sábado, 1 de octubre de 2022

CONTROLA TU LENGUA



A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm



controla tu lengua

La lengua tiene un ayuno especial. Es un hecho bien conocido por todos los Creyentes (Mu‘minin) que vuelven la espalda a todo lo que es frívolo. El Ayuno de la Lengua es un aspecto permanente, tanto durante el Ramadân como después, aunque el Ramadân es la época de disciplinarla y controlarla. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Controlad esto” y señalo su lengua. Muâd dijo: “¿Incluso si hablamos de lo que deberíamos, Oh Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam)?”. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Tu madre lloraría por ti, Oh Muâd, ¿es que no será la gente arrojada de bruces al fuego sólo debido a los frutos de su lengua?”.

Es grande el daño que causa la lengua, y su peligro es enorme. Abû Bakr as-Siddîq solía sujetarse la lengua y decir: “Esto es lo que me llevó a esta situación”. La lengua tiene siete agravios, la serpiente muerde y el fuego quema. No mencionéis los defectos de la gente con vuestra lengua, pues todos vosotros tenéis defectos y la gente tiene lenguas.

Ibn ‘Abbas solía decir a su lengua: “!Oh lengua! Di algo bueno y beneficioso, o abstente de todo mal y mantente a salvo”. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) muestra compasión a todo Musulmán (Muslim) que refrena su lengua de cualquier infama, la desvía de las murmuraciones, evita la charla ociosa, y le niega todo lo prohibido. Sin duda, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) tendrá compasión por aquel que mida sus palabras. El dice en El Corán:

No hay palabra que pronuncie que no tenga a su lado, presente, un vigilante [un Ángel]”. (Qâf 50: 18)

Toda expresión es archivada y toda palabra cuenta.

Quien obre rectamente lo hará en su propio bien, y quien obre mal lo hará en contra de sí mismo; y tu Señor no es injusto con los siervos”. (Fussilat 41: 46)

Respecto a esto, el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: Todo aquel que pueda proteger lo que está ente sus mandíbulas y lo que está entre sus piernas, le garantizo el Paraíso”.

Cuando los antecesores justos se disciplinaban con la moral de El Corán y la Sunnah, medían y respetan sus palabras. Sus vocablos eran los recuerdos de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sus miradas lecciones y su silencio pensamiento. Cuando esta gente justa temía el encuentro con su Señor, el Único, el Sometedor, usaban su lengua para agradecer y para Su recuerdo. Se abstenían de las infamias, las obscenidades y el parloteo. Ibn Mas‘ûd dijo: “Por Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) que no hay nada que tenga más mérito que el control de la lengua”. Los justos necesitan palabras, recuerdan sus consecuencias y sus resultados y se mantienen callados.

¿Cómo podría uno ayunar y dar rienda suelta a su lengua? ¿Cómo podría uno ayunar y dejar que su lengua juegue con él, sus palabras engañarle y su lógica llevarle a conclusiones erróneas? ¿Cómo podría uno ayunar y mentir, criticar, injuriar, abusar de otros y olvidar el Día del Juicio (Qiyamah)? ¿Cómo se podría decir que alguien está ayunando mientras da testimonios falsos y no cesa de herir a los Musulmanes (Muslimun)? El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: “Un Musulmán (Muslim) es aquel de cuyas manos y lengua están a salvo otros Musulmanes (Muslimun).” ¿Es el Islam otra cosa que no sea acciones, practicas, metodología, sumisión, comportamiento y aplicación? Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) declara en El Noble Corán:

Y di a Mis siervos que hablen con las mejores palabras, porque ciertamente, el diablo siembra la discordia entre ellos; verdaderamente, el diablo es un enemigo declarado del hombre”. (El Viaje Nocturno 17: 53)

Por supuesto, las “mejores palabras” de que habla aquí, se refiere a aquellas palabras que no hieren a ningún individuo o grupo. Es la forma de hablar óptima, que no viola el honor del Musulmán (Muslim) o la dignidad del Creyente (Mu‘min).

¡Vosotros que creéis! Abandonad muchas de las suposiciones. Ciertamente, algunas de ellas son delito. No os espiéis unos a otros ni murmuréis unos de otros. ¿Acaso le gustaría a uno de vosotros comer la carne de su hermano muerto? Os resultaría horrible. Y temed a Al-lâh, pues ciertamente, Al-lâh acepta a quien se vuelve a Él y es Compasivo”. (Las Habitaciones Privadas 49: 12)

¿Cuántos de lo que ayunan echan a perder su ayuno cuando degradan su lengua, hacen mal uso de su razonamiento y confunden sus palabras? El propósito del ayuno no es el hambre y la sed, sino la disciplina y la inspiración. En efecto, hay más de diez malas acciones que pueden emanar de la lengua si no se la controla debidamente. Algunas de ellas son: Mentir, murmurar, calumniar, decir obscenidades, maldecir, la desvergüenza, dar falsos testimonios, insultar, ridiculizar y más. Quizás una palabra pronunciada por alguien sin control ni refreno puede llevarle de bruces al Fuego.

La lengua es un instrumento del bien o del mal. ¡Que placer sería para aquellos que recuerdan a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) buscar Su perdón, alabarle, glorificarle, darle gracias y arrepentirse con sus lenguas, y que decepción para aquellos que la usan para violar el honor y la virtud y mancillar los valores! ¡Oh vosotros que ayunáis! Humedeced vuestras lenguas con el recuerdo de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), disciplinadla con la conciencia de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y purificadla de la desobediencia.

¡Oh Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala)! Te pedimos lenguas sinceras, corazones puros y caracteres honrados.



(Del grupo: Grupo Educar al Hombre Musulmán)



Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.

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