A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm
Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm
Cuando escuchamos las palabras Îmân, Ihsan, Islam o Ijlas, pensamos en un hombre de barba larga rezando Qiyam al-Layl. Pero, de hecho, nuestra religión no se trata solo de Oraciones y Ayuno (Sawm), sino que abarca todos los aspectos imaginables de la vida en esta Tierra.
Esto se desprende del siguiente Hadîz del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam): Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha prescrito Al-Ihsan en todas las cosas. Entonces, si sacrificas, sacrifica bien. Que uno de ustedes afile su cuchillo y ahorre sufrimiento al animal que mata. (Muslim)
Si ese es el caso de un animal que estamos a punto de matar para comer, ¿qué pasa con los animales que viven a nuestro alrededor, compartiendo la misma Tierra?
Hace algún tiempo escuché una historia desgarradora. Algunas personas, solo por diversión, estaban torturando a una gata matando a sus gatitos uno por uno, y mantuvieron atrapada. Luego la dejaron ir, y ella se acercó a ellos y lamió sus cadáveres. Es un ejemplo extremo, pero muestra en qué bestias nos hemos convertido que no tenemos misericordia de las hermosas creaciones de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).
Aquí hay algunos ejemplos de la vida del Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) sobre la importancia de tratar a los animales con amabilidad.
1.- Recompensa por el trato amable a los animales
Un hombre caminaba por un sendero cuando tuvo mucha sed. Encontró un pozo, entró en él, bebió y salió. Había un perro jadeando y lamiendo la tierra por la sed. El hombre dijo: “Este perro tiene tanta sed como yo”. Bajó al pozo, se llenó el zapato y le dio de beber agua al perro. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) se lo agradeció y lo perdonó.
Después de escuchar esta historia, los Compañeros le preguntaron al Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam): “Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam), ¿tenemos una recompensa por cuidar de los animales?”.
Él dijo: Hay una recompensa por cada criatura viviente. (Al-Bujârî y Muslim)
En otro Hadîz dijo: Mientras un perro rondaba un pozo y estaba a punto de morir de sed, una prostituta lo vio, se quitó el zapato y le dio de beber. Entonces Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) la perdonó por esa buena acción. (Al-Bujârî)
2.- Castigo por malos tratos a animales
El Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) dijo: Una mujer entró en el Infierno a causa de un gato que había dejado encerrado, sin darle de comer ni dejarlo libre para comer de las alimañas de la Tierra. (Al-Bujârî)
Ibn Uzaymin temía que esto significara que si uno permitía que un ratón atrapado en una ratonera muriera de hambre, acabaría en el Infierno.
Un día, ‘Abdullâh ibn ‘Umar pasaba junto a unos jóvenes de los Qurais que habían atado un pájaro al que habían estado disparando flechas. Cada flecha que fallaba pasaba a manos del dueño del pájaro. Así que, tan pronto como vieron a Ibn ‘Umar, se fueron. Entonces Ibn ‘Umar dijo: ¿Quién ha hecho esto? Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha maldecido al que hace esto. El Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam) invocó una maldición sobre quien convirtiera a un ser vivo en el blanco (de la puntería). (Muslim)
3.- Un camello se queja al Profeta
El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) entró una vez en el jardín de un hombre de Medina. De
repente, cuando un camello vio al Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam), lloró tiernamente produciendo un sonido de anhelo y de sus ojos fluyeron lágrimas. El Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) se acercó y le limpió la sien de la cabeza. Así que guardó silencio. Luego dijo: ¿Quién es el dueño de este camello? ¿De quién es este camello?
Un joven Medinense vino y dijo: “Esto es mío, Mensajero de Al-lâh (Salallahu Alaihi Wa Salam)”.
Él dijo: No temes a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) por este animal de carga que Él te ha dado. Se ha quejado de que lo tienes hambriento y lo cargas mucho, lo que lo fatiga. (Abû Dawûd)
4.- El Profeta prohibió sentarse sobre animales más tiempo del necesario
Él dijo: No traten las espaldas de sus animales como un púlpito. Sin duda, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) los ha sometido a ustedes para llevarlos a una ciudad a la que no hubieran podido llegar si no fuera con dificultad y privaciones. (Abû Dawûd)
5.- Pájaro afligido
Un día, unos Compañeros vieron a una ave madre y sus dos polluelos, y alguien luego se llevó a los pichones. La madre pájaro comenzó a batir sus alas. Cuando el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) la vio, dijo: ¿Quién ha afligido a ésta (ave) por su descendencia? Devuélvanles sus crías. (Abû Dawûd)
Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.
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