A‘udu Billâhi Min as-Saitâni Rayîm
Bismillâhi ar-Rahmâni ar-Rahîm
La Ignorancia es la raíz de todos los males. Si nos dijeran que buscásemos refugio en Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) de una sola cosa, sería la Ignorancia. La Ignorancia es la razón de la Incredulidad (Kufr), de la enfermedad, del fanatismo, del odio, del desacuerdo, de la hostilidad… La raíz de todos los males, y por eso la primera palabra revelada en el sello de las religiones (el Islam) fue “¡LEE!” tienes que leer. ÉL no dijo ¡piensa! Pensarías sí, pero dentro de un marco, dentro de lo que prevalece, de lo común. Estarías encerrado y encarcelado en ciertos paradigmas. No vas a beneficiarte de mucho. Es lo que hacen los fanáticos e ignorantes; piensan según lo existente, lo permitido.
Un consejo a mi mismo y a todos mis hermanos, leed, leed, leed hasta el último suspiro, en verdad hasta la muerte, de la cuna hasta la Tumba (Lahd), para que habléis bien. Si queréis hablar y que lo que digáis sea respetado por estudiosos y por racionales, tenéis que leer y leer, y leer hasta la muerte. Eso de saber dos o tres datos, ver un documental, leer un articulo a diario en una nota y luego vengas a hablar pensando que comprendes hechos tan firmes como montañas, eso es un juego de niños. No es un método de un investigador respetado que realiza declaraciones que se pueden respetar y apreciar. Digo esto por preocupación por los hechos y por la constitución de la investigación científica, y por preocupación por el honor de la palabra. Y la palabra ahora se ha vuelto muy barata. Se baratizó mucho la palabra en la era del internet donde cualquiera puede crear una página y empezar a hablar de asuntos menores y mayores. ¡Normal! Qué va a quedar de ti y de lo que dices, NADA. Sólo queda lo que beneficia a la gente, sólo queda lo que responde a unos requerimientos, la aproximación real a la verdad, el rigor científico cercano a la verdad. Más se acerca, más prevalece y más sea débil y lejano de la verdad, más se disolverá, más se desvanecerá, no quedará nada de él. Así que, que hable quien quiera de lo que quiera. La Ley Divina juzgará a todos. En cuanto a la espuma desaparece en vano, mientras que lo que beneficia a la gente prevalece”. Este es un Ejemplo Divino que denota una Ley Cósmica.
Y Al-lâh (Subhanahu Wa Ta‘ala) sabe más.
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