A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm
Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm
No hay ninguna base en la Ley Islámica para tomar el Cuarto Creciente y una Estrella como símbolo en el Islam. Esto fue totalmente desconocido en los tiempos del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam) y en el tiempo de los Califas Rectos (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) esté complacido con ellos), que fueron los primeros cuatro líderes del Islam después del fallecimiento del Profeta Muhammad (Salallahu Alaihi Wa Salam). Incluso fue desconocido durante la Dinastía de los Omeyas. Surgió algún tiempo después, y los historiadores difieren sobre cuándo se adoptó este símbolo y quién fue el primero en hacerlo. Algunos dicen que fueron los Persas, otros dicen que fueron los Griegos y que este símbolo fue adoptado de alguna manera posteriormente por los Musulmanes (Muslimun) (ver At-Tarátib al-Idaríyah, por Al-Kittani, 1/320)
Se ha dicho también que la razón por la que los Musulmanes (Muslimun) adoptaron el Cuarto Creciente fue que cuando conquistaron algunas tierras occidentales las Iglesias y otros edificios tenían cruces sobre ellas, entonces los Musulmanes (Muslimun) en un acto de imitación reemplazaron estas cruces por Cuartos Crecientes y la costumbre luego se difundió.
Cual sea el caso, los símbolos, estandartes y banderas deberían ceñirse también a las enseñanzas del Islam, y en tal caso debemos repetir que no hay evidencias de que este símbolo esté prescripto en el Islam, por lo tanto lo mejor y más recomendable para los Musulmanes (Muslimun) es no usarlo. Entonces, la verdad es que ni la Estrella ni el Cuarto Creciente son verdaderamente símbolos del Islam, aun cuando muchos Musulmanes (Muslimun) los usen de tal forma.
Con respecto a lo que los Musulmanes (Muslimun) creemos acerca de la Luna y las Estrellas, creemos que son parte de la creación de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala), que su uso como símbolos no pueden ni beneficiar ni perjudicar a la gente y que no tienen ninguna influencia sobre el desarrollo de los eventos domésticos o la personalidad de la gente. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) las ha creado y son para beneficio de la humanidad, y puede verse un ejemplo de esto en la Aleya en la cual Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:
“Te preguntan acerca de los novilunios [Ahil-lah]. Di: Sirven para indicar a los hombres el tiempo [de las Prácticas de Adoración (‘Ibâdât) como es el caso del Ayuno (Sawm), etc.] y la Peregrinación. La virtud no consiste en que entréis en las casas por detrás, sino en que tengáis temor de Al-lâh. ¡Entrad en las casas por sus puertas! Y temed a Al-lâh, tal vez así podáis tener éxito”. (La Vaca 2: 189)
El gran comentarista de El Sagrado Corán Ibn Kázir (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) tenga misericordia de él) explicando esta frase dice: “Son un signo para que los hombres puedan fijar con ellos sus fechas”, gracias a estos signos calculamos la cuenta del tiempo que luego utilizamos para calcular cosas como la fecha de pago de un préstamo, el Período Menstrual de una mujer, la época de la Peregrinación, etc. Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha convertido a estos signos en el basamento de nuestro calendario, en base al cual los Musulmanes (Muslimun) comenzamos y rompemos nuestro Ayuno (Sawm) y realizamos también muchos otros Actos de Adoración (‘Ibâdât)”. (Fin de la cita de Exégesis Ibn Kázir)
Otro gran comentarista, Al-Qurtubî (que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) tenga misericordia de él) dijo en su comentario sobre esta Aleya: “Explica la sabiduría de Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) detrás de los Ciclos Lunares, lo cual nos permite evitar cualquier confusión al momento de datar fechas, tratos comerciales, juramentos, y a la hora de realizar actos de culto como la Peregrinación, el período post Divorcio (Talâq), el comienzo y la ruptura del Ayuno (Sawm), la duración del Embarazo (Haml) y otros asuntos concernientes a la Cultura Humana. Similar a esta Aleya, hay otras que dicen:
“Hemos hecho de la noche y el día dos signos; el signo de la noche lo hemos borrado y el del día lo hemos hecho de forma que en él fuera posible ver, para que así pudierais buscar el favor de vuestro Señor y saber el número de años y el cálculo. Y cada cosa la hemos explicado con precisión”. (El Viaje Nocturno 17: 12)
“Él es Quien hizo que el Sol tuviese luz propia y determinó que la Luna reflejase su luz en distintas fases, para que podáis computar el número de años y los meses. Al-lâh no creó esto sino con un fin justo y verdadero; y aclara los signos para quienes los comprenden”. (Yûnus 10: 5)
Y contar los Ciclos Lunares es más fácil que simplemente contar días”. (Fin de la Exégesis Coránica de Al-Qurtubî)
Con respecto a las Estrellas, los Eruditos del Islam han afirmado que Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) ha concedido a la humanidad tres utilidades a través de ellas: Adornar los cielos, elementos para castigar a los Demonios (Sayâtîn), y como guías para la navegación. En la obra Sahîh Al-Bujârî, en el capítulo Bad’ al-Jalq, Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) dijo:
“Y Él es Quien ha puesto para vosotros las estrellas para que os guiéis por ellas en la oscuridad de la tierra y del mar. Hemos hecho claros los signos para los que saben”. (Los Rebaños 6: 97)
“Hemos adornado el cielo de este mundo con luceros [Estrellas Fugaces], dispuestos para lapidar a los demonios. Y a ellos les hemos preparado el castigo del Sa‘îr”. (La Soberanía 67: 5)
Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.
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