(Y comed y bebed con mesura, porque Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) no ama a los inmoderados…)
- El trato con las demás personas.
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Quien cree en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y en el Día Final, que atienda bien a sus visitas. Quien cree en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y en el Día Final, que sea bueno con sus familiares; y quien cree en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y en Día Final, que hable algo beneficioso o que se quede callado”.
- El trato hacia sus padres.
La mujer Musulmana (Muslima) debe respetar, obedecer y honrar a sus padres.
- El trato hacia su esposo.
La mujer Musulmana (Muslima) debe ser respetuosa y obediente con su esposo, siempre y cuando no la lleve a cometer un pecado.
La Musulmana (Muslima) que realmente comprende las enseñanzas del Islam no asiste a los funerales en obediencia a la prescripción del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam), tal como fue relatado por Umm ‘Atiyah, que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con ella: “Se nos prohibió asistir a los funerales, pero no estrictamente”.
La Musulmana (Muslima) activa es una mujer con una misión que tiene un mensaje para transmitir. Quien emprenda esta importante misión, debe prepararse para ser paciente y constante y para hacer sacrificios a lo largo del camino.
El deber de prescribir lo que es bueno y prohibir lo que es malo (Al-Amr bi’l ma’ruf wa al-nahyi ‘an al-munkar) no está confinado solamente a los hombres, se aplica por igual a los hombres y a las mujeres, como está establecido en El Corán.
5.- Evita el chisme
- La mujer Musulmana (Muslima) debe abstenerse del chisme.
Dice Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) en El Corán:
“¡Vosotros que creéis! Abandonad muchas de las suposiciones. Ciertamente, algunas de ellas son delito. No os espiéis unos a otros ni murmuréis unos de otros. ¿Acaso le gustaría a uno de vosotros comer la carne de su hermano muerto? Os resultaría horrible. Y temed a Al-lâh, pues ciertamente, Al-lâh acepta a quien se vuelve a Él y es Compasivo”. (Las Habitaciones Privadas 49: 12)
- Dijo el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam): “Abstente de esto” (y se tocó la lengua). Muâd dijo: “¡Oh, Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam)! ¿Acaso seremos responsables de lo que decimos?”. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “La gente será arrojada al Infierno sobre sus rostros por lo que cosecharon sus lenguas”.
- La mujer Musulmana (Muslima) es fiel con sus amigas y hermanas en la Fe (Îmân).
La verdadera Musulmana (Muslima) comprende que la humanidad no fue creada en vano, sino que fue creada para cumplir con un propósito: El de adorar a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).
6.- Buen carácter
- Semblante alegre. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “No tengáis como pequeña cualquier buena obra, aunque no sea más que encontrarse con vuestro hermano con un semblante alegre”.
- Sentido del humor. “Cierta vez, los Sahâba dijeron al Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam): “Tú bromeas con nosotros”. Él dijo: “Pero nunca dije algo que no fuera cierto”.
La Musulmana (Muslima) que conoce las enseñanzas de su religión, tiene discernimiento, dominio de sí misma y es equilibrada. Cuando es golpeada por la muerte de uno de sus seres queridos, no deja que la desgracia le haga perder sus sentimientos como en el caso de las mujeres superficiales e ignorantes, quienes se desmoronan debido a la congoja. Ella soporta este trance con paciencia, esperando la recompensa de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y siguiendo la guía del Islam, en cuanto a su comportamiento en este difícil momento.
El acto de visitar a los enfermos es una de las costumbres sociales islámicas establecida y estimulada por el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam), quien lo convirtió en un deber de todo hombre o mujer Musulmán (Muslim) y un derecho por el cual un Musulmán (Muslim) puede esperar que otro lo visite.
7.- No es extremadamente estricta
‘Â’isha narró lo siguiente: “El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) vino a mi habitación, mientras había dos jovencitas cantando las canciones de Bu‘âz. Él se recostó en su cama y giró su rostro. Entonces entró Abû Bakr, y me reprendió diciendo: “¡Instrumentos musicales de Shaytán (Satanás) en la casa del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam)!”. Entonces el Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) se volvió hacia él y le dijo: “Déjalas”, Cuando ya no estaba prestando atención, les indique (que se fueran), y ellas se fueron”.
La Comunidad Musulmana se distingue por el hecho de ser una comunidad en la cual prevalece la hermandad, una sociedad, que está llena de amor, comunicación, entendimiento, tolerancia, y pureza. Sin embargo, continúa siendo una sociedad humana, y como tal no puede estar completamente libre de las disputas ocasionales y de los conflictos que puedan surgir entre sus miembros de vez en cuando. Estos conflictos pueden llevar a la división y al quebrantamiento de los vínculos.
8.- Humildad y modestia
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “No hay quien sea humilde por Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), sin que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) lo eleve en condición”.
“Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) me dijo que debéis ser tan humildes los unos con los otros, que ninguno de vosotros debe jactarse con nadie y nadie debe oprimir a los otros”.
Evitar la altanería y el orgullo.
Dice Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala):
“No pongas mala cara a la gente ni andes por la tierra con insolencia. Ciertamente, Al-lâh no ama al presumido y jactancioso”. (Luqmân 31: 18)
“Los creyentes y las creyentes son aliados unos de otros, ordenan el bien y prohíben el mal, cumplen con la oración prescrita, pagan el Zakât y obedecen a Al-lâh y a Su Mensajero. Al-lâh tendrá Misericordia de ellos: Ciertamente, Al-lâh es Poderoso y Sabio”. (El Arrepentimiento 9: 71)
Una de las características de la verdadera Musulmana (Muslima) es su fidelidad: Ella aprecia los favores y agradece a quien se los hace siguiendo el mandato del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam): “Quien haya recibido un buen favor, debe retribuirlo”.
En su vida social, la Musulmana (Muslima) busca hacer amigas con las mujeres honradas para que sean sus amigas íntimas y hermanas en la Fe (Îmân), y cooperar junto a ellas en la rectitud, en la Taqwa, en las buenas obras, y en guiar y enseñar a otras mujeres que pueden tener poco conocimiento acerca del Islam. Relacionarse con las mujeres honradas siempre traerá bienaventuranza, beneficios y una gran recompensa, a la vez que profundizará la íntegra comprensión del Islam por parte de las mujeres.
9.- Obedece la Palabra de Al-lâh
“No corresponde a ningún creyente ni a ninguna creyente elegir cuando Al-lâh y Su Mensajero han decidido algún asunto. Quien desobedezca a Al-lâh y a Su Mensajero se habrá extraviado claramente”. (La Coalición 33: 36)
10.- Vestimenta y arreglo personal
Moderación en la vestimenta y el arreglo personal. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “¡Desdichado es el Esclavo del Dinâr, el Dirhâm, y las vestimentas de lujo de seda y terciopelo! Si se las conceden, está complacido, pero, si no le son concedidas, él se disgusta”. Evitar la arrogancia y la vanidad. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Había un hombre que caminaba con altivez a causa de su refinada capa, y porque estaba satisfecho de sí mismo. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) lo hundió en la tierra, y él seguirá hundiéndose en ella hasta el Día de la Resurrección”. Uso correcto del Hiyâb.
“¡Profeta! Di a tus esposas e hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con sus vestidos. Esto es lo más adecuado para que se las reconozca y no se las ofenda. Al-lâh es Perdonador, Compasivo”. (La Coalición 33: 59)
No se descubre ante hombres que no son Mahram:
“Y di a las creyentes que bajen la mirada, preserven sus partes íntimas, y que no muestren sus encantos, a excepción de los externos; y que se dejen caer el tocado sobre el escote y no muestren sus encantos salvo a sus maridos, sus padres, sus suegros, sus hijos, los hijos de sus maridos, sus hermanos, los hijos de sus hermanos, los hijos de sus hermanas, las mujeres de su casa, las esclavas que posean sus diestras, aquellos sirvientes varones carentes de deseo sexual o los niños que aún no saben de la desnudez de la mujer. Y que al andar no pisen oscilando las piernas para no atraer la atención sobre sus atractivos ocultos. Y arrepentíos todos a Al-lâh, oh creyentes, tal vez podáis tener éxito”. (La Luz 24: 31)
LA ESPOSA MUSULMANA IDEAL
Basándose en las Enseñanzas Islámicas sobre el Matrimonio (Nikâh) y la mujer, el Musulmán (Muslim) no se ve atraído por una mujer superficial, sino que por el contrario prefiere una Musulmana (Muslima) con una Personalidad Islámica definida, independiente y que practica el Islam por decisión propia; por eso el Musulmán (Muslim) toma su tiempo para escoger a su compañera para toda la vida, buscando la que tenga Características Islámicas correctas que contribuirán a una vida conyugal estable y feliz.
Por consiguiente el Musulmán (Muslim) no está interesado únicamente en la belleza física, lo que es en realidad la preocupación de los jóvenes superficiales. Aunque no ignora el aspecto físico, también busca la religiosidad, inteligencia, intelectualidad y buen comportamiento, siguiendo el consejo del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) cuando dijo: “Se buscan cuatro características en una mujer con objetivos de Matrimonio (Nikâh): Riqueza, linaje, belleza física o religión. Escoge por religiosidad, pues es más probable que sea un matrimonio estable”. (Transmitido por Al-Bujârî y Muslim)
Aunque el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) aconsejó al joven Musulmán (Muslim) buscar una esposa religiosa, esto no significa que debe ignorar su belleza física, ya que el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) indicó la necesidad de conocer personalmente a la mujer antes de contraer Matrimonio (Nikâh), para que el Musulmán (Muslim) no se encuentre casado sorpresivamente con una mujer que encontrará poco atractiva.
Al-Mugîrah ibn Shu‘bah dijo: Cuando me comprometí con una mujer en la época del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam), él me preguntó: “¿La has visto?”. Yo le contesté: No. Entonces me dijo: “Ve y conócela, pues es más probable que encontréis amor y afinidad entre ambos”. (Transmitido por An-Nasâ‘i con un Isnâd Sahîh)
Un hombre que se había comprometido con una mujer de los Ansâr fue a ver al Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam), quién le preguntó: El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) enfatizó esto en más de un Hadîz, de hecho la belleza es una de las características que un hombre busca en una mujer, además de la moral y la religiosidad. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) le dijo a Ibn ‘Abbas: “¿Quieres que te informe sobre lo más valioso que un hombre puede tener? Una esposa virtuosa. Que cuando la mira se deleita, cuando le solicita algo ella lo realiza y cuando está ausente ella le es fiel”. (Transmitido por Al-Hâkim, que dijo: Es Sahîh según los requisitos y las condiciones de Al-Bujârî y Muslim)
Abû Huraira dijo: El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) fue preguntado: ¿Cuál es la mejor mujer? Respondió: “Aquella que cuando su esposo la mira se deleita, cuando le solicita algo ella lo realiza, y no hace algo que él deteste”. (Transmitido por el Imâm Ahmad en Al-Musnad con un Isnâd Sahîh)
Éstas son las características dadas por el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) con respecto a la mujer con la cual se puede alcanzar felicidad, tranquilidad y estabilidad, y con la cual constituir un hogar agradable y seguro para criar hijos piadosos, sanos e inteligentes. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) insistió en que el Matrimonio (Nikâh) sea edificado sobre sólidas bases, con un equilibrio en lo físico, mental, espiritual y emocional, evitando conflictos y diferencias.
Por consiguiente el Musulmán (Muslim) correcto que se basa en El Corán y la Sunnah en todos sus asuntos, no cae en la frivolidad de considerar únicamente lo físico.
EL COMPORTAMIENTO DE LA MUJER MUSULMANA
Existen varios Comportamientos Islámicos y diferentes clases de conducta que la esposa Musulmana (Muslima) debe observar y practicar, para que su Matrimonio (Nikâh) este edificado sobre una fundación fuerte, y así ella pueda ser un buen ejemplo para otras mujeres Musulmanas. Estos comportamientos están dentro de las justas Leyes Islámicas, que son requeridas para la mujer musulmana y las cuales le asegurarán y preservarán un Matrimonio (Nikâh) feliz si ella las sigue y las implementa en su vida, si Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) lo desea.
La esposa está obligada a proteger su honor y el honor de su esposo, como Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) menciona en El Corán:
“Los hombres están a cargo de las mujeres en virtud de la preferencia que Al-lâh ha dado a unos sobre otros y en virtud de los que [en ellas] gastan de sus riquezas. Las habrá que sean rectas, obedientes y que guarden en ausencia de ellos, aquello que Al-lâh manda guardar. Pero aquellas cuya rebeldía temáis [esto es interpretado por muchos comentaristas como certeza, es decir: “Y aquéllas de las que tengáis certeza de su rebeldía”], amonestadlas, abandonadlas en los lechos, y pegadles; pero si os obedecen no busquéis ningún medio contra ellas. Al-lâh es siempre Excelso, Grande”. (Las Mujeres 4: 34)
Por lo tanto, la esposa justa protege su honor y las posesiones de su esposo cuando el no está presente. Ella también busca el complacerlo y traer felicidad a su corazón cuando él se encuentra en el hogar.
El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Debo decirles sobre sus mujeres de entre los residentes del Paraíso: Al-Walood (aquélla quien tiene varios hijos), Al-Wadood (aquélla quien es gentil y paciente con su esposo) quien cuida de las necesidades de su esposo, y quien cuando él se enoja con ella, ella dice, “Por Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala)” yo no probare el sueño hasta que tu estés complacido (conmigo)”. (Transmitido por Ad-Daraqutni)
Más adelante, cuando la esposa Musulmana (Muslima) deja su hogar por alguna necesidad, ella se mantiene alejada de los lugares con multitudes y no busca a los amigos de su esposo para sus necesidades. Al contrario, ella actúa como si fuera una extraña, para no crear un ambiente familiar con los amigos de su esposo.
La esposa Musulmana (Muslima) también cuida de su hogar, y cuando un amigo de su esposo viene de visita mientras él está ausente, ella le informa al amigo de este hecho en pocas palabras, para que él vuelva cuando el esposo se encuentre en la casa. Todos estos ejemplos de buena conducta son caminos y maneras para proteger el honor de los Musulmanes (Muslimun) y el traer felicidad en sus Matrimonios.
También, la esposa Musulmana (Muslima) acepta complacida lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) le ofrece de subsistencia y siempre busca el cumplir los derechos de su esposo antes de buscar sus propios derechos.
Además, la esposa Musulmana (Muslima) nunca maldice a sus niños ni los trata duramente. Ella también no se la pasa recordándole a su esposo de su importante status social o su belleza. Ella debe imitar a las mejores mujeres de todos los tiempos, las esposas del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) y las esposas de los Compañeros, que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) este complacido con todos ellos.
Una mujer árabe dijo a su hija en el momento de su Matrimonio (Nikâh). Ella dijo: “Estate satisfecha con lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) te da, y trata a tu esposo con amabilidad. Haz que tu casa y tu huelan y se vean sólo bien y placentera. Cuando él este enojado, y sírvele alguna comida, para que su enojo no se convierta en frustración. Trata lo mejor que puedas de mantener la casa tranquila cuando tu esposo duerme. También, cría a sus hijos rectamente. Nunca digas los secretos de tu esposo a nadie. Porque esto le hará desconfiar de ti. No lo desobedezcas, porque esto sólo lo enojará. Además, cuando tu esposo este preocupado o triste, no le muestres tu placer, y cuando este feliz, no le muestres tristeza y descontento. Más adelante, se lo más obediente que puedas con él y él será lo más suave y gentil que pueda contigo”.
Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.
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