sábado, 8 de octubre de 2022

LA LÓGICA DE EL CORÁN ME LLEVÓ AL ISLAM

 

 

A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm


Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm



importancia de el corán

Mi propia experiencia con El Corán es lo que me llevó finalmente a regresar al Islam.

Vengo de una Familia Cristiana española. Cuando comencé a leer y estudiar sobre el Islam, ese era el origen del que provenía.

Hay muchos aspectos de El Corán que me afectaron de muchas maneras. Y uno de los primeros aspectos que me parece muy importante tiene que ver con la preservación de El Corán.


Un Libro Preservado

Si voy a decir que creo en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y estoy de acuerdo en que creo en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), y aunque acepto el hecho o el concepto de Revelación de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), y si quiero seguir esta Revelación. Uno de los primeros y más importantes aspectos es que tengo que tener una fuerte razón para creer que esta Revelación se ha conservado en su fuente original.

Realmente no tiene ningún sentido decir que voy a seguir la Revelación de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) cuando me doy cuenta o se que lo que tengo en mis manos quizás no se ha conservado.

Una de las primeras cosas que me llamó la atención con respecto a El Corán tiene que ver con la Preservación.

El Corán fue revelado al Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) durante un período de 23 años. Y así, este Libro fue transmitido por el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) a sus seguidores, y se ha conservado minuciosamente desde entonces hasta el día de hoy.

Y como una lectura No-Musulmana sobre el Islam, me sorprendió un poco la cantidad de No-Musulmanes que admitieron y aceptaron el hecho de que El Corán que tenemos hoy es en realidad El Corán que le fue revelado al Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) hace más de 1400 años.

Este fue un punto muy significativo para mí porque en realidad había estudiado la historia de la Biblia antes de ese tiempo.

La historia de El Corán es completamente diferente de la historia de la Biblia, y desde los primeros días este Corán fue conocido, reconocido y preservado. No fue compilado por consejos posteriores unos doscientos o trescientos años después de la época del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam).

Entonces, esto es algo que me llamó la atención, y como dije, fue de gran importancia para mí en el sentido de que si voy a seguir algo que viene de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), entonces tengo que asegurarme de que lo que tengo es realmente eso, algo que vino de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala).


Una invitación a pensar y reflexionar

Uno de los aspectos de El Corán es el hecho de que a lo largo de El Corán Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) les dice a los seres humanos que piensen y mediten.

Y a lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) está llamando a la humanidad en El Corán es en realidad algo que es consistente con su naturaleza. Es algo que es comprensible para el ser humano porque esta es en realidad la forma natural en que los seres humanos han sido creados.

Y por lo tanto, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) a lo largo de El Corán nos dice que meditemos sobre la creación y pensemos en las cosas; y este llamado y este argumento y la conclusión es que reconocerán el hecho de que en realidad hay un solo Creador y que este Creador merece Adoración (‘Ibâdât).

Por lo tanto, no hay un salto de Fe (Îmân) en el Islam. La definición de Fe (Îmân) en el Islam desde una Perspectiva Coránica es no creer en algo que no puedes probar. Mucha gente cuando piensa en la Fe (Îmân), piensan en ella como un misterio o algo que no se puede probar.

Este no es el camino de El Corán. El Corán está llamando a la gente a una verdad que puedan reconocer, una verdad que puedan entender. Y como dije, los Eruditos Musulmanes explicaron esto por el hecho de que esta verdad es en realidad de lo que se trata su propia naturaleza humana. Esto es lo que su alma está buscando.

Entonces, El Corán está llamando continuamente a la gente a pensar y reflexionar, y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) le está dando a la gente argumentos que muestran la prueba de El Corán, mostrando la prueba de a lo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) nos está llamando. Y este fue otro aspecto que me llamó bastante la atención en ese momento.

Y al mismo tiempo también me llamaron la atención algunas de las diferencias entre El Corán y la Biblia en particular, y esto por cierto no se supone que sea una crítica a la Biblia o al Cristianismo o al Judaísmo o lo que sea, pero dado que estoy escribiendo sobre El Corán y esta es mi propia experiencia, sentí que esta es la mejor manera de expresarme.

En ese momento, cuando yo NO era Musulmán (Muslim), la mayoría de los libros que leía sobre el Islam en realidad eran escritos por No-Musulmanes. Y afirmaban que el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) robó de la Biblia, robó a los Cristianos y Judíos que conocía antes, etc. Y, de hecho, las diferencias entre El Corán y la Biblia es otro aspecto que me influenció mucho.


La naturaleza de Al-lâh

Y me gustaría destacar por ejemplo el tema de la naturaleza de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala). Todo El Corán es acerca de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala). Y si piensas en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y Sus atributos y demás como lo explica El Corán, obtendrás una imagen muy clara de a quién estás adorando, y obtendrás una imagen clara del tipo de excelencia y grandeza de este objeto de alabanza.

Cuando leo, por ejemplo, pasajes del Antiguo Testamento y los comparo con lo que encuentro en El Corán, descubro que si el Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) realmente estaba robando de la Biblia, ¡es sorprendente que el Profeta (Salallahu Alaihi Wa Salam) fuera tan selectivo al robar de la Biblia!

Por ejemplo, en la historia de Âdam y Hawwâ’ (Eva) la encuentro también en El Corán. Encuentro que se les dijo que no comieran de un árbol, pero El Corán no dice que fuera el árbol del conocimiento. No dijo que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) temía que si los humanos comían de ese árbol competirían con Él.

¡Y no encuentro, por ejemplo, a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) caminando en el Jardín del Edén buscando a Âdam, como lo encuentro en la Biblia! En Génesis, encuentro a Dios caminando en el Jardín y buscando a Âdam “¿Dónde estás, qué ha pasado?”.

Las enseñanzas sobre Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) en El Corán me enseñaron sobre los atributos reales de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala). No encontré nada parecido, por ejemplo, a Ya‘qûb (Jacob) luchando con Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) y Ya‘qûb (Jacob) derrotando a Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) en un combate de lucha…

Y otra importante cuestión en el Antiguo Testamento es Dios arrepintiéndose del mal que Él mismo cometió, eso lo encontré en Éxodo:

Su longitud será de un codo, y su anchura de un codo; será cuadrado, y su altura de dos codos; y sus cuernos serán parte del mismo. Y lo cubrirás de oro puro, su cubierta, sus paredes en derredor y sus cuernos; y le harás en derredor una cornisa de oro. Le harás también dos anillos de oro debajo de su cornisa, a sus dos esquinas a ambos lados suyos, para meter las varas con que será llevado. Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro. Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del propiciatorio que está sobre el testimonio, donde me encontraré contigo. Y Aarón quemará incienso aromático sobre él; cada mañana cuando aliste las lámparas lo quemará. Y cuando Aarón encienda las lámparas al anochecer, quemará el incienso; rito perpetuo delante de Jehová por vuestras generaciones. No ofreceréis sobre él incienso extraño, ni holocausto, ni ofrenda; ni tampoco derramaréis sobre él libación. Y sobre sus cuernos hará Aarón expiación una vez en el año con la sangre del sacrificio por el pecado para expiación; una vez en el año hará expiación sobre él por vuestras generaciones; será muy santo a Jehová. Habló también Jehová a Moisés, diciendo: Cuando tomes el número de los hijos de Israel conforme a la cuenta de ellos, cada uno dará a Jehová el rescate de su persona, cuando los cuentes, para que no haya en ellos mortandad cuando los hayas contado. Esto dará todo aquel que sea contado; medio siclo, conforme al siclo del santuario. El siclo es de veinte geras. La mitad de un siclo será la ofrenda a Jehová. Todo el que sea contado, de veinte años arriba, dará la ofrenda a Jehová”. (Éxodo 30: 2-14...)


Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.




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